domingo, 7 de febrero de 2010

Salud de los colombianos en problemas


Presidente Uribe. Tras las severas críticas que lanzaron las agremiaciones médicas, el presidente Uribe y su equipo tuvieron que reunirse con sus representantes.
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Tremendo rollo el que se ha presentado en Colombia a raíz de los decretos de la Emergencia Social.
Aunque el presidente Uribe y los ministros de hacienda, Oscar Iván Zuluaga y Diego Palacio, de Protección Social le han dedicado muchísimo tiempo a explicarle a los colombianos su receta, parece que, definitivamente, no vamos a poder entender su estrategia.
Me gusta lo que está ocurriendo porque eso nos sirve para comprender que este país, en medio de ciertas injusticias, es una democracia.
Una cosa es nuestro país. Y otro lo que estamos presenciando a nivel mundial con Venezuela.
Allá Hugo Chávez dice: "Expropiemos esto". Y acá, nosotros decimos: "No estamos de acuerdo con los 15 decretos de la Emergencia".
Para mí, ese es un privilegio y debemos preservarlo.

El rollo es grueso, pero creo que al final, lo resolveremos.
El trabajo de la revista Semana, puede ayudarnos mucho para entender un poco más este asunto.

Luis Emilio Rada C.

Pd:

Cartilla para entender el lío de la salud
Semana
ACTUALIDAD
Los cambios impuestos por el gobierno al sistema de salud con la emergencia social tienen locos a los colombianos. Guía para comprender lo que está pasando.
Sábado 6 Febrero 2010

Al final, el gobierno retrocedió en su aspiración de imponerles a los médicos manuales de obligatorio cumplimiento. Incluso el viernes Uribe dijo que estaba dispuesto a derogar los decretos de la emergencia.
Dos semanas después de que el gobierno decretó la emergencia social y expidió 15 decretos que modifican aspectos fundamentales del sistema de salud, los colombianos siguen sin entender nada. Las dudas que hay son muchas, y a pesar del esfuerzo de las autoridades por aclarar, lo único que han logrado ha sido crear más confusión. ¿Por qué se decretó la emergencia económica? ¿Qué fines tuvo? ¿Se van a reducir los servicios de salud? ¿Los médicos van a sufrir sanciones por sus prácticas? ¿Cómo se llegó a este caos? Las siguientes ‘píldoras’ le ayudarán a responder estas y otras preguntas y entender todo lo que está pasando.

1 Llamado de emergencia
Desde noviembre pasado el gobierno tenía serias evidencias de que el sistema de salud pasaba por una crisis financiera nunca vista desde su creación, en 1993. La falta de recursos amenazaba la prestación de la salud, con el cierre de hospitales públicos y clínicas privadas, y la quiebra de Entidades Promotoras de Salud (EPS) y de las mismas gobernaciones. Frente a esa amenaza, decidió decretar el Estado de Emergencia, establecido en la Constitución Política de 1991. Esta le permite cambiar leyes y tomar las medidas necesarias para que los órdenes económico, social y ecológico del país no sean perturbados. Bajo esta figura, el gobierno expidió 15 decretos que modificaron varias leyes y, según algunos críticos, la misma Constitución.

2. Qué buscó la emergencia
Para enfrentar los problemas económicos, el gobierno decidió, por un lado, traer más plata al sistema, y por otro, frenar los abusos y los despilfarros. Fue así como subió o modificó los impuestos a cerveza, licores, cigarrillos y juegos, que le producirán 1,2 billones en dos años. De paso, el gobierno aprovechó la emergencia para hacerle importantes cambios al sistema.

3. La génesis de la crisis
La mayoría de los expertos considera que la crisis se generó en una piñata de cobros y recobros al sistema y al gobierno por algunos laboratorios farmacéuticos, EPS, hospitales y clínicas, actos que rayan con lo penal. Para entender esto hay que saber lo siguiente: Frente a unos recursos limitados, la Ley 100 de 1993 estableció dos Planes de Salud (POS). Uno, bastante amplio, para todos los colombianos que tenían un trabajo formal o que podían pagar por su vinculación al Régimen Contributivo. A su vez diseñó otro plan para el Régimen Subsidiado, más limitado, para proteger a las personas pobres. Estos deben ser identificados por el Sisbén, ya que el Estado paga por su salud. Todo esto estaba basado en un apretado esquema financiero. Pero en vista de que la salud es un derecho fundamental, miles de colombianos se vieron obligados a la tutela para acceder a cirugías, tratamientos o medicamentos que las EPS se negaban a darles. Este camino creó una ‘tutelitis’ que no sólo colapsó la justicia con millones de demandas, sino que permitió que los jueces, en muchos casos, reemplazaran al médico ordenando cirugías y medicamentos, en algunos casos, absurdos.

4. Un fallo trascendental
Tras muchos años de caos, la Corte Constitucional estudió todo lo que estaba pasando en la salud, en especial, por qué la tutela se había convertido en requisito para que las EPS prestaran servicios que en muchos casos estaban obligadas a dar. Al final expidió en 2008 la sentencia T-760, en la que le ordenó al gobierno igualar los planes de salud para todos los colombianos, empezando por los niños y los menores de edad. También pidió crear comités médicos científicos en las EPS para autorizar los procedimientos que estuvieran por fuera del POS, con el fin de evitar las tutelas, y estableció que el sistema o el Estado debía pagar esos servicios de manera oportuna. Se creó la regla de salve la vida y cóbrele al gobierno.

5. La pirámide de la salud
Amparados en esa sentencia y en los vacíos del sistema, se creó una descarada ola de cobros y recobros al sistema, especialmente de medicamentos, que lo llevó al borde del colapso. En total, según el gobierno, se pasó de 835.000 reclamaciones en 2007, estimadas en 626.000 millones, a casi dos millones en 2009, valoradas en 1,85 billones de pesos. Al hacer un análisis de los recobros, el Observatorio del Medicamento encontró que del billón de pesos que fueron recobrados al sistema en 2008, unos 518.000 millones de pesos obedecían a sólo 20 medicamentos. Gran parte de la disparada de algunos medicamentos para cáncer o artritis, por ejemplo, obedece más a una estrategia comercial de las farmacéuticas que a un cambio epidemiológico de los colombianos.

6. La espuma de la emergencia
De los 15 decretos y todos los cambios que plantea la Emergencia, tres temas han ocupado la atención de los colombianos, sin permitir que otros importantes salgan a la luz. El primero es la nivelación de los planes de salud. En una redacción ambigua y una presentación absurda, el gobierno dejó la sensación de que estos se iban a reducir y que, en adelante, los colombianos iban a tener que pagar de su bolsillo, con préstamos o con sus cesantías, por procedimientos o medicamentos que ya recibían. Al final, le tocó salir al mismo Presidente de la República a anunciar que esto no iba a pasar. Lo absurdo es que el Ministerio ya tenía definido, actualizado y listo el nuevo plan de salud, que no entró en vigencia en enero como estaba previsto por los decretos de emergencia. Pero ahora, después de todo el rifi-rafe, el Ministerio acaba de anunciar que sí va a adoptar el nuevo plan, muy similar al del régimen contributivo, para todos los colombianos.

El ministro de Protección Social, Diego Palacio, ha tenido que enfrentar todo tipo de críticas por los cambios impuestos al sistema de Salud. El viernes, en la Universidad Tecnlógica de Pereira, tuvo que salir protegido, por las protestas en contra de la Emergencia Social.
7. El malestar de los médicos
Los decretos pusieron, como segundo punto, como responsables del despilfarro económico a los médicos, a pesar de que el mismo gobierno sabía que los grandes responsables eran las farmacéuticas, las EPS y los hospitales. Por eso, en unas criticadas medidas, trató de limitar el ejercicio médico al ordenar la creación de guías de obligatorio cumplimiento, a la vez que estableció sanciones de hasta 50 salarios para quienes se apartaran de ellas, entre otras medidas. Esto generó la ira de los galenos. Al final, el gobierno cedió esta semana al anunciar que las guías serán fijadas por las academias médicas y no de obligatorio cumplimiento. Lo que no está claro es cómo se va a enfrentar la práctica de algunos médicos de recetar medicamentos costosos a cambio de prebendas de los laboratorios.

8. Pacientes y usuarios perdidos
Si antes de la emergencia los colombianos no entendían nada del sistema de salud, con toda la avalancha de noticias quedaron perdidos. Lo que está claro, por ahora, es que los beneficios de salud no se van a reducir; por el contrario, para los pobres serán aumentados. Lo que no se sabe es si tendrán que pagar por lo que quede por fuera del plan y los alcances que tendráel fondo que creó el gobierno para financiar estas eventualidades.

9. El lado oscuro de la Emergencia
Si el gobierno ordenó la emergencia para atacar la crisis financiera del sistema, la medida fue buena. El problema es que cada vez está más claro que el gobierno abusó de la figura para hacer una contrarreforma a la salud y a la Constitución, algo que le permitirá manejar más de ocho billones de pesos al año. Esto lo hizo al crear dos nuevas cuentas. La primera recoge el aumento de los impuestos a cerveza, cigarrillos y juegos, estimados en 1,2 billones, que son de los departamentos para financiar todo aquello que esté por fuera del Plan de Salud. La segunda crea un patrimonio autónomo que centralizará los recursos del subsidio a la demanda, estimado en no menos de seis billones al año, para supuestamente pagar más pronto todas las cuentas a los hospitales y EPS. Con esto les quita a los municipios esos recursos, y deja en manos del Ministerio, que tiene el peor récord de moras, el pago.

10. Futuro incierto
Muchos se preguntan si con esta emergencia el gobierno buscaba más plata y frenar el despilfarro en la salud, o hacer una contrarreforma sin pasar por el Congreso. De ser cierta esta última opción, le quedó mal hecha y muy probablemente no pasará el examen constitucional. Por ahora, la salud sigue en cuidados intensivos.

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