He conocido pasajes de la vida política y pública que nos indican que no es buen ser humano.
Ese no es el tema, así que lo dejemos quieto.
¿Qué va a pasar ahora?
El escenario está listo.
Y los colombianos estaremos atentos...
Y obviamente, en el RADAR.
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
El voto que partió en dos a Cambio Radical
Hacia el final de la tarde del viernes pasado todos los ojos del país político estaban puestos en el recinto del Congreso de la República. A esa hora se adelantaba la votación del Plan Nacional de Desarrollo de cuya aprobación dependería en buena medida el futuro del aun joven gobierno de Iván Duque.
A eso de las cuatro de la tarde la cosa no pintaba nada
bien para el gobierno. Más allá de los contenidos del plan que han sido objeto
de toda suerte de polémicas e interpretaciones, el ejecutivo tenía una
preocupación más complicada que las reservas puntuales que pudieran tener los
congresistas. Varios ministros estaban sudando la gota fría pues, al momento de
la votación, no se había logrado conformar el Quórum para aprobar la
iniciativa. En plata blanca, eso le hubiera significado al gobierno un revés
político de grandes dimensiones no solo por una aparente incapacidad de
encontrar consensos entre los partidos, sino porque hubiera tenido que aprobar
el Plan por decreto con las implicaciones que eso le trajera.
Fue entonces cuando hizo presencia en el lugar, en medio
de aplausos y ovaciones de los partidos de gobierno, el senador de Cambio
Radical Luis Eduardo Diazgranados. Su llegada sorprendió a todo el mundo pues
se trataba de un congresista miembro del mismo partido que a esa hora se
encontraba en Valledupar discutiendo en bancada sus razones para no apoyar el
proyecto.
Tres senadores, dos rebeldes y uno obediente, lograron marcar la diferencia
y se convirtieron en el inesperado salvavidas que le cayó del cielo a Iván
Duque: Mauricio Gómez del Partido Liberal, y Arturo Char y Diazgranados de
Cambio Radical.
La consecuencia obvia de la presencia de esos tres
congresistas fue lo que pasó: el Plan Nacional de Desarrollo tuvo el apoyo
parlamentario suficiente y ahora el gobierno cuenta con una hoja de ruta
definida. Sin embargo este episodio, que a simple vista no tiene mayor
trascendencia, puede marcar el inicio de una profunda reorganización de las
fuerzas políticas del país.
Se había vuelto ya un lugar común, tanto en las
objeciones a la JEP como en la discusión del PND, decir que quien tenía la
sartén por el mango era Germán Vargas Lleras. Esa afirmación no salió de la
nada. Mal que bien, Vargas no solo era el líder natural del partido que estaba
en capacidad de marcar la diferencia, sino que hasta ahora la bancada de Cambio
Radical le había mostrado una obediencia a prueba de todo. Esa armonía se
rompió el viernes por cuenta de la votación. Sin mucho análisis, aquí lo que
hubo fue una desobediencia de un parlamentario a su jefe político. Pero si se
mira a fondo la cosa va mucho más allá. La presencia de Diazgranados en el
Congreso el viernes de la semana pasada no fue más que el anuncio del rompimiento
entre Vargas Lleras y la casa Char.
Esa alianza de vieja data, que hasta ahora había
funcionado como un reloj, lleva años marcando la agenda política en la costa.
Si los Char deciden alinearse con el gobierno y alejarse del ex vicepresidente,
Duque estaría ganando un aliado muy poderoso y Vargas estaría perdiendo una
buena parte de su capital político.
Queda entonces el interrogante de qué fue lo que llevó a
Luis Eduardo Diazgranados a traicionar a su partido. La cosa es bastante clara.
Al final de la semana, cuando se disponía a viajar a Valledupar a reunirse con
la bancada de Cambio Radical, el senador recibió una llamada de Fuad Char para
pedirle que apoyara al gobierno votando el PND. Esa comunicación terminó con
una frase demoledora por parte de Char: ¨Tu verás a donde viajas¨.
Lo que Char le estaba diciendo entre líneas era ¨miremos
a ver a quien le haces caso, si a mí o a Vargas Lleras¨. El senador decidió
mostrarle lealtad a Char quien ha sido su padrino desde sus inicios en la
política. Además de eso, al igual que otros congresistas del caribe que
respaldan el Plan de Desarrollo a pesar de estar en partidos críticos del
documento, argumenta que este Plan contempla la consecución de recursos para
solucionar la gravísima crisis de Electricaribe.
Sin embargo, cuando fue increpado por la prensa a la
salida de la votación, Diazgranados no solo confesó que no leyó el texto que
estaba votando sino que afirmó que estaba ahí para cumplirle a quienes lo
habían ayudado a llegar al Congreso.
Lo cierto es que este
senador hasta ahora relativamente desconocido, corroboró el distanciamiento
político de dos sectores en Cambio Radical. Según una reciente investigación de
la periodista Catherine Juvinao, Luis Eduardo Diazgranados completó 60
inasistencias entre 2014 y 2018. Es decir, el 35% de lo que debía trabajar. Por
eso, llama la atención que el congresista se la haya jugado toda para asistir
ese día. Hasta ahora hay solo dos cosas seguras. Por un lado, no es difícil
concluir que Cambio Radical está atravesando una división interna que hasta
ahora no se había visto y, por el otro, queda la impresión de que los Char
harán todo lo posible para demostrar que en Cambio Radical quienes mandan son
ellos.
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