miércoles, 20 de junio de 2012

¿Cómo acabará la crisis en Europa?, por Verónica Navas

Aprendiendo con Verónica...
luisemilioradaconrado
Pd: la consigue en La República, en Colombia
Miércoles, Junio 20, 2012 - 19

¿Cómo acabará la crisis en Europa?

Verónica Navas
Analista
A pesar del triunfo del partido de centro derecha en Grecia, que le ha dado un respiro a los mercados financieros internacionales, la situación en Europa es cada vez más delicada. Aunque el problema de fondo sigue siendo el mismo, la falta de voluntad de parte de las autoridades Europeas, particularmente el Gobierno Alemán, para dar una solución pronta y radical a la crisis de la deuda que agobia a varios países está generando un nerviosismo creciente y las consecuencias pueden ser catastróficas.
Ahora bien, algunas cosas sí han cambiado. El desempleo en Europa ha subido aun más (alcanzó 11%), en el caso de España alcanzó un nivel de 24% el mes pasado. El crecimiento de la zona Euro estuvo alrededor de -0.1% en el primer trimestre, y se espera que crezca a lo sumo 0.3% en el año. El consumo se ha estancado, dado que adicionalmente el crédito se está contrayendo, y el pesimismo de los industriales se ha incrementado.
Adicionalmente, la posibilidad de que Grecia termine saliendo de la Unión Monetaria todavía es real, simplemente por la imposibilidad para cumplir los compromisos requeridos para permanecer. El ajuste fiscal que se le está exigiendo a Grecia implica un recorte de gastos de casi 5% del PIB potencial de esta economía para el periodo entre 2011 y 2013, según la Ocde. 

Esto es particularmente difícil para un país en recesión y hace que su recuperación sea prácticamente imposible. Aunque la potencial salida de Grecia de la Unión Monetaria tendría consecuencias devastadoras en el corto plazo, en el transcurso de los próximos 12 meses luce como la única salida posible. La devaluación de la moneda Griega es la única herramienta que puede utilizar este país para incrementar su competitividad y cerrar su déficit en la cuenta corriente (12.7% del PIB).
¿Qué pasa si Grecia abandona el Euro? La primera consecuencia es una devaluación abrupta del reinstaurado dracma, ocasionada en parte por la profundización rápida de la corrida bancaria que Grecia viene sufriendo desde hace meses, ya que nadie va a querer tener su dinero denominado en una moneda cuyo valor va a caer no se sabe hasta donde. La gran incógnita es lo que pueda suceder en el resto de la Eurozona, ya que existe un riesgo no menor de que los sistemas financieros de varios países miembros se contagien del pánico. Por lo tanto, con el fin de evitar una corrida bancaria a nivel de todo el continente Europeo, tendrían que tomarse medidas tales como cierre de bancos y límites a las salidas de capital. La incertidumbre resultaría en el desplome de las bolsas, y un incremento en la aversión al riesgo que llevaría a los inversionistas a refugiarse bien sea en bonos del tesoro norteamericano o títulos de deuda alemana.
Las implicaciones sobre el resto de Europa son inciertas. 
Ya España está sufriendo las consecuencias de la actual incertidumbre. Si bien este país es solvente, la creciente iliquidez a la que se enfrenta puede voltear por completo la situación y llevarlo a una situación semejante a la de Grecia. De hecho, los costos de endeudamiento de España han subido dramáticamente y esta semana alcanzaron su nivel más alto desde la creación del Euro. En otras condiciones del mercado (es decir a una tasa de 4%), España habría podido asumir el costo de la capitalización de su sistema financiero, ya que incrementar su nivel de deuda en 12% del PIB, su costo de servicio de la deuda aun sería razonable y sostenible, dado el potencial de crecimiento de esta economía. No obstante, a una tasa superior a 7% como la que está pagando ahora España por su deuda a 10 años, la situación es insostenible. De ahí la necesidad de que se rescatara al sistema financiero español.
 
¿Qué sigue ahora?
En el corto plazo se necesita una intervención mucho más agresiva de parte del Banco Central Europeo proveyendo liquidez ilimitada al sistema financiero. De ahí que resulte sorprendente que en su pasada reunión no se haya decidido bajar las tasas (aunque se espera que en la próxima lo hagan). Pero, además de la reducción en tasas, es necesaria la expansión monetaria cuantitativa.
La credibilidad del Euro hacia delante depende también de otras medidas, tales como la mutualización de la deuda y la creación de una "Unión Bancaria" que complemente a la Unión Monetaria a través de garantías a los depósitos en todo el continente, supervisión bancaria y la capacidad de recapitalizar al sistema financiero con recursos conjuntos. No obstante, Angela Merkel se resiste a aceptar este tipo de medidas, ya que implicarían que Alemania asuma parte del costo de la irresponsabilidad fiscal de países como Grecia. La mutualización de la deuda (o parte de ésta), por ejemplo, encarecería el costo de la deuda para Alemania. Si bien esto es indeseable, es el precio que debe pagar Alemania si quiere preservar el Euro. A la hora de hacer su análisis de costo-beneficio, Alemania deberá tener presente que es el país que más se ha beneficiado del Euro a través de sus exportaciones al resto de Europa, así que tiene mucho que perder.
Ángela Merkel, de Alemania
La posibilidad de que la crisis en Europa se convierta en una crisis financiera internacional no es despreciable, y las consecuencias potencialmente podrían ser tan graves como el episodio de Lehman en 2008. Es posible que Alemania no tenga interés en ayudar a Grecia y que lo deje eventualmente salir del Euro. Sin embargo, no es claro que se puedan contener los efectos sobre el resto de la Unión Europea de una salida de Grecia. Es por esto que se deben tomar medidas estructurales como las mencionadas, y pronto, para que las economías de la periferia e Italia puedan volver a ser viables financieramente.

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