Pienso
que es una excelente noticia…
Entre
otras vainas… ¿quiénes ganaron ahí?
... Si las
cuentas que se están manejando es que se perdieron $130.000 millones.
¿Valen
la pena estas huelgas?
Esa fue la pregunta que hice hace poco... Pero, uno de nuestros expertos, escribió inmediatamente...
Él tituló su intervención:
HUELGA EN BANDEJA DE PLATA
Así que aquí la tenemos. Vale la pena leerla con cuidado... No hay prisa... es mejor ir enterándose, poco a poco, cómo funcionan las cosas...
RADAR,luisemilioradaconrado
Trabajadores aceptaron la propuesta de Cerrejón
La Huelga de El Cerrejón y la mirada de alguien que conoce el negocio:
HUELGA EN BANDEJA DE PLATA
Resulta paradójico que
la huelga iniciada hace casi un mes por el sindicato de la gran minería de El
Cerrejón convenga bastante a muchos, pero poco o nada a las familias de los
huelguistas.
En primer lugar cabe
recordar que los precios del carbón térmico en el mercado internacional están
en su punto más bajo en varios años y que los tres accionistas de la empresa,
la Australiana BHP Billiton, la Surafricana Anglo American y la Suiza Xtrata
son tres actores principales de ese mercado. En el resto del mundo ellos compiten
ferozmente, pero ante un mercado a la baja es muy probable que quisieran
colaborar disminuyendo la oferta global, un acuerdo clandestino para reducir
producción en sendas operaciones sería difícil de controlar y riesgoso por
violar normas anti oligopólicas; pero hacerlo en El Cerrejón donde los tres son
socios por partes iguales puede ser una bienvenida oportunidad. Y no hay mina
más barata para cerrar temporalmente que una que está en huelga.
En segundo lugar, el
gabinete de Santos tiene más economistas que ningún gobierno anterior. Un viejo
cuento del gremio dice que cualquier economista nombrado ministro es un
monetarista. La afluencia de dólares fortalece el peso y estimula la llamada enfermedad holandesa. Cafeteros,
floricultores e industriales están sufriendo por eso y pidiendo a gritos y
marchas devaluación y subsidios. Un alivio en la revaluación del peso es
también para ellos una buena noticia.
El paro saca del mercado
mensualmente 3 millones de toneladas y en consecuencia más de doscientos
millones de dólares en el mismo lapso. No resulta casual que, luego del cese, el
dólar haya llegado a su punto más alto en muchos meses.
Bienvenida entonces también
la huelga por parte de casi todo el resto de los gremios productivos del país y,
calladamente, por algunos ministros.
En tercer lugar, la
revolución del shale gas, o gas de
esquisto, en Estados Unidos, ha desplazado grandes volúmenes de carbón y ha
forzado a los productores de éste a buscar mercados externos. Valga mencionar
que Colombia no es un gran productor de carbón, pero, dado que exporta el
noventa por ciento de su producción, logra ser un exportador importante.
Lo contrario sucede con
Estados Unidos, siendo un gran productor, con solo exportar excedentes del diez
por ciento de su producción, igualaría las ochenta millones de toneladas que
Colombia exporta.
Mientras Colombia mantenía su presencia en los mercados,
quitarle clientes era una lucha cuerpo a cuerpo, pero ante el vacío dejado por
el cese de actividades, los productores estadounidenses hicieron su Agosto en
Febrero y continuarán haciéndolo en Marzo, dada la bajísima probabilidad de que
la empresa incremente sus propuestas, como pretende el sindicato.
Pero ¿por qué es previsible que la empresa no ceda?
Ante todo porque la única alternativa que la empresa tiene para probar que antes
de la huelga ofrece todo lo que responsablemente puede, es no incrementar su
oferta después de la hora cero. Hacerlo sería premiar la opción de la huelga y auto
condenarse a ella en todas las negociaciones futuras. Hace veinte años,
diecisiete días después de iniciada la huelga, se firmó la convención con la
misma oferta final.
Y además porque los
salarios de millones de pesos, que ganan todos, los préstamos de vivienda y
educación, los aportes adicionales al ahorro individual, el aire acondicionado
en todos los vehículos y equipos, etc. los hacen unos privilegiados en el
mercado laboral colombiano.
Todo lo anterior indica que la huelga le sirve en
bandeja de plata las cabezas de los ingresos de las familias trabajadoras, de
los contratistas y de los entes territoriales locales, a los accionistas de la
empresa, a los demás gremios de la producción del país, a algunos importantes
miembros del gobierno y a la competencia extranjera.
Lógica incomprensible, del
mundo de Sobuso, a menos que Sobuso esté enviando órdenes con una lógica propia
desde La Habana.
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