martes, 18 de enero de 2011

Dedo en la llaga, por Álvaro Suescún



Acompaño a Álvaro Suescún en su preocupación por lo que está ocurriendo con el manejo del carbón, no solo en torno a la empresa Drummond, como lo señaló Heriberto Fiorillo en su columna en El Tiempo del domingo, sino en todo lo que está sucediendo con nuestro medio ambiente y el papel de las empresas que no les interesa más nada que ganarse unos miles de dólares, sin pensar en el futuro de las nuevas generaciones.
Estos señores negociantes, me imagino que son bien inteligentes, pero parece que no están previendo lo que sucederá si NO cuidamos nuestra tierra.

Leamos a Álvaro.

LuisEmilioRadaC
Pd:

periodistasdelcaribe] otra vez el carbón en el ojo
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06:49 p.m.

Para periodistasdelcaribe@yahoogroups.com

El dedo en la llaga, pareciera ser el título que mejor le queda a esta reflexión que publica H. Fiorillo en El Tiempo.com,  de ayer domingo 16 de enero y que se agrega a las preocupaciones que expusimos algunos en referencia a la entrega con ventajas que se hace de nuestros recursos minerales.
Muchas nuevas circunstancias están por analizar, y otras que apenas comenzamos a conocer, el caso es que el asunto es como para poner una lupa y mirar con mucho detenimiento.
No es un caso de poca monta, en tanto la explotación sin control de los recursos naturales renovables y no renovables, ponen en peligro -¿alguien lo duda todavía?- las posibilidades de vida sobre el planeta.
Ya aquí habíamos expresado nuestras preocupaciones por  la cascada de exenciones tributarias  de las que gozan las empresas que obtienen con grandes beneficios  el derecho de explotación de nuestros recursos minerales, a las que se agregaban la devolución del IVA y, en muchos casos, la disminución en el impuesto a la renta con argumentos diversos.
Heriberto Fiorillo argumenta que además se los exime del pago del impuesto de industria y comercio y, como si fuera poco, del impuesto predial (en el caso específico de la Drumond) sobre casi 20.000 hectáreas, a cambio de un 10 por ciento de regalías a boca de mina para nuestro país.
Regalías que son liquidadas con acomodo a sus bolsillos, como lo comprobaría una multa por 48 millones de dólares, a la empresa mencionada, pagada hace un par de años.
Se requiere, con carácter de urgencia, un inventario de pasivos ambientales mineros, dadas las condiciones de riesgo que existen –especialmente en la Región Caribe Colombiana-, para desarrollar actividades de alta ingeniería que atenúen los altos niveles de contaminación del aire, el agua, el suelo y el subsuelo, la flora y la fauna; y, naturalmente, el impacto negativo en la calidad de vida de las comunidades y poblaciones cercanas a los focos contaminantes.
Esta es una nueva invitación a abordar este delicado asunto.
Cordial saludo de año nuevo, para todos.
Álvaro Suescún T.

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