lunes, 8 de octubre de 2012

Tributación y parafiscales: la fiebre en las sábanas




Claro lo de Jairo Parada, en torno a la Reforma Tributaria. El profesor dice que es una mini... una reformita tributaria. 
Le ve cosas buenas, pero le preocupa la suerte del Sena y el ICBF...
A mi me preocupa una cosa: ¿qué va a pasar con las Cajas de compensación?
Leamos al doctor Jairo Parada.
RADAR,luisemilioradaconrado
 
Tributación y parafiscales: la fiebre en las sábanas
Por Jairo Parada

Después del fracaso de la Reforma a la Justicia, sector que se ha desprestigiado con el cruce de favores entre la Procuraduría y las altas cortes, el gobierno parece haber cogido ánimo para presentar la reforma tributaria, la cual ya no sería la “gran reforma” sino la reformita, puntual, poco a poco, según el gobierno “neutral”, pues no busca aumentar recaudos.

Sin embargo, cuando se entra a examinar el proyecto de ley, se encuentra que son 122 páginas que deben leerse con mucho cuidado y discutirse profundamente por parte de los parlamentarios, para no repetir lo de Simón Gaviria con la reforma a la justicia.
 
 
La reforma tiene algunas cosas positivas, como reducir el impuesto sobre la renta a las empresas al 27%, del oneroso 33% actual, lo cual las obliga, como se sabe a jugar con varias contabilidades: la real, la que se lleva a los bancos y la que se le presenta a la Dian.

Es sano también reducir el impuesto de ganancias ocasionales al 10% para acabar con la mentira en la cual incurren los colombianos al correr escrituras, así como el oneroso impuesto de herencia que ha obligado a las familias a crear SAS por todos lados, para poder dejarles los bienes a los hijos. La idea de simplificar las tarifas de IVA es sana también, pues la dispersión de tarifas se presta a la evasión.

 
El caramelo de la reforma es que se va a generar un millón de empleos, gracias a la reducción de los parafiscales. Es un viejo sueño de los economistas ortodoxos de Colombia: su única fórmula para acabar la informalidad laboral (60%) es bajar los parafiscales. En efecto, como se enseña en la clase de Introducción a la Economía, si se abarata el costo de la fuerza laboral, se abarata el empleo y los empresarios contratan más trabajadores.

Lamentablemente el mercado laboral no es un mercado de productos competitivos: es segmentado, complejo, con factores estructurales que lo fraccionan. Además, los salarios son un componente agregado de la demanda agregada. Abaratar salarios debilita el consumo doméstico, fuerza clave en la economía.

 
El proyecto pone en peligro entidades tan claves para los colombianos como el ICBF y el Sena, pues de un recaudo cierto que tienen hoy, a pesar de la evasión, pasan a depender de un impuesto sobre las utilidades de las empresas, que dependen del ejercicio anual y de la capacidad de fiscalización de la Dian, la cual es débil sobre estos agentes económicos.

Muchos centros de estudio sobre el empleo en Colombia han señalado que el efecto se reduciría a unos 200,000 empleos por una sola vez. Los colombianos ya conocen los resultados de las reformas laborales previas que han eliminado festivos y recargos nocturnos, los cuales fueron embolsillados por los empresarios sin mayor efecto sobre el empleo. Es que el empleo depende de las ventas de las empresas, no de los parafiscales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario