viernes, 13 de marzo de 2009

Murió GALO BRAVO. Uno de los mejores de la REGION CARIBE

Murió GALO BRAVO.
Uno de los mejores periodistas de la REGION CARIBE.

DIOS lo tenga en su gloria. Y un abrazo para toda su familia.

No conocí personalmente a Galo.
Lo escuché por Caracol, pero no tuve la oportunidad de sentarme con él.

Pero, por REDCARIBE se entiende todo. Se entiende que fue un excelente
profesional. De esos de los que uno como periodista se tiene que sentir orgulloso
y que deben emular las nuevas generaciones.

Un señor que aprendió de los mayores y enseño a los jóvenes.

Leí todos los comentarios de los miembros de la red refiriéndose a él y desde donde está, al lado del SEÑOR, le envío un abrazo fuerte y estoy seguro que nos seguirá acompañando en esta lucha para dignificar nuestra profesión.

Me gustaron todos los textos.
Me gusta la solidaridad cuando el gremio se une, cuando se respeta y se quiere...

Galo se fue, pero estará con nosotros todo el tiempo. Por su trabajo, por su profesionalismo. Su familia entera debe sentirse orgullosa de haberlo tenido en este mundo. Un saludo triste para todos, especialmente a su esposa y a sus hijos.

Luis Emilio Rada C.

Un cuarto de SIGLO
contando la historia económica del Mundo.
Luis Emilio Rada Conrado
Director

En el RADAR ECONÓMICO le queremos hacer este homenaje con la nota que escribió Taryn Escalona en Elpaísvallenato.com:


Valledupar, 13 de marzo, (www.elpaisvallenato.com)

Esta mañana falleció en la ciudad de Barranquilla el periodista cesarense Galo Bravo Picazza, quien desde hace mas de un mes se encontraba hospitalizado en esa ciudad luchando contra una grave enfermedad.
Galo Bravo comunicador de la Universidad Autónoma del Caribe, se formó en un grupo de excelentes periodistas a los que llamaban el “Kinder de Caracol”, al frente del noticiero que esa cadena tenía en la capital del Cesar, junto al también fallecido periodista Guzmán Quintero.
Este comunicador fue el mejor alumno que el periodista Yamit Amat tuvo en la Región Caribe Colombiana, bajo cuya dirección trabajó durante muchos años en el noticiero CMI, en Caracol y en Radio Net.
Galo se distinguió por ser un periodista investigativo, aguerrido, que jamás tuvo miedo a tocar cualquier tema en esta región, fue duro a la hora de opinar sobre política, pero igual lo fue al hablar sobre guerrilla y paramilitarismo.
Fue pionero entre los corresponsales de los noticieros nacionales y emergió como uno de los primeros en el Cesar con el Noticiero Nacional, cuando esa figura apenas era tenida en cuenta por los medios nacionales para zona como estas, pero en Valledupar se hizo necesaria y fue obligatorio tener un corresponsal permanente, por la cantidad de secuestro que la guerrilla a diario se adjudicaba contra el sector ganadero de la región.
Galo no fue inferior a este reto y se fue ganando un espacio por encima de experimentados periodistas capitalinos, que sólo llegan a Valledupar a cubrir un Festival Vallenato, pero que a la hora de hacer un análisis sobre la violencia que por esa época nos estaba matando, era poco lo que tenían para contar.
Las corresponsalías en Televisión las realizó de manera simultánea con su trabajo en Caracol radio, donde se convirtió en un corresponsal estrella, por la cantidad de chivas que generó desde la capital del Cesar.
Pero sin lugar a dudas lo que más disfrutó el periodista Galo Bravo fue escribir y lo que mejor supo hacer en su paso por la tierra. Fue un excelente cronista de los mejores del departamento y podría catalogarse del país también; un duro critico a la hora de realizar un análisis, especialistas para prender la chispas con una opinión y hacer que todo el mundo en el ‘Valle de Macondo’, durará hasta tres días comentando alguna de sus osadías, cada vez que le pisaba el rabo de paja a algún político.
Galo Bravo hizo enfurecer al más calmado con sus atrevidas columnas que publicó en los últimos tiempos en elpaisvallenato.com, y en el semanario La Noticia’, creado y dirigido por él.
Durante la campaña a la Gobernación de la extinta ex ministra de Cultura Consuelo Araujo Noguera, fue su jefe de prensa, y más que eso, se convirtió en su escudero, porque Galo con ese sentido de pertenencia que siempre lo caracterizó cuando estaba al frente de una causa, era especialista para enfrentarse a los más aguerridos y neutralizar a cualquiera con su sagacidad.
Fueron pocos los que se atrevieron a enfrentarse de tú a tú con Galo Bravo en tiempos de política en la región, cuando éste estaba al frente de un micrófono, porque el mejorcito en un abrir y cerrar de ojo ya tenía sus trapitos al sol, ya que jamás le importó ni le tuvo miedo a los comentarios que generaban sus atrevimientos. Cuando decidía tragarse el mundo lo hacía con todas sus ansias. Tampoco le tuvo miedo a las amenazas que recaían sobre su humanidad, se puede decir que Galo Bravo fue el periodista más amenazado del departamento del Cesar, y eso en vez de hacerlo salir a esconderse, le daba más ‘agallas’ para hablar mucho más fuerte y denunciar públicamente con nombre propio a los que suponía pretendían callarlo, tal vez por eso nadie se atrevió a cumplir sus amenazas.
Pero entre sus muchas virtudes y defectos, el mayor y más lindo sentimiento que abrigó Galo en su corazón fue el sentido de la amistad con los que él consideró sus verdaderos amigos. Con ellos fue un amigo incondicional, su mayor defensor, para los que siempre estuvo dispuesto, a los que acompañó en todas las circunstancia de su vida, y somos esos mismos amigos entre los que me cuento, los hoy que lloramos su partida.
Sin embargo Dios en su infinita misericordia le dio antes de partir a Galo la oportunidad de reconciliarse con la vida, y de saber que pese a los ‘tierreros’ que armaba para que cundiera el pánico en muchos, que le tenían su cariñito a parte, fue no sólo el periodista más temido de esta región, sino también el más admirado, el más leído y el que más vamos a extrañar; porque hombres como él nacen cada vez que canta una sirena en el río Guatapurí, y la última vez que se habló de ese suceso en nuestro pueblo, fue cuando los mitos y las leyendas comenzaron a regarse de boca en boca como el bostezo, en este Valle de Macondo.
Galo Bravo estaba casado con Xiomara Quintero, hermano del periodista Guzmán Quintero, su fiel esposa que lo amó entrañablemente y que no se despegó ni un momento de su lado durante su enfermedad. Fue el padre de Brenda Carolina, un manantial de ternura a quien la vida le negó la oportunidad de compartir con su padre el día más anhelados y esperado para ambos, la llegada de sus 15 años; porque ya la enfermedad hacía estragos en su humanidad.
También era padre del pequeño Brando, un chiquitín de cinco años, tan inteligente como su padre, que cuando lo quisieron preparar para lo peor, dijo tajantemente que él no quería a su papá convertido en ningún angelito, ni aceptaba angelitos en su hogar, que él nada más quería que le trajeran a su papá.
En la actualidad Galo se desempeña como jefe de prensa del Representante a la Cámara Pedro Muvdi, con quien lo unía una gran hermandad, y quien en verdad conoció en éste periodista el sentido de la lealtad y la amistad; pero que igual supo valorar el trabajo de un comunicador en la región por encima de cualquier intriga.
La partida de este periodista, deja en su familia, lo mismo que en nosotros sus amigos, sus colegas, sus hermanos, un gran vacío, y un gran dolor en el corazón; y en el periodismo de la región un espacio difícil de reemplazar; porque Galo con su irreverencia y su singularidad, fue simplemente Galo.
tarynescalona@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario