EL TLC EN VAINA
Amylkar D. Acosta M
Tras la cita del Presidente Santos con su homólogo de los EEUU Barack Obama el pasado 7 de abril todo era euforia en la cúpula del gobierno y entre los gremios empresariales que han venido haciendo fuerza por la esquiva ratificación del TLC suscrito con los EEUU hace ya casi 5 años por parte del Congreso estadounidense. Sus voceros lucían todos exultantes, pues, por fin se iba a destrabar su trámite, dada la expresa voluntad de republicanos y demócratas de votarlo favorablemente una vez fuera presentado a su consideración por parte de la administración. Se sostuvo por parte de algunos medios que "ahora sí habrá TLC. Por fin y al cabo de años de espera, todo indica que el nudo gordiano del TLC entre Colombia y EEUU ha quedado desenredado...Todo está cocinado para que el acuerdo empiece la recta final de la que ha sido una dura ruta" .
Los presidentes habían quedado en hacer cada quien su trabajo, quedando en primera instancia el balón en manos del Presidente Santos, quien regresó al país con un cartapacio debajo del brazo con los pendientes a realizar como paso previo para que Obama se dispusiera a enviar el TLC ya suscrito para su ratificación al Congreso. Era claro, como ya lo habíamos advertido, que el listado de tareas que debe acometer el gobierno colombiano antes de que Obama se resolviera a presentar a consideración del Congreso dicha ratificación, son las mismas “acciones significativas adicionales” de las que ya había hablado Kirk anteriormente, no se había avanzado un ápice desde la posición en la que se ha atrincherado desde hacía rato el Presidente Obama . Del Plan de Acción del cual se ha venido hablando hacen parte reformas al Código laboral y al Código Penal, amén de medidas administrativas tendientes a brindarles efectiva protección a los trabajadores en sus derechos y en sus vidas.
EL TLC EN VEREMOS
El Presidente Santos manifestó a los medios en víspera de su cita con el presidente Obama que él iba “a ver si definitivamente podemos acordar una fecha para que este tratado sea presentado al Congreso” ; pero no lo logró, todo se limitó a acordar el cronograma de la agenda a cumplir por parte de Colombia, dejando Obama abierta la suya. Pues bien, cuando el Gobierno colombiano creyó haber cumplido con su parte, nuevamente se vuelve a empantanar el trámite de ratificación del TLC, esta vez por cuenta de la desavenencia entre republicanos y demócratas. En efecto, la administración Obama hizo saber a través de su Representante Comercial Ron Kirk que "no presentaremos los (tres tratados comerciales) sin un acuerdo sobre una robusta expansión del programa de Asistencia por Ajustes Comerciales (TAA por sus signas en ingles)” . Reiteró Kirk que "ese paso no se dará hasta que no tengamos progresos en la TAA" .
¿La razón? Como lo afirmó el propio Kirk, “nuestro compromiso con los trabajadores es tan importante como conseguir que avancen los TLC” , lo cual es entendible dada la gran ligazón existente entre el Partido Demócrata y los sindicatos estadounidenses, con los cuales mantienen una sólida alianza y no hay que perder de vista que Obama ya inició su campaña para seguir de inquilino en la Casa Blanca.
Esta es otra pata que le sale al cojo, pues el TAA es clave para el partido de gobierno, máxime en vísperas de unos comicios en los que además de elegir el Presidente de los EEUU se renueva una tercera parte del Senado y se elige una nueva Cámara. Por ello, no es de extrañar que 162 representantes y 41 de los 51 senadores del Partido Demócrata le enviaron sendas cartas al Presidente Obama expresándoles su respaldo a la decisión tomada por este de no enviar los tratados al Congreso hasta tanto no haya un acuerdo al respecto, al tiempo que le solicitan extender el TAA por cinco años más, sobre la base ampliada del mismo aprobado en 2009.
Por su parte el Presidente del Comité de Finanzas del Senado, el demócrata Max Baucus, fue enfático al referirse a los TLC y al TAA en el sentido que “deben moverse juntos como un paquete (…). De otra forma, nada pasará. Es todo o nada” .
En cuanto a los republicanos, aunque los “oficialistas” de ese partido estarían inclinados a negociar un acuerdo en torno al TAA, hay un sector radical e intransigente, los miembros del “Tea Party”, que se opone a ello y con ellos hay que contar ya que poseen más de 60 votos en la Cámara, imprescindibles para alcanzar los 218 votos necesarios para la aprobación de los tratados. Ellos consideran al TAA como “la antítesis de su plataforma electoral, que es reducir el tamaño del Gobierno y el déficit fiscal” .
Muchos republicanos, sobre todo el hoy Presidente de la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de representantes, el Representante Dave Camp, respaldaron la extensión y expansión del TAA, que data desde hace casi 50 años, en 2009 para incluir a los trabajadores del sector servicios como parte del paquete de estímulos contracíclico que por valor de US $787.000 millones aprobó el Congreso estadounidense para enfrentar la Gran crisis que se desató en 2008. Es de anotar que el año anterior más de 282.000 trabajadores en los EEUU se beneficiaron con el TAA. Pero, ahora hasta ellos titubean por considerar dicha expansión como un "nuevo gasto" , toda vez que la apuesta del partido Republicano de cara a estas próximas elecciones es el freno al gasto público. Como lo afirma el Senador Orrin Hatch, vocero de los republicanos en la Comisión de Finanzas, “no tiene sentido en el actual ambiente de estrechez presupuestaria ligar a los pactos comerciales una expansión del TAA” . Recordemos que este fue el mismo obstáculo con el que tropezó Bush cuando intentó a la brava la ratificación del TLC con Colombia y la Pelosi, entonces Presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, se le paró en la raya y le dijo en forma tajante que “mientras no exista una Ley de Ajuste Comercial robusta” no veía “ninguna posibilidad para el TLC con Colombia” . Y no hubo ratificación (¡!) ; tres años después ¡estamos en el mismo punto!
LOBBY EN VANO
Así las cosas, de poco o nada sirve el llamado que le hicieran al Presidente Obama y a los congresistas 25 de los 50 gobernadores de los EEUU, urgiéndoles la ratificación de los tratados con Corea del Sur, Panamá y Colombia, hasta tanto demócratas y republicanos no lleguen a un entendimiento satisfactorio para la administración Obama en torno a la propuesta de un programa de TAA ampliado, como lo están demandando los sindicatos. De modo que los US $250.000 dólares que se ha gastado Proexport en lo corrido del año haciendo lobby para ganar adeptos en los EEUU a la ratificación del TLC, que se vienen a sumar a los ingentes recursos gastados en vano por la administración Uribe con el mismo fin , tampoco surtirán efecto alguno en tales circunstancias.
Lo más complicado de todo este embrollo es que el proceso de ratificación del TLC con los EEUU se encuentra atascado, en un punto muerto, ni para adelante ni para atrás, situación que puede sintetizarse de la siguiente manera: los republicanos dicen que no aprueban el ATPDEA hasta tanto Obama no presente al Congreso los TLC de Corea del Sur, Panamá y Colombia y Obama dice que no los presentará hasta tanto no haya un acuerdo para la aprobación del TAA, el cual había quedado en lista de espera en las sesiones del Congreso en febrero junto con el ATPDEA. Así las cosas, Colombia está en el peor de los mundos, entre palos, no obtiene la ratificación del TLC y el APTDEA, a pesar del consenso entre demócratas y republicanos en torno de la extensión de sus beneficios, tampoco se aprueba y mientras tanto los exportadores colombianos siguen pasando el Niágara en bicicleta.
Se había dicho que hacia el 15 de junio de este año ya se habría presentado al Congreso para su ratificación los TLC, ahora estos están en ascuas y como lo afirmó Kirk encogiéndose de hombros “el calendario de aprobación de todo ese paquete de medidas va a ser determinado por el Congreso”. Es decir, que la bancada del Partido Republicano con sus mayorías, sobre todo en la Cámara, tiene la última palabra al respecto. Bien se ha dicho que en la boca del horno se ahuma el pan y esto está pasando con la ratificación del TLC, cuando se daba por un hecho ahora está en veremos. Se agüó la fiesta!
Bogotá, mayo 28 de 2011
www.amylkaracosta.net
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