domingo, 15 de marzo de 2009

"UNA CRISIS con más uñas que un gato"

“Una crisis con más uñas que un gato”

Por Ricardo Rocha.

ANTES del la Asamblea del BID. La historia…

Por Luis Emilio Rada C

Este mes de marzo de 2009, se realizará en Colombia la Asamblea No.50 del Banco Interamericano de Desarrollo.
Será en Medellín y si DIOS lo permite, el RADAR ECONÓMICO estará informándoles lo que ocurra en el evento.
Como la crisis financiera se volvió mundial, es importante que nuestros lectores se involucren un poco más en ese tema, que es crucial para nuestras familias.
En octubre de 2008, estuvimos en la Asamblea del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, en Washington, y mucho de lo que se comentará en este foro del BID, tendrá mucho que ver con esa historia…

*RADAR: FMI-BM con el patrocinio de PROMIGAS, GECELCA, Aeropuertos del Caribe S.A., y Salomón Sales y Cía. S.A.

“Una crisis con más uñas que un gato”

Washington, Octubre 11-2008
Por Ricardo Rocha
(Enviado Especial)

Cuando hace tres semanas el Secretario del Tesoro Henry Paulson IV, le pidió al Congreso que le aprobara un plan de rescate de la banca de inversión por 750 mil millones de dólares, estaba lejos de imaginar que los problemas apenas se insinuaban y que la verdadera crisis no era la quiebra de una venerable casa de inversiones como Lehman Brothers sino la desconfianza que ello ha venido generando en el sector bancario y mantiene hoy virtualmente paralizado ese sector.

Desde entonces la actividad ha sido intensa y por primera vez, desde los ataques de Septiembre de 2001, demócratas y republicanos han trabajado juntos, no sin que se haya producido uno que otro mordisco. Pero las cosas han ido bien, si entendemos por tal acceder a las peticiones del ejecutivo para atender la crisis. Pero ésta a su vez tiene un ingrediente y es la poca credibilidad que ha tenido Bush en el ambiente financiero y la falta de seriedad conque la administración ha tratado los problemas más agudos del país, que se ha ido abriendo paso a lo largo de estos ocho años y al final de la jornada regresa para morder a sus responsables.

El descalabro de la Bolsa de New York el viernes fue una de esas demostraciones. La pérdida de los fondos de pensiones tiene al borde de la locura a quienes cifran en esos dineros su fuente de ingreso en la vejez. Para los que están cercanos a la edad de retiro la noticia es pésima, puesto que el portafolio de pensiones ha perdido ya cerca del 25 por ciento de su valor. Para los que aún están relativamente lejos de la fecha de retiro les queda el consuelo de que tendrán tiempo de recuperar lo perdido una vez que el mercado se recupere. Pero la mala noticia que les espera es que hay consenso entre Demócratas y Republicanos para extender la edad de retiro a 67 o 68 años.
Los expertos consideran que con los logros de la ciencia y la medicina contemporánea 65 años es una edad muy joven para dejar de trabajar. Pero el problema de fondo de esta crisis es que será heredada por la próxima administración.

En el caso de que sea la de Barack Obama hay razones para pensar que habrá algunas innovaciones en ese campo. La palabra innovación hay que tomarla aquí con beneficio de inventario, puesto que lo que el senador por Illinois esta proponiendo hoy, es apenas una sección de los planes que puso en marcha Franklin D. Roosevelt al llegar el gobierno en la depresión del 30.

Pero parecería que Obama estaría en el camino correcto al tratar de darle confianza al consumidor, y al mismo tiempo abrir frentes de trabajo, especialmente, en el sector de las obras públicas que estaría inyectando no menos de 150 mil millones de dólares a las economías regionales.

Si la propuesta de Obama se combina con las acciones que está proponiendo la bancada Demócrata de aprobar un plan de estimulo económico que lleve dinero directamente al bolsillo del contribuyente, además de la extensión de los beneficios por desempleo, habría aquí una especie de pared para intentar detener la acelerada caída que lleva la economía. Desde luego que, tanto el plan de Obama para obras públicas como el plan de Pelossi en el Congreso son planes que se financiarán a debe; es decir, añadiéndole dinero al déficit.

Pero el razonamiento detrás de ese punto de vista es que si ya se han aprobado más de 800 mil millones de dólares para salvar a los banqueros de inversión de Wall Street porque no gastarse un dinero adicional para tratar de ayudar a John Doe que hace ocho o doce meses está desempleado, ha agotado sus ahorros y corre el riesgo, como muchos otros, de perder su vivienda. Al fin y al cabo ese es un dinero que le pertenece a ellos y es bueno devolvérselo, tal como dijo el presidente Bush para justificar el recorte de impuestos a los más pudientes.

Precisamente la reunión de los 7 grandes coincide en este punto al reconocer que "la situación actual llama para acciones urgentes y excepcionales". Por ello se han mostrado inclinados a trabajar para estabilizar los mercados financieros y restaurar los flujos de crédito que apunta al crecimiento global.

También llegaron a la conclusión de que era indispensable apoyar las instituciones financieras con problemas con la finalidad de evitar su quiebra y también tomar las medidas orientadas a que los bancos tengan acceso a fondos y superar la actual iliquidez.
En ese sentido Estados Unidos ha dado el paso de adquirir documentos hipotecarios en el mercado secundario con el finde aliviar la tremenda carga que tales documentos significan para las entidades tenedoras.

Igualmente, han acordado tomar las medidas necesarias a través del Fondo Monetario Internacional para que los países más pequeños puedan mitigar el impacto de la crisis crediticia que apenas está empezando a vislumbrarse.

Después de las elecciones del 4 de Noviembre podremos ver con más claridad la dimensión de esta crisis que parece dispone de más uñas que un gato. Los funcionarios lo saben y por eso tratan de esquivar el zarpazo.

Radar, en la Asamblea del FMI-BM en Washington, octubre 2008.

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