sábado, 9 de enero de 2010

Kalmanovitz: 2009, año de desaciertos


Operadoras en una empresa colombiana

Especial de proyecciones económicas
Economía a paso lento

Por: Salomón Kalmanovitz
Las cifras negativas continuarán viéndose este año. Para evitar que una caída se repita, las exportaciones a EE.UU. deben reactivarse.
2010 año positivo para la industria

Los industriales del país creen que en 2010 el PIB crecerá 2,5%.

02/01/2010 - 11:00pm

2009: el año de los desaciertos

Abundan los pronósticos optimistas sobre el futuro de la economía latinoamericana, y algo menos de la colombiana. La Cepal, por ejemplo, cree que la primera crecerá 4,1% en 2010, mientras que Colombia lo hará al 2,5% “impulsada por el consumo privado”; para The Economist, la cifra para Colombia es 2,4%. Los observadores de la economía mundial, sin embargo, reconocen que hay una enorme incertidumbre sobre la calidad de la recuperación en curso en Estados Unidos, en Europa y en Japón y, en consecuencia, sobre su influencia en el devenir latinoamericano.

No se conoce si estas economías arranquen cuando se debiliten los insostenibles estímulos fiscales y monetarios con que se ha compensado la fuerte caída de la producción y la destrucción crediticia, lo cual puede conducir a recaídas. Sólo la economía china y la de la India obtienen guarismos positivos este año y el próximo, superiores a 8 y 6% respectivamente. El optimismo latinoamericano parte de que la demanda de materias primas de estos dos mercados va a mantener altos sus precios, beneficiando en especial a las economías del Perú, Chile y Brasil, muy competitivos en bienes industriales sofisticados.

La economía latinoamericana salió relativamente bien parada de la crisis global de 2008 porque no tuvo colapso financiero. Estaba resguardada porque en 1998-2002 sí vivió una profunda contracción, acompañada de una crisis financiera generalizada a la que le siguieron reestructuraciones y políticas financieras muy cautelosas. Algo similar sucedió en Asia del Este, mientras que China e India estaban cerradas al flujo de capitales, todo lo cual contribuyó a que la crisis global se superara rápidamente entre los tigres asiáticos de diferentes generaciones.

Lo que se puede colegir hasta ahora es que ni la Cepal ni The Economist tienen buenas bases para hacer un pronóstico medianamente acertado para 2010. Lo cierto es que la economía norteamericana entrará en una fase de lento crecimiento debido a que sus consumidores están sobreendeudados y experimentando un desempleo de más del 10%, si es que no sufre de una recaída. Con ello, las exportaciones colombianas no van a repuntar pronto.

La situación del país

La economía colombiana está en una recesión que no había tocado fondo cuando terminaba el año 2009. Los datos del PIB a junio pasado muestran que ha habido contracción durante tres trimestres seguidos (-1%, -0,5% y -0,5%), mientras que el tercer y cuarto trimestres debían registrar el embargo venezolano que es muy duro. Hay pues un creciente desempleo y mayor informalidad que no van a incentivar el consumo privado, ni tampoco lo va a hacer un déficit en cuenta corriente de 3,1% del PIB, que significa que aún en recesión estamos consumiendo más de lo que producimos.

Aunque la balanza comercial es positiva, la de servicios aparece como muy negativa. El balance neto exportador positivo puede ser una fuente de crecimiento para la economía, que hasta septiembre alcanzaba US$1.054 millones. Al mismo tiempo, la cuenta corriente negativa y el deterioro del flujo de bienes hacia Venezuela pueden incidir en que el peso comience a devaluarse con mayor fuerza durante 2010.

Mientras perdure, la revaluación del peso seguirá favoreciendo el consumo de importaciones sobre el de bienes locales, de tal modo que la demanda sobre la producción local se va a debilitar más. Los impactos negativos surgen de una reducción de las exportaciones, tanto en volumen como en precio, que a su vez han deteriorado profundamente el nivel de producción industrial.

El empleo se deteriora

El desempleo abierto continuó avanzando. En octubre de 2009 la desocupación para 13 ciudades fue de 12,4% de la población activa, uno de los más altos de América Latina, contra 10,2% de hace dos años. Las caídas de la producción industrial han sido muy significativas. En septiembre de 2009 las horas trabajadas en la industria fueron 8% menos que un año antes, y la producción era inferior en 3,8%. La industria completa más de 13 meses en que ha experimentado contracciones de su producción real.

Analizando el PIB semestral, sólo tres sectores crecieron en el primer semestre de 2009: minería (10,6%), el sector financiero (4,6%, que tienen poco impacto sobre el empleo), mientras que la construcción repuntó gracias a las obras públicas emprendidas por los municipios (7,7%). Para 2010 sólo la minería puede seguir creciendo, al lado de los biocombustibles (sobre todo aceite de palma porque la caña de azúcar para producir el etanol no está recibiendo nuevas inversiones, o sea, se reduce la producción de azúcar), mientras que el sistema financiero sentirá la ausencia de nuevos negocios y un deterioro mayor de su cartera.

Otro sector que presentó crecimiento en el primer semestre de 2009 fue el de la construcción, esencialmente explicado por las obras de municipios y departamentos que habían hecho un cuantioso ahorro forzado durante 2008 que se pudo ejecutar en los primeros meses del año: tienen que ver con transmilenios y la renovación de vías que, por ejemplo, vive Bogotá, que contribuye a que el empleo no se resienta tanto. Las finanzas municipales comienzan a deteriorarse con la recesión, de tal modo que el impulso de las obras civiles perderá fuerza en 2010.

El Gobierno Central siguió mostrando incompetencia en el manejo de las inversiones en vías porque obedece a una mentalidad clientelista: cada contrato es un elaborado intercambio de apoyos políticos, por lo cual no les interesa hacer grandes concesiones mediante subasta pública. Al verse vacío de logros, el Ministro del ramo sugirió la venta del 10 o 15% de Ecopetrol para financiar tres megaproyectos, uno de los cuales es muy antioqueño y no tiene mayor rentabilidad social, algo que ni siquiera se conoce bien para ninguno de ellos porque le tienen pereza a los estudios de los técnicos. El director de Planeación tuvo que insistir en que los proyectos debían contar con luz verde tanto del Compes (con sus estudios de costo beneficio) como del Confis (para evaluar el impacto financiero de tan enorme venta de un activo nacional en el mercado bursátil).

Un sector especialmente afectado por factores climáticos ha sido el café, cuyo nivel de producción cayó 34% hasta octubre, algo compensado por precios internacionales buenos. Las ciudades cafeteras muestran las más altas tasas de desempleo del país, destacándose Pereira con 21,9%, a la que le caen tres plagas simultáneamente: la reducción de las remesas de sus emigrantes, que son muchos, la caída de la producción de confecciones de exportación y la contracción cafetera. En 2010 el comportamiento cafetero tiene amplio campo para mejorar, pero la agricultura en general ha tenido un comportamiento mediocre en los últimos siete años y se intuye incluso un deterioro adicional, pues está plagado por la corrupción y la falta de apoyo para el sector que está produciendo los alimentos del país y que ha sufrido mucho por el desplazamiento campesino. En el primer semestre del año, la agricultura se contrajo otro 1,2% adicional, según el DANE.

El embargo venezolano a las exportaciones colombianas ha generado mucho desempleo en la frontera, enmiserando una región como Norte de Santander que no es muy rica de por sí, pero le ha hecho daño también a la industria de Bogotá, Medellín, Cali, Cartagena y Barranquilla. Curioso que el mayor crítico del embargo norteamericano contra Cuba lo replique en su frontera.

Procíclica e inconveniente

La gestión pública ha sido procíclica durante los últimos años: vorazmente expansiva cuando la economía estaba recalentada, como en 2007, y torpemente contractiva en la pérdida de crecimiento de 2008 y ya la franca contracción que se vive este año. El creciente déficit fiscal ha sido financiado preferentemente con dólares, con un efecto revaluatorio sobre el peso que se suma a la propia devaluación del dólar, de por sí difícil de compensar. Este año el déficit fiscal será superior al 4% del PIB y el propio Gobierno calcula que se seguirá incrementando en 2010.

Aunque tal situación dificulta aumentar el gasto público compensatorio, no es una locura lograr que el Banco de la República compre TES en buena cantidad que abarate la deuda y atraiga a nuevos inversores, ojalá locales para no traer más dólares. No obstante, la falta de imaginación macroeconómica del Gobierno es evidente: no puede emprender esquemas financieros complejos, resultado de su fobia antitecnocrática.

La inflación ha continuado descendiendo a niveles prácticamente desconocidos en la historia económica del país. Noviembre fue el cuarto mes en que se obtuvieron guarismos negativos, lo cual es una consecuencia de la recesión y de la sobre oferta de alimentos que lega el cierre de la frontera venezolana. El dato anualizado va en 2,3% de incremento en el índice general de precios, lo que puede ser una ganancia para el consumo porque se libera ingreso, dedicado antes a los alimentos, hacia manufacturas y servicios, pero como ya se dijo con fugas importantes hacia los bienes importados.

Cabe el riesgo de que los consumidores sientan la baja de precios como una señal de que si esperan a gastar más adelante, los precios caigan aún más, una especie de profecía que se puede autocumplir y que agravaría la recesión.

En fin

La economía colombiana continuará deteriorándose durante el año 2010 porque los sectores intensivos en empleo no se van a recuperar, aunque la minería sí va a seguir creciendo. Las obras públicas no van a ser importantes y el crecimiento depende mucho de que se reactiven las exportaciones hacia Estados Unidos. Depende además de que al mesías vecino se le dé un arranque de generosidad para Colombia, en el que no se puede confiar.

* Salomón Kalmanovitz | Elespectador.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario