viernes, 1 de octubre de 2010

Acabó el susto del presidente Correa de Ecuador, tras superar la crisis de ayer




Acabó el susto del presidente Correa, tras superar la crisis de ayer.
Los colegas de Reuters enviaron este reporte a nivel mundial y lo registramos en el RADAR.
LuisEmilioRadaC
Pd:



Ecuador trata de superar la crisis tras sublevación de policías

Reuters

Quito.  Ecuador se recupera de la crisis desatada por una sublevación de policías que agredieron al presidente Rafael Correa y lo mantuvieron confinado en un hospital por horas el jueves, hasta que militares lo rescataron.

Correa salió triunfante de la situación en la noche del jueves, pero todavía enfrenta una lucha política para impulsar las medidas de austeridad que despertaron el descontento de los policías sublevados.

La protesta buscaba frenar un plan del Gobierno que le quitaba beneficios económicos como los bonos a las fuerzas de seguridad, pero todo se salió de control, según analistas. Correa asegura que fue una excusa para dar un golpe de Estado.

Mientras los negocios levantaban sus persianas en la capital, militares vigilaban el Palacio de Gobierno y se veía poca gente en las calles, según testigos.

Después de la jornada de caos, el comandante de la policía, Freddy Martínez, anunció su renuncia por no haber podido controlar a su fuerza.

"Un comandante irrespetado, un comandante maltratado, agredido por sus subalternos, no puede quedarse al frente de ellos", dijo el jefe policial.

Pero antes de despedirse, pidió al mandatario que revise la ley que detonó la protesta y hundió al país en una jornada de caos que mantuvo en vilo a toda la región.

Correa dijo que no habría perdón para los involucrados en la revuelta, que comenzó cuando policías tomaron el mayor cuartel de la capital en protesta por la ley de austeridad.

El presidente fue al cuartel el jueves para tratar de calmar los ánimos, pero fue abucheado, empujado y golpeado en medio de una lluvia de gases lacrimógenos.

Por eso fue llevado al hospital contiguo, donde fue rodeado por los policías y encerrado hasta que fue sacado por militares en silla de ruedas y con una máscara antigases, tras un tiroteo televisado en vivo que fue corolario de un día de furia.

Los choques, que incluyeron ataques a simpatizantes de Correa, dejaron dos policías muertos y 88 personas heridas, en su mayoría civiles, según la Cruz Roja. El Gobierno asegura que solamente falleció un policía.

"Hacemos un llamado a la defensa de democracia, a la defensa de la unidad nacional, a la defensa de nuestro Ecuador", sostuvo la oficina de la Presidencia en un mensaje televisivo transmitido en cadena nacional.

Líderes políticos de América y Europa respaldaron a Correa, mientras que la Organización de Estados Americanos (OEA) emitió una resolución formal de apoyo y su secretario general, José Miguel Insulza, viajó a Ecuador para brindar su solidaridad personalmente al mandatario.

Los cancilleres sudamericanos también viajaban a Quito para apoyar al Gobierno, después de una reunión especial en Buenos Aires de los presidentes de Argentina, Chile, Colombia, Bolivia, Perú, Uruguay y Venezuela para apoyar a Correa.

Y los vecinos Perú y Colombia reabrieron sus fronteras con Ecuador, tras haberlas cerrado el jueves por seguridad.


Controvertida ley
Analistas apuestan a que Correa recuperará totalmente el control del atribulado país, pero creen que deberá pagar costos políticos y que tendrá que ceder más control en la Asamblea.

La sublevación policial ocurrió cuando Correa estudiaba disolver la Asamblea Nacional, de mayoría oficialista, enfurecido porque los legisladores de su propia fuerza se negaron a apoyar la ley de austeridad para reducir del tamaño del aparato público.

La disolución de la Asamblea permitiría a Correa gobernar por decreto hasta que se convoquen a elecciones generales, según la Constitución aprobada hace dos años. Su decisión tendría que ser avalada por la Corte Constitucional.

Ante la agitación, los legisladores suspendieron una sesión el jueves en la que buscaban discutir nuevamente la ley que elimina los beneficios para policías y militares y que encendió la protesta y que ya tiene una aprobación inicial.

No quedaba claro cuándo podrían volver a tocar el controvertido tema, pero la Asamblea tiene plazo hasta el domingo para estudiarla y modificarla antes de que entre en vigencia el lunes y pueda de nuevo avivar el descontento.

"No he convocado porque no hay condiciones aptas para llamar a una sesión", dijo el viernes la vicepresidenta de la Asamblea, Irina Cabezas.

Ecuador, un país en donde fueron depuestos tres presidentes en los últimos 13 años, depende de su riqueza petrolera. Aunque sus operaciones de crudo no fueron afectadas por la crisis, la incertidumbre ayudó a disparar el jueves los precios del crudo a un máximo de siete semanas en el mercado de Estados Unidos.

Apoyo unánime
Líderes sudamericanos y de otras partes del mundo dieron su apoyo a Correa, mientras que la Organización de Estados Americanos (OEA) celebró una reunión extraordinaria en la que emitió una resolución de apoyo a Correa.

Y los presidentes de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) llegaron a Buenos Aires para reunirse.
"Tenemos que tratar de que este golpe de Estado no se consume y de la mejor manera posible actuando muy rápidamente y de manera unánime", dijo el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza después de la reunión del organismo.

En Washington, la representante de Estados Unidos en la OEA indicó que su país observa con atención lo que sucede en Ecuador y manifestó su apoyo al Gobierno democrático.

Los legisladores oficialistas suspendieron una sesión prevista para el jueves por la tarde que buscaba volver a
discutir la ley que encendió la mecha de las protestas.


Colombia reabre la frontera
El país reabrió la frontera con Ecuador, que fue cerrada el jueves en la tarde como respaldo al presidente Rafael Correa que enfrentó una crisis institucional por una violenta protesta de la policía.

"Sí, ya se reabrió, ya está funcionando de manera normal", dijo la canciller colombiana, María Angela Holguín desde Buenos Aires, en donde asistió a una reunión extraordinaria de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).

El cierre de la frontera fue ordenado por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, después de acordarlo conjuntamente con el mandatario de Perú, Alan García.

Colombia y Ecuador comparten una frontera terrestre de 586 kilómetros. 

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