jueves, 16 de abril de 2015

La fe, el Grupo Banco Mundial y el fin de la pobreza

Faltarían solamente 15 años para que el Grupo Banco Mundial cumpla su meta: acabar con la pobreza. Tal como lo comentó el presidente del banco, Jim Yong Kim, eso se puede lograr.
Ahora en Washington, están reunidos los líderes de 188 países y la mayoría tiene ese proyecto como prioritario.

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La fe, el Grupo Banco Mundial y el fin de la pobreza

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More than 30 leaders of faith-based organizations expressed support for ending extreme poverty by 2030.
El Grupo Banco Mundial y las organizaciones confesionales tienen algo en común: luchar contra la pobreza. Ahora, están uniendo fuerzas para hacerlo. Más de 30 líderes, que representan a organizaciones budistas, musulmanas, cristianas, judías, del sijismo y de la fe bahaí expresaron formalmente su apoyo al fin de la pobreza en 2030, un objetivo respaldado por los 188 países miembros del Grupo Banco Mundial.
 
Su declaración conjunta “Poner fin a la pobreza extrema: Un imperativo moral y espiritual”, (i) dada a conocer el 9 de abril, pidió poner fin al “escándalo de la pobreza extrema” y en el documento dijeron que usarían su “influencia para instar  y retar a otros a que se nos unan en esta causa apremiante, inspirados por nuestros valores espirituales más profundos”. Añadieron que se comprometerían a garantizar que en “todos los niveles de liderazgo —público y privado, nacional e internacional— se rindan cuentas por los actos realizados”.
“Nada ha sido más estimulante para nosotros durante el año pasado que la reunión de líderes religiosos que han recogido y apoyado esta declaración sobre el imperativo moral, reconociendo que es posible poner fin a la pobreza extrema. Vamos a trabajar ahora para hacerlo”, dijo Ruth Messinger, presidenta del American Jewish Word Service (AJWS, por sus siglas en inglés).
 

El reverendo Nicta Lubaale, secretario general de la Organización de Iglesias Africanas Independientes, añadió que hay recursos suficientes en África y en el mundo para terminar con la pobreza extrema. “Este es el momento para que desmantelemos las bases de la pobreza”, dijo.
Al describir la declaración sobre el imperativo moral como un “documento inspirador”, el presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim, dijo que se trata de un paso importante para alcanzar el objetivo de la pobreza fijado por el Grupo Banco Mundial en 2013.

“[La declaración sobre] el imperativo moral puede ayudar a impulsar el movimiento para terminar la pobreza en 2030 inspirando a grandes comunidades a que actúen ahora y que les pidan a los Gobiernos que hagan lo mismo. Este compromiso de líderes religiosos llega en el momento preciso; sus acciones pueden ayudar a centenares de millones de personas a salir de la pobreza”, señaló Kim, quien junto con varios de los partidarios de la declaración, participará en un evento que se transmitirá en vivo  el 15 de abril, unos pocos días antes de las Reuniones de Primavera del Grupo Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI).


 
Kim reconoció que terminar con la pobreza en 2030 es un objetivo extremadamente ambicioso, pero afirmó que se puede conseguir, especialmente a la luz del notable avance que se ha tenido en la reducción de la pobreza en las últimas dos décadas. 
El número de personas que viven en pobreza extrema —esto es, con menos de US$1,25 al día—, ha bajado a la mitad desde 1990.
Poner fin a la pobreza extrema en los próximos 15 años requerirá dos cosas, dijo Kim: reunir evidencia sobre qué funciona para reducir la pobreza y usar esto para implementar iniciativas cruciales, y “no menos importante, necesitamos construir un movimiento para acabar con la pobreza”. 



Kim añadió: “Creo que algunos de los más importantes líderes en el movimiento para terminar con la pobreza extrema serán las personas de fe, aquellos que están motivados fundamentalmente para ayudar a los más vulnerables”.

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