Todos pendientes de lo ocurra allí.
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La OPEP ve ‘nuevo optimismo’ en los precios al alza del petróleo
VIENA,
 Austria — Los funcionarios de algunas de las mayores empresas 
productoras de petróleo del mundo llegan a esta ciudad y tienen mucho 
por lo cual estar alegres.
Los
 precios del petróleo han aumentado inesperadamente rápido, al 
incrementarse 20 por ciento desde principios de septiembre, lo cual 
generó dinero muy necesitado para los apretados presupuestos de los 
catorce miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo 
(OPEP).
Lo
 cual deja a los miembros de la OPEP con un dilema: ¿extender o no de 
nuevo los recortes de la producción petrolera que fueron anunciados hace un año? Lo que a los analistas les había parecido una conclusión inevitable ahora parece ser más complicada.
El
 grupo de exportadores de petróleo, junto a otros que no son miembros 
como Rusia, acordaron los recortes para disminuir el exceso de oferta en
 el mercado e impulsar los precios. Hasta cierto grado, eso parece haber
 funcionado. El crudo Brent, la principal referencia internacional, se 
cotiza en alrededor de 64 dólares por barril, aun después de un ligero 
descenso esta semana. Algunos analistas prevén que el próximo año 
alcanzará los 70 dólares.
Aunque
 esas cifras están muy por debajo de los más de 100 dólares en los que 
se vendía en 2014, son más del doble del precio de principios del año 
pasado. En el discurso de bienvenida a los delegados el lunes, el 
secretario general de la OPEP, Mohamed Barkindo, se refirió a “un nuevo 
optimismo en el mercado del petróleo que no se había visto en un largo 
tiempo”.
De
 acuerdo con las cifras de la OPEP, la organización ha dejado de 
producir alrededor de 700.000 barriles al día desde hace un año. Rusia 
ha frenado la producción de 300.000 barriles. Ese recorte significa a 
poco más del uno por ciento del suministro global.
Una
 mayor influencia ha sido una economía global fortalecida que impulsa la
 demanda de petróleo. Los economistas han aumentado sus pronósticos de 
crecimiento global y eso ha afectado a la demanda, que se ha elevado en 
casi cinco millones de barriles al día desde 2014. Eso es superior a la 
producción total diaria de Irak, el segundo mayor productor de la OPEP.
Ambos
 factores han contribuido recientemente a disminuir un poco los 
considerables inventarios de crudo que se habían acumulado en las zonas 
de tanques —extensos sitios donde enormes depósitos almacenan el 
suministro excedente de petróleo— alrededor del mundo.
Otros eventos también han influido: el huracán Harvey,
 que inundó las instalaciones petroleras de la costa del golfo en 
Estados Unidos en agosto, causó graves problemas y mostró la disminución
 de las reservas.
“Todos
 esos factores son los fundamentos de un precio más alto”, dijo Sadad I.
 al Husseini, un exvicepresidente ejecutivo de Aramco, la petrolera 
estatal de Arabia Saudita y quien ahora dirige una firma de consultoría.
Los acontecimientos políticos en Arabia Saudita y otros de los mayores productores de petróleo como Venezuela también afectan al mercado.
 
En Riad, dos campañas por separado lideradas por el príncipe heredero Mohamed bin Salmán
 generan cuestionamientos. Por un lado, un combate a la corrupción 
encabezado por el príncipe ha arrastrado a por lo menos once miembros de
 la familia real. Aunque el esfuerzo no ha afectado el flujo del 
petróleo saudita, se ha sumado a la incertidumbre que enfrentan los 
negocios que buscan operar en el reino.
Por
 el otro lado, Arabia Saudita también impulsa la venta de acciones de 
Aramco, programada para el próximo año. Un regreso a precios bajos 
podría poner en riesgo la oferta pública, encabezada por el príncipe 
heredero, al dar a Riad un gran poder para asegurarse de que los 
recortes de la producción petrolera se mantengan.
“No
 estoy diciendo que Mohamed bin Salmán va a fracasar o ser derrocado o 
lo que sea”, dijo F. Gregory Gause, un especialista saudita y director 
de Asuntos Internacionales en la Escuela Bush de Gobierno y Servicio 
Público en la Universidad A&M de Texas. “Pero lo que siempre pensé 
que era un sistema muy estable se embarca ahora en cambios en numerosos 
frentes al mismo tiempo”.
La
 convulsión política en Venezuela, uno de los miembros líder de la OPEP,
 también ha encendido los focos rojos sobre una repentina caída en su 
suministro de petróleo. Durante el año pasado, su producción disminuyó 
en 500.000 barriles al día, equivalente al 20 por ciento de su 
producción. Se espera que ese declive se profundice pues el gobierno 
está retrasado en los pagos de su deuda y no puede pagar a las empresas 
de servicios que son cruciales para el sector energético.
La
 producción y las exportaciones han caído en Irak debido a las tensiones
 en la parte norte del país entre fuerzas iraquíes y kurdas.
Mientras
 que estos hechos han contribuido a elevar los precios, desarrollos 
potenciales podrían hacerlos disminuir de nuevo, desde el impacto de los
 productores de petróleo de esquisto en Estados Unidos hasta un colapso 
en el acuerdo de recortes a la producción.
En
 particular, las compañías estadunidenses de petróleo de esquisto son 
vistas en el mercado como productores volubles, al ser capaces de elevar
 la producción para cumplir con la creciente demanda y aprovecharse de 
los precios al alza. Estos operadores, desde compañías pequeñas hasta 
colosos como Chevron y ConocoPhillips, han optimizado sus operaciones y 
pueden ganar dinero a precios mucho más bajos que en años previos. Los 
precios actuales podrían llevar a un incremento en la perforación.
Los precios más elevados también podrían afectar un acuerdo entre Arabia Saudita y Rusia para contener la producción.
Rusia
 ha perforado rápidamente en fechas recientes y podría incrementar hasta
 un millón de barriles a su producción diaria durante los próximos cinco
 años. Conforme las sanciones de Occidente —una respuesta a los 
movimientos militares de Rusia en Ucrania y Siria y a su intervención en
 la elección presidencial del año pasado en Estados Unidos— comiencen a 
causar daño, los cálculos de Moscú podrían cambiar.
“Rusia
 es la piedra angular”, dijo Bhushan Bahree, un analista de la OPEP en 
IHS Markit. La cooperación entre los productores miembros y no miembros 
de la OPEP, dijo, “terminaría sin la participación de Rusia”.
Aun
 así, la mayoría de los analistas esperan que la OPEP y Rusia extiendan 
sus recortes a la producción petrolera. Mientras que la OPEP se ha 
movido con frecuencia para frenar las caídas de los precios, es menos 
frecuente que contenga los incrementos a los precios. Los exportadores 
desean generar tantas ganancias como sea posible, particularmente para 
compensar por los recientes años de pocos ingresos.
“No
 creo que muchos de los países de la OPEP consideren los aspectos a 
largo plazo”, dijo Bill Farren-Price, presidente de Petroleum Policy 
Intelligence, una firma de investigación de mercados. “Sobre lo que 
ellos piensan es cómo cumplir con el presupuesto del próximo año”.
“Si podemos tener algunos meses de precios más altos, seguramente eso es positivo”, agregó.
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