Pues, entonces, lean con calma este artículo de nuestros colegas de BBC Mundo, donde retratan la situación.
Son 8 preguntas básicas claves de lo que está ocurriendo y sus consecuencias...
Siempre es bueno saber lo que está pasando a nivel mundial.
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
8 preguntas
básicas para entender lo que pasa en Grecia… y sus consecuencias
Redacción BBC Mundo
El gobierno griego les propuso a sus
acreedores internacionales un plan de recortes que incluya una fuerte subida de
impuestos y recortes de pensiones para asegurar un nuevo rescate financiero de
más de 53.000 millones de euros.
La propuesta, que será sometida a una cumbre
de la Unión Europea el domingo, llega después del rechazo en referendo a la
de la "Troika" conformada por el Fondo Monetario Internacional, el
Banco Central Europeo y la Comisión Europea.
Con 100% de los votos contados, el 61% de
los electores en Grecia votaron por el "No" a los ajustes
exigidos por la Troika.
Pero después de varios días de
conversaciones con sus socios de la eurozona, el gobierno de Alexis Tsipras
ahora parece dispuesto a ceder.
Nada, sin embargo, está definido aún.
Con el futuro de Grecia todavía en la
balanza, BBC Mundo les presenta esta guía entender la crisis griega a
través de ocho preguntas fundamentales.
1. ¿Cuál es la causa de la
crisis griega?
La base de la crisis griega es una deuda
de aproximadamente 320.000 millones de euros (unos US$358.000 millones),
que el país simplemente no está en condiciones de pagar.
La explicación más simple para la misma es
que durante muchos años el país estuvo gastando más dinero del que producía
y financiando ese gasto a través de préstamos.
Grecia ya hacía eso antes de adoptar el
euro. Y la llegada de la moneda común en 2001 no cambió las cosas, como en
teoría debía suceder.
El gasto público, por ejemplo, aumentó un
50% entre 1999 y 2007, mucho más que en otros países de la eurozona.
Y sumado a problemas de corrupción y
evasión fiscal, reconocidos por la propia Grecia, esto terminó provocando un
déficit muy superior al 3% del PIB contemplado en las reglas de moneda común.
Préstamos no declarados a la
eurozona, por su parte, también llevaron a que la
deuda excediera significativamente el 60% acordado como límite por los países
de la eurozona: actualmente se estima en 177% del PIB.
El problema, sin embargo, solo se volvió
urgente cuando la crisis financiera global limitó el acceso griego al
crédito, lo que motivó la intervención de los otros países de la eurozona
temerosos del impacto de una cesación de pagos o default.
Aunque, para muchos economistas, las medidas
de austeridad impuestas como condición para financiar un rescate financiero
terminaron agravando la situación.
2. ¿Qué se ha estado haciendo
para salir de la crisis?
El primer paquete de ayuda financiera
a Grecia fue aprobado por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional
en mayo de 2010.
En ese momento se pusieron a disposición
del gobierno griego 110.000 millones de euros (unos US$120.000 millones) para
que honrara sus compromisos con sus acreedores, en ese momento en su
mayoría bancos privados de la región.
Pronto, sin embargo, se hizo evidente que
ese monto no sería suficiente, por lo que un segundo rescate elevó la cifra
total a 240.000 millones de euros.
Y, en ambos casos, como condición para
facilitar el dinero se identificaron una serie de medidas de austeridad.
Estas han incluido drásticos recortes
del gasto público, mayores impuestos y reformas al sistema de pensiones y el
mercado laboral.
Pero el actual gobierno griego, que llegó
al poder a inicios de año con una plataforma anti-austeridad, estuvo
intentado renegociar algunas de esas condiciones de cara a un nuevo paquete
de rescate financiero.
En su momento esto puso en crisis
las negociaciones, las que llegaron a interrumpirse momentáneamente.
Pero en este momento Grecia parece
dispuesta a aceptar la mayor parte de las condiciones de sus acreedores a
cambio de unos 53.500 millones de euros adicionales y una reestructuración
de su deuda original.
3. ¿Cuál ha sido el impacto de
las medidas anticrisis? ¿Han funcionado?
Para saber si las medidas asociadas al
rescate financiero han funcionado, primero hay que ponerse de acuerdo sobre el
principal objetivo del mismo.
Si lo que se buscaba era proteger el
euro, por ejemplo, entonces parecen estar funcionado. Aunque sólo sea por
el momento.
Efectivamente, los préstamos coordinados
por el FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo han ayudado a reducir
el impacto de la crisis griega sobre la moneda común.
Pero economistas de la talla de Paul
Krugman y Joseph Stiglitz –ganadores del premio Nobel en 2008 y
2001, respectivamente– consideran que las medidas no han hecho nada por
mejorar la situación o las perspectivas de Grecia.
De hecho, se estima que la economía
griega se ha reducido en un 25% desde el inicio de los programas de austeridad,
lo que ha acentuado su dependencia en créditos externos.
Y el impacto de las medidas sobre el pueblo
griego ha sido brutal: su tasa de desempleo del 26% es la más alta de toda
la Unión Europea y entre los jóvenes ya supera el 60%.
Ya son millones los ciudadanos griegos
que están viviendo bajo la línea de pobreza.
Esta situación fue, de hecho, lo que llevó
al poder a Syriza, el partido que mejor supo recoger el descontento
generado por las medidas de austeridad.
Y fueron los intentos del actual gobierno
de izquierda por renegociar las condiciones los que llevaron la crisis a lo
que parece ser –con el perdón de la redundancia– su momento más crítico.
O, al menos, a un momento de definición que
podría tener importantes consecuencias para el futuro de la moneda común.
4. ¿Cuál es la situación
actual?
El escenario más temido al inicio de la
crisis –una cesación de pagos– empezó a hacerse realidad el pasado 30 de
junio por la noche, cuando Grecia no hizo efectivos 1.500 millones de euros
(US$1.780 millones aproximadamente) adeudados al FMI.
Grecia se convirtió así en el primer
país desarrollado en entrar en mora con el FMI. Su impago ha sido el más
grande en la historia del organismo multilateral, aunque técnicamente todavía
no ha sido declarada en default.
Y el mismo martes 30, también se venció
el programa de ayuda financiera, luego de que el gobierno griego no
aceptara la última serie de condiciones de la Troika por considerarla
"humillante".
Aunque ya antes el gobierno de Alexis
Tsipras había anunciado que dejaría la decisión final en manos de la
ciudadanía, para lo que convocó al referendo.
La mayoría de los griegos –un 61% de los
votantes– rechazó más medidas de austeridad.
Pero para evitar una descapitalización
mayor de sus bancos el gobierno tuvo que imponer un "corralito
financiero" que limita los retiros bancarios a un máximo de 60 euros
diarios.
Y con el dinero a punto de acabarse, Grecia
le terminó presentando a sus acreedores un nuevo plan de rescate que
contempla la mayoría de las demandas rechazadas por la población.
Dicho plan pasará este viernes al
parlamento griego para su votación. El sábado será estudiado por los ministros
de Economía de la eurozona y el domingo será sometido a la cumbre de la Unión
Europea.
5. ¿Cuáles son los puntos más
contenciosos?
Originalmente, el gobierno griego
solicitaba más tiempo para implementar la reforma del sistema de pensiones
–una de las principales exigencias de sus acreedores– y pedía mantener
excepciones para el cobro del IVA en sus islas, que son uno de los
principales destinos turísticos del país.
Pero en su contrapropuesta del jueves 9 de
julio, Tsipras terminó aceptando la mayoría de las condiciones de sus
acreedores. Aunque también pide más.
Así las cosas, el principal punto de
contención en estos momentos parece ser la solicitud de reestructuración de
la deuda hecha por Grecia.
Y muchos países también han dado a entender
que no confían en la voluntad política del actual gobierno para
implementar las reformas que demandan Bruselas y Berlín.
De hecho, para muchos las principales
diferencias ya no son tanto técnicas sino políticas.
Antes del referendo algunos acusaban a los
principales líderes de la eurozona de querer botar al gobierno de Tsipras
para evitar que su postura antiausteridad contagie a otros países del bloque.
Y la voluntad para usar a Grecia como
ejemplo para otros parece seguir dominando la negociación.
6. Y entonces, ¿sobre qué
votaron los griegos?
La pregunta sometida a referendo fue
tremendamente específica, redactada en un lenguaje bastante técnico,
no particularmente fácil de comprender.
..
"¿Debe ser aceptado el acuerdo
propuesto, que fue presentado por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo
y el Fondo Monetario Internacional en el Eurogrupo del 25.06.2015 y consiste de
dos partes, las que constituyen su propuesta unificada?", se leía en la
boleta, en la que luego se especificaban los títulos de los documentos en
cuestión.
Y luego se ofrecían dos simples
opciones: Sí o No.
Los puntos centrales de la propuesta ahora
rechazada eran una ampliación de la base del IVA y una reducción drástica del
número de personas que pueden optar a un retiro anticipado.
Y los acreedores también demandaban más
acciones para reducir la evasión fiscal y acabar con la corrupción.
El gobierno griego, por su parte, sostenía
que las demandas específicas de la troika además de poco efectivas eran humillantes
y por lo tanto inaceptables.
Y para ellos la cuestión era mucho más
simple: si los griegos debían seguir padeciendo más medidas de austeridad o
no.
Tsipras advirtió además que en caso de
victoria del "Sí" respetaría la decisión de los griegos pero no se
quedaría para implementar la propuesta del Eurogrupo.
Y la victoria del "No" no impidió
la renuncia del ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, quien dimitió para
facilitar una nueva negociación.
Por su parte, los líderes europeos,
empezando por Merkel, insistían en que la pregunta era otra, aunque
igualmente sencilla.
Afirmaban que lo que los griegos debían
decidir era si querían que su país siguiera siendo parte del euro o no.
7. ¿Es inevitable una salida
del euro con la victoria del "No"?
Las concesiones que Tsipras está dispuesto
a hacer a pesar de su victoria son la mejor prueba de que el gobierno griego
no quiere abandonar la eurozona. Aunque las negociaciones todavía podrían
fracasar.
Y, la verdad es que nadie sabe con
certeza que pasaría en esa situación.
No existe ningún precedente de
retiro de la moneda común y el mismo vicepresidente del Banco Central Europeo,
Vitor Constancio, dijo en abril pasado que no había ninguna ley que ordenara la
expulsión de la eurozona en caso de default.
Y en su momento el gobierno griego insinuó
que podría iniciar procesos legales en caso de que los otros países de
la eurozona intenten expulsarlo del club.
Sin embargo, si no existe voluntad
política para mantener a Grecia en el euro, lo que digan las actuales leyes y
reglamentos de la Unión Europea podría no importar.
Efectivamente, si el Banco Central Europeo
decide detener completamente el crédito hacia Atenas, las autoridades griegas
no tendrían más opción que empezar a imprimir su propia moneda para intentar
mantener su economía funcionando.
Y el "Grexit", como se ha
dado en llamar a la salida de Grecia del euro, sería una realidad.
8. ¿Cuáles serían las
consecuencias de una salida griega del euro?
La UE ha estado trabajando duro para
intentar aislar al euro y la eurozona de los problemas de Grecia y de una
eventual salida de la moneda común.
En el fondo, casi todo depende de la
voluntad política de los líderes europeos.
Pero el mismo FMI advirtió que "los
riesgos y vulnerabilidades aún no han desaparecido" y es difícil
predecir el comportamiento de los mercados si el escenario más temido por todos
se hace realidad.
Una posibilidad es que los compradores de
bonos de las naciones de la eurozona con más problemas empiecen a exigir pagos más altos para compensar los riesgos
de su inversión.
Eso afectaría negativamente a la moneda
europea y aumentaría la inestabilidad en países con un peso mayor en la
economía global.
Y una Grecia insolvente implicaría
importantes pérdidas de dinero para varios países europeos.
Además, también está el riesgo de un contagio
político.
Efectivamente, si la salida del euro se
muestra como una opción viable –e incluso beneficiosa para Grecia– otras
naciones podrían verse tentadas a seguir el ejemplo.
Y eso podría poner en riesgo a la misma
Unión Europea, que ha puesto a la moneda común en el centro de su proyecto
de integración.
La salida del euro podría además forzar la
salida de Grecia de la UE.
Pero, como sucede con muchos de los otros
escenarios, todo dependerá de la voluntad política e imaginación que
muestren los líderes europeos.
Este artículo fue escrito
originalmente el 1ro de julio y modificado por última vez el 10 del mismo mes.
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