martes, 10 de noviembre de 2009

¿Habrá guerra entre Colombia y Venezuela?

Yo escribí algo suave esta semana, donde dije: ¿Confrontación bélica con Venezuela? Yo no creo.

Y lo escribí, porque yo soy un tipo de diálogo. El conflicto es letal para el desarrollo de los pueblos, aunque sabemos que muchos hombres venden y negocian la guerra y no les importa un carajo, si sus propias hermanos, hijos y padres caen en la confrontación.
Esa es su filofía de vida y consideran que el dinero es más importante que lo demás.

No puedo estar de acuerdo con ellos, pero, nada podré hacer.
¿Qué se podría hacer?, le pregunto a los sicólogos y siquiatras.

Apenas escribí, apareció un amigo estudioso y muy cuidadoso, que me dijo: "No estoy de acuerdo contigo".

Dijo algo así, como esto:

"Luis Emilio, que pena contigo llevarte la contraria en este punto en el que escribes más con el corazón que con el análisis del coronel Chávez.
Es probable que la primera lectura que se hace de Chávez en esta coyuntura es la de una pose destinada a desviar la atención de los graves problemas que su gobierno afronta al interior de Venezuela.
Pero un somero analisis de la historia de Chavez nos indica que se trata de un individuo que siempre trata de huir hacia adelante.

La crisis que afronta Venezuela es grave y lo peor es que es profunda. Grave en el sentido de que la generación eléctrica no es suficiente para atender la demanda, por una caida en las inversiones para expandir las operaciones de generación. Además, de un envejecimiento de las redes de distribución que hizo que un pais que en los 70s le vendia electricidad a Colombia, en la actualidad importa electricidad de ese vecino a quien trata de una manera innoble.

Junto a eso te hallas el problema generado por la crisis en los servicios de salud pública y atención hospitalaria. En los hospitales venezolanos los parientes de los pacientes deben llevar los insumos para que sus familiares puedan ser atendidos. Los médicos venezolanos se han ido del pais y a los venezolanos los atienden con médicos cubanos, segun las cuentas de algunas personas estos médicos ni a enfermeros llegan.

Una prueba de ello es el hecho de que muchos latinoamericanos, bolivianos, peruanos y ecuatorianos intervenidos en la "operacion milagro" el milagro que recibieron fue que quedaron ciegos.

Pero hay algo máas grave para Chávez y es que la aceptación de su gobierno va en caída y él sabe que eso seria la muerte del proyecto bolivariano en su pais. De alli que Chávez tenga tanto interés en vincular a los gobernadores elegidos por la oposicion, Zulia y Tachira, con actividades al margen de la ley con presuntos "paramilitares" colombianos de derecha.

Hago la aclaración porque los otros paramilitares colombianos hayan refugio y provisiones en Venezuela hace tiempo y, ya sabemos que esos no son otros que los de Farc.

La angustia de Chávez es el hecho de que podria perder las próximas elecciones y el ha dicho que esa no es una opción posible porque "si yo salgo se acaba la revolucion bolivariana".

Dado que la historia nos ha dado bastantes ejemplos de este tipo de comportamientos es por lo que no estaría de más que los colombianos tengan pendiente que perro que ladra no muerde si te mantienes alerta. Si no lo haces corres el riesgo de que el animal de marras te muerda.

En una guerra de largo aliento con Colombia no creo que Chávez se embarque en ella, pero si tengo la certeza de que podria tratar de iniciar una escaramuza que le sirva como pretexto para poner todo el poder en sus manos de manera definitiva con la excusa de la emergencia nacional.

De Hitler se decia lo mismo a tal punto que Chamberlain fue a Berlin para hablar con el Fuhrer y a su regreso a Londres declaró ante el Parlamento en pleno que el Canciller alemán le habia asegurado que no habria guerra. Una semana despues las tropas alemanas tomaron la ciudad de Danzig, esa que hoy llaman Dansk, la misma de Lech Walesa y eso dio origen a la II Guerra Mundial".

Hasta allí el comentario del amigo...
Y hoy, 10, me envió esta prueba. Un militar que sabe de estas cosas, lo escribió en El Tiempo:

eltiempo.com / Blogs / Análisis del conflicto colombiano
Colombia no puede cruzarse de brazos frente a la advertencia de guerra chavista

Por coronel LUIS ALBERTO VILLAMARÍN PULIDO el 9 de Noviembre 2009 11:14 PM

De manera sistemática, el mandatario venezolano ha recorrido el derrotero de todos los pasos políticos y estratégicos, que a lo largo de la historia han configurado las etapas previas a las guerras internacionales. Chávez no está cañando. Está desesperado por la insostenible situación interna en Venezuela, por la eventual reelección de Uribe en Colombia y sobre todo porque ansía ver a Colombia gobernada por las Farc e inserta dentro del plan estratégico del socialismo del siglo XXI.

Como marxista-leninista y sumiso a las órdenes de Fidel Castro, de antemano Chávez está en guerra contra Colombia y todo lo que no sea comunismo o esté en contra de sus socios de las Farc. En ese orden de ideas, su megalomanía estimulada por Fidel y Lula, puede desembocar en la irresponsable orden de una agresión armada contra Colombia.

A metódica y calculada sumatoria de hechos prejustificativos por parte de Chávez, solo hace falta el detonante. Un hecho de gravedad que implique una respuesta armada de Venezuela con miras a una guerra relámpago contra puntos estratégicos colombianos, verbigracia, un maginicidio urdido con la asesoría de terroristas islámicos, un incidente de Nicaragua con Colombia o un enfrentamiento armado en la frontera entre tropas de los dos países.

Resulta curioso que la andanada de agresiones verbales y anuncios de país en pie de guerra por parte de Chávez el domingo pasado, haya ocurrido tan pronto Lula ofreció sus buenos oficios e intenciones de sentar a Uribe y Chávez para que hagan las paces, al unísono con su ministro Gracía (amigo incondicional de las Farc), quien ofreció los servicios de la Fuerza Aérea Brasileña para patrullar la frontera binacional.

Como en la fábula de Rafael Pombo "Gobiernos dignos y timoratos, donde haya queso no pongaís gato", pues Unasur llena de comunistas y de izquierdistas oportunistas ansiosos de opacar a la OEA y sacar a los Estados Unidos del continente, busca por medio de componendas, incorporar a Colombia dentro de la esfera socialista y la dependencia brasileña y en segunda instancia, legitimar a las Farc como ejército revolucionario con embajadas en cada uno de los países con gobiernos afines al Foro de Sao Paulo.

Uribe no puede volver a caer en el error de entregar un asunto tan sensible en manos de un cómplice de las Farc. Aunque para muchos parezca paradójico, Lula es el más interesado en que haya un conflicto armado entre Colombia y Venezuela. Las razones saltan a la vista: De esa forma tendría la oportunidad de intervenir como el mediador-salvador y el héroe de la jornada. Algo similar a la payasada que montó Fidel Castro cuando azuzó a Chávez para que rompiera relaciones con Colombia debido a la captura de Granda, pero luego, apareció en el escenario como el mediador imparcial.

Al mismo tiempo que Evo Morales justifica la agresividad verbal y las acciones belicosas de Chávez, resulta sospechoso el silencio calculado de "Colombianos por la paz", a la par con la descarada y cínica actitud de Ernesto Samper, para quien las palabras vergüenza y dignidad parecieran no existir.
Igual sucede con los directorios políticos, los congresistas y la mismísima Corte Suprema de Justicia, tan moralista siempre que se tarda de atacar al presidente Uribe, pero en este caso indiferente frente a una evidente e inminente agresión armada del gobierno chavista contra Colombia.

Por estas y muchas razones mas, Colombia debe tomar acciones estratégicas, políticas, diplomáticas, económicas, geopolíticas, militares y sicológicas.

En el ámbito estratégico el gobierno colombiano debe disponer la movilización nacional. No solo de reservas. Llegó el momento de desempolvar los planes de seguridad y defensa nacional, de activar el Consejo Superior para la Defensa Nacional, de actualizar los planes de guerra de las Fuerzas Militares, de replantear las necesidades logísticas en cada una de las clases y abastecimientos, de actualizar las estadísticas e incorporar datos precisos empresas, hospitales, grupos de defensa civil, paramédicos, hombres y mujeres en edad militar, etc.

En el campo diplomático, obligar a los apoltronados cónsules y embajadores para que presenten ante todas las cancillerías donde se encuentran acreditados, la información detallada de los planes estratégicos del Foro de Sao Paulo, el Alba y Unasur, encaminados a deponer la institucionalidad colombiana e implantar una dictadura totalitaria comunista similar a la cubana. Urge pedir la acción del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para bloquear las intenciones chavistas, y exigir condenas internacionales a los gobernantes de Ecuador, Nicaragua, Cuba, Brasil y Bolivia, por apoyar el terrorismo comunista.

En el campo económico, urge que los burócratas diplomáticos colombianos, trabajen mas horas y con objetivos mas concretos orientados a posicionar los productos colombianos en otros mercados diferentes a los vecinos belicosos. Y claro, para que Lula no haga mas payasadas en contubernio con Chávez y las Farc

En el campo geopolítico, es necesario que la Cancillería aclare de una vez por todas con el gobierno demócrata de los Estados Unidos, cuál es la posición real del coloso del norte, que hasta el momento parece indicar que el pentágono va por un lado y la Casa Blanca por otro, en relación con Colombia.

El "carameleo" con el TLC por parte de la bancada demócrata norteamericana, en contraste con la elevada cuota de sangre de soldados, policías y civiles en la lucha contra el narcoterrorismo comunista, deja la sensación que Colombia está sola en la defensa de la libertad y que si se produce la agresión chavista, la Casa Blanca optaría por trasladar el problema a Colombia y la mediación diplomática a Lula o su sucesora.

En el campo militar es necesario movilizar reservas y entrenarlas en operaciones de guerra regular, mientras las unidades de contraguerrillas continúan el combate contra las estructuras de las Farc y el Eln. Para el efecto las fuerzas militares deben ser dotadas con equipos de combate de última generación, verbigracia sistemas de defensa antiaérea, lanzacohetes, tanques de combate, bombarderos, artillería, comunicaciones y navíos de guerra.

Y en el campo sicológico, cualificar e incrementar las campañas de propaganda militar para inducir a los terroristas de las Farc a desmovilizarse; información concreta a los venezolanos acerca de la gravedad negativa de una guerra entre dos naciones hermanas, y constante fortalecimiento de la fe en la causa para mantener su mística de combate en alto.

Señor Presidente, señores ministros, señores senadores, señores gobernadores, señores alcaldes, llegó la hora de la movilización nacional y el momento de romper las cadenas de la indiferencia y la inercia frente a la defensa nacional. Hay una grave amenaza en ciernes. El agresor advirtió la intención de atacar a Colombia. Mal haría el país en creer que se trata de una arenga más del delirante presidente Chávez.

Guerra advertida no mata soldados- reza el viejo adagio.

Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

Analista de asuntos estratégicos
www.luisvillamarin.com

Publicado en: El Tiempo

...

Lerc: Se los presento, para su análisis e información.

htpp://www.radareconomicointernacional.blogspot.com/
Luis Emilio Rada C
Director






eltiempo.com / Blogs / Análisis del conflicto colombiano

Colombia no puede cruzarse de brazos frente a la advertencia de guerra chavista
Por coronel Luis Alberto Villamarin Pulido el 9 de Noviembre 2009 11:14 PM
De manera sistemática, el mandatario venezolano ha recorrido el derrotero de todos los pasos políticos y estratégicos, que a lo largo de la historia han configurado las etapas previas a las guerras internacionales. Chávez no está cañando. Está desesperado por la insostenible situación interna en Venezuela, por la eventual reelección de Uribe en Colombia y sobre todo porque ansía ver a Colombia gobernada por las Farc e inserta dentro del plan estratégico del socialismo del siglo XXI.
Como marxista-leninista y sumiso a las órdenes de Fidel Castro, de antemano Chávez está en guerra contra Colombia y todo lo que no sea comunismo o esté en contra de sus socios de las Farc. En ese orden de ideas, su megalomanía estimulada por Fidel y Lula, puede desembocar en la irresponsable orden de una agresión armada contra Colombia.
A metódica y calculada sumatoria de hechos prejustificativos por parte de Chávez, solo hace falta el detonante. Un hecho de gravedad que implique una respuesta armada de Venezuela con miras a una guerra relámpago contra puntos estratégicos colombianos, verbigracia, un maginicidio urdido con la asesoría de terroristas islámicos, un incidente de Nicaragua con Colombia o un enfrentamiento armado en la frontera entre tropas de los dos países.
Resulta curioso que la andanada de agresiones verbales y anuncios de país en pie de guerra por parte de Chávez el domingo pasado, haya ocurrido tan pronto Lula ofreció sus buenos oficios e intenciones de sentar a Uribe y Chávez para que hagan las paces, al unísono con su ministro Gracía (amigo incondicional de las Farc), quien ofreció los servicios de la Fuerza Aérea Brasileña para patrullar la frontera binacional.
Como en la fábula de Rafael Pombo "Gobiernos dignos y timoratos, donde haya queso no pongaís gato", pues Unasur llena de comunistas y de izquierdistas oportunistas ansiosos de opacar a la OEA y sacar a los Estados Unidos del continente, busca por medio de componendas, incorporar a Colombia dentro de la esfera socialista y la dependencia brasileña y en segunda instancia, legitimar a las Farc como ejército revolucionario con embajadas en cada uno de los países con gobiernos afines al Foro de Sao Paulo.
Uribe no puede volver a caer en el error de entregar un asunto tan sensible en manos de un cómplice de las Farc. Aunque para muchos parezca paradójico, Lula es el más interesado en que haya un conflicto armado entre Colombia y Venezuela. Las razones saltan a la vista: De esa forma tendría la oportunidad de intervenir como el mediador-salvador y el héroe de la jornada. Algo similar a la payasada que montó Fidel Castro cuando azuzó a Chávez para que rompiera relaciones con Colombia debido a la captura de Granda, pero luego, apareció en el escenario como el mediador imparcial.
Al mismo tiempo que Evo Morales justifica la agresividad verbal y las acciones belicosas de Chávez, resulta sospechoso el silencio calculado de "Colombianos por la paz", a la par con la descarada y cínica actitud de Ernesto Samper, para quien las palabras vergüenza y dignidad parecieran no existir.
Igual sucede con los directorios políticos, los congresistas y la mismísima Corte Suprema de Justicia, tan moralista siempre que se tarda de atacar al presidente Uribe, pero en este caso indiferente frente a una evidente e inminente agresión armada del gobierno chavista contra Colombia.
Por estas y muchas razones mas, Colombia debe tomar acciones estratégicas, políticas, diplomáticas, económicas, geopolíticas, militares y sicológicas.
En el ámbito estratégico el gobierno colombiano debe disponer la movilización nacional. No solo de reservas. Llegó el momento de desempolvar los planes de seguridad y defensa nacional, de activar el Consejo Superior para la Defensa Nacional, de actualizar los planes de guerra de las Fuerzas Militares, de replantear las necesidades logísticas en cada una de las clases y abastecimientos, de actualizar las estadísticas e incorporar datos precisos empresas, hospitales, grupos de defensa civil, paramédicos, hombres y mujeres en edad militar, etc.
En el campo diplomático, obligar a los apoltronados cónsules y embajadores para que presenten ante todas las cancillerías donde se encuentran acreditados, la información detallada de los planes estratégicos del Foro de Sao Paulo, el Alba y Unasur, encaminados a deponer la institucionalidad colombiana e implantar una dictadura totalitaria comunista similar a la cubana. Urge pedir la acción del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para bloquear las intenciones chavistas, y exigir condenas internacionales a los gobernantes de Ecuador, Nicaragua, Cuba, Brasil y Bolivia, por apoyar el terrorismo comunista.
En el campo económico, urge que los burócratas diplomáticos colombianos, trabajen mas horas y con objetivos mas concretos orientados a posicionar los productos colombianos en otros mercados diferentes a los vecinos belicosos. Y claro, para que Lula no haga mas payasadas en contubernio con Chávez y las Farc
En el campo geopolítico, es necesario que la Cancillería aclare de una vez por todas con el gobierno demócrata de los Estados Unidos, cuál es la posición real del coloso del norte, que hasta el momento parece indicar que el pentágono va por un lado y la Casa Blanca por otro, en relación con Colombia.
El "carameleo" con el TLC por parte de la bancada demócrata norteamericana, en contraste con la elevada cuota de sangre de soldados, policías y civiles en la lucha contra el narcoterrorismo comunista, deja la sensación que Colombia está sola en la defensa de la libertad y que si se produce la agresión chavista, la Casa Blanca optaría por trasladar el problema a Colombia y la mediación diplomática a Lula o su sucesora.
En el campo militar es necesario movilizar reservas y entrenarlas en operaciones de guerra regular, mientras las unidades de contraguerrillas continúan el combate contra las estructuras de las Farc y el Eln. Para el efecto las fuerzas militares deben ser dotadas con equipos de combate de última generación, verbigracia sistemas de defensa antiaérea, lanzacohetes, tanques de combate, bombarderos, artillería, comunicaciones y navíos de guerra.
Y en el campo sicológico, cualificar e incrementar las campañas de propaganda militar para inducir a los terroristas de las Farc a desmovilizarse; información concreta a los venezolanos acerca de la gravedad negativa de una guerra entre dos naciones hermanas, y constante fortalecimiento de la fe en la causa para mantener su mística de combate en alto.
Señor Presidente, señores ministros, señores senadores, señores gobernadores, señores alcaldes, llegó la hora de la movilización nacional y el momento de romper las cadenas de la indiferencia y la inercia frente a la defensa nacional. Hay una grave amenaza en ciernes. El agresor advirtió la intención de atacar a Colombia. Mal haría el país en creer que se trata de una arenga más del delirante presidente Chávez.
Guerra advertida no mata soldados- reza el viejo adagio.
Coronel Luis Alberto Villamarín Pulido

Analista de asuntos estratégicos
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Publicado en: El Tiempo

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