Es más, pareciera que estamos cerca del cierre de las
negociaciones.
Eso es lo que esperamos los colombianos, teniendo claro,
eso sí, que aunque festejemos, el proceso continuará…
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
OTRA OPORTUNIDAD
PARA LA PAZ
Amylkar D. Acosta
M[1]
Desde el artero golpe infligido
a las tropas del Ejército en el Departamento del Cauca, emboscadas por uno de
los frentes de las FARC, el país ha venido registrando con estupor e
indignación una seguidilla de atentados contra la infraestructura del país, que han afectado directamente a la población
civil y le han causado un daño
irreparable al medio ambiente. A ese paso las perspectivas de un Acuerdo y
la convalidación del mismo por parte de la sociedad civil se tornaban cada vez
más remotas.
En medio del escalamiento del
conflicto armado y de las tribulaciones propias de esta guerra cruel y cruenta
y cuando la confianza en el proceso de las negociaciones de la Habana ha
llegado a su punto más bajo y se esfuman las esperanzas en que las
negociaciones con las FARC le pongan fin, sorpresivamente se arribó en la Mesa,
mediado por la intervención de los países garantes, a un Acuerdo entre las
partes que le da un nuevo aliento al maltrecho proceso de paz.
Por ello, registramos como un
hecho, además de significativo, positivo las buenas nuevas de las que han sido
portadores el día de ayer el señor Presidente de la República Juan Manuel
Santos y el Coordinador del equipo negociador Humberto de la Calle. Ante la
presión de la opinión pública nacional e internacional, las FARC resolvieron
decretar nuevamente un alto al fuego unilateral,
esta vez por un mes, el cual, según
las últimas noticias, se podrá extender indefinidamente, con el manifiesto
propósito, que quedó consignado en la Declaración conjunta del Gobierno y las
FARC, de recobrar la confianza de los colombianos en el proceso de paz.
Acordaron entre las partes
contendientes “hacer todos los esfuerzos necesarios para llegar sin demoras a la firma de un Acuerdo final”, lo cual es además de
loable indispensable para imprimirle una mayor y mejor dinámica al proceso de
negociación. Además, convinieron en “acordar sin demoras los términos” de lo que será el cese al fuego bilateral, el cual será sujeto a
verificación internacional.
Concomitantemente, se seguirá avanzando, sin prisa pero sin pausa, mediante “un
trabajo técnico, contínuo y simultáneo sobre los puntos centrales de la
agenda”, con el objeto de ir cerrando los acuerdos más pronto que tarde.
De lo que se trata, al fin y al
cabo, es de darle una nueva oportunidad a la tan esquiva paz, valor supremo de
la sociedad colombiana. Como lo dijo nuestro laureado García Márquez, pese a
todos los reveses y desencuentros “nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender
la creación de la utopía contraria” a la guerra y a la destrucción.
Aspiramos, al igual que él, hacer de la paz “una nueva y arrasadora utopía de
la vida, donde nadie pueda decidir por
otros hasta la forma de morir…donde las estirpes condenadas a cien años de
soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra”.
Cómo no!
Bogotá, julio 13 de 2015
www.fnd.org.co
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