Él plantea que no se está usando el recurso adecuadamente.
"Los esquemas tradicionales de planificación y de diseño y operación de las inversiones se basan en una visión linear: el agua se extrae de la fuente, se trata, se utiliza, el agua residual se trata y se descarga a un cuerpo receptor. Debemos pasar de este modelo linear a uno circular basado en reducir el uso y consumo, reúso, reciclaje..."
Es bueno seguir el rastro de esa investigación del señor Rodriguez...
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
#Radar
en una economía circular

En América Latina estamos colaborando con la CAF y varios países en la implementación de una iniciativa titulada ‘Tratamiento de Aguas Residuales: De Residuo a Recurso’ con el objetivo de incentivar este cambio de paradigma [1]. Como parte de este esfuerzo, se organizó un evento en el Foro Mundial del Agua para discutir con varios gobiernos y el sector privado los desafíos y oportunidades para promover este cambio de paradigma. Debemos pasar de pensar de las aguas residuales como un problema a una solución que contribuye a la provisión de servicios sostenibles de infraestructura, mejora la sostenibilidad financiera de los operadores y la calidad ambiental, y fortalece la resiliencia de los sistemas. Se debe pasar de una visión de ‘plantas de tratamiento de aguas residuales’ a una de ‘instalaciones de recuperación de recursos’. La recuperación de recursos de aguas residuales ya se implementa en varios países del mundo, pero de una manera ad-hoc.
Ahora la pregunta del millón: ¿que requerimos para internalizar este cambio de paradigma en nuestra región? Algunas sugerencias surgidas que van surgiendo de nuestro trabajo:
- 
Legislación adecuada. Se pueden establecer estándares 
mínimos para la calidad de los efluentes en un país, como es el caso hoy
 en día en la mayor parte de la región. Sin embargo, tal legislación 
debe ser evaluada considerando los costos de su implementación. El 
establecimiento de estándares estrictos de efluentes adoptados de los 
países desarrollados tiene un impacto negativo en el medio ambiente al 
obligar a los países a gastar demasiado en un número limitado de 
plantas, dejando sin tratar otras fuentes de contaminación. La 
legislación debe ser formulada en función de los objetivos deseadas en 
los cuerpos receptores. Asimismo, la implementación de estos límites 
debe ser gradual en el tiempo para poder asegurar un cumplimiento con 
costos permisibles. Y contar con una legislación adecuada sin 
instituciones que aseguren su aplicación y con sanciones claras y 
aplicadas es claramente un ejercicio en vano.
 - 
Regulación, políticas e incentivos inter sectoriales. Estos instrumentos
 deben ajustarse, alinearse, desarrollarse e implementarse en 
coordinación con otros sectores ya que puede haber regulaciones 
existentes en otros sectores (ej. Agricultura, salud) que no permitan la
 reutilización del agua o el uso de bio sólidos como fertilizante. Los 
ingresos provenientes de la generación de bioenergía pueden no ser 
posibles si el sector eléctrico o el regulador no tienen ningún 
incentivo para fomentar el uso, la compra y / o el transporte de la 
electricidad generada del biogás. El nexo agua-energía-alimento debe ser
 estudiado y entendido a nivel de cuenca. Solo tal entendimiento 
proporcionará adecuadamente el refuerzo positivo necesario para las 
políticas combinadas y las acciones regulatorias
 - 
Iniciativas desarrolladas como parte de un marco de planificación de cuencas.
 La planificación de cuenca permite la integración de los beneficios y 
los impactos de las intervenciones propuestas en múltiples sectores, 
incorporando también los riesgos climáticos y las consideraciones 
socioambientales. Las metodologías de planificación de cuencas recientes
 incluyen mecanismos participativos que fomentan una reducción de los 
conflictos entre varios usuarios. Los proyectos desarrollados utilizando
 este enfoque promueven la optimización de los recursos y la eficiencia y
 maximizan el bienestar económico y social sin comprometer la 
sostenibilidad de los ecosistemas. Como tal, se debe dar una mayor 
prioridad a los proyectos con un enfoque integral a nivel de cuenca.
 - 
Las plantas de tratamiento deben evaluarse bajo
 un análisis de ciclo de vida completo incluyendo los aspectos 
financieros, ambientales (incluido climáticos) y sociales. Las 
fuentes de financiamiento para O&M deben ser consideradas y 
garantizadas antes de iniciar nuevas plantas, expansiones y/o 
rehabilitaciones. Si el financiamiento para O&M es insuficiente, las
 tecnologías de menor costo deben ser evaluadas y posiblemente 
incorporadas, al menos en una etapa inicial en el programa de 
inversiones. La contribución de la planta al medioambiente debe verse no
 solo como una mejora de la calidad del agua en el cuerpo receptor, sino
 también como un beneficio asociado con la reutilización del agua (ej., 
sustitución de fuentes alternativas), generación de energía del biogás 
(ej., mitigación y adaptación al cambio climático) y el uso de bio 
sólidos como fertilizantes (ej., sustitución de fertilizantes 
sintéticos). Además, las implicaciones sociales positivas de la 
instalación se deben considerar para todo el ciclo (ej., trabajos 
generados por la construcción y O&M de la planta; aumento en el 
valor de las propiedades por mejora de la calidad del cuerpo receptor; 
una fuente de agua alternativa adecuada para los agricultores; 
fertilizantes de bajo costo cuando se implementa un programa de bio 
sólidos; mejora de la salud de la población). Las tarifas pueden 
entonces aprobarse y justificarse en base a dicho análisis del ciclo de 
vida. Los costos de O&M pueden cubrirse a través de esas tarifas y 
de los ingresos adicionales de la venta de estos recursos recuperados.
Tenemos mucho más que compartir en próximos blogs así que pronto regresamos profundizando en varios aspectos de nuestra iniciativa. 

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