- A finales del año, las edificaciones no residenciales se
reactivarán gracias a la baja vacancia comercial. Luego,
las mejores ventas de vivienda de este año impulsarán la construcción de
las mismas en 2025.
- Para este año, se espera una inflación de 5,4% en diciembre
y de 3,8% para el próximo año.
- BBVA Research espera una devaluación del peso en la segunda parte
del año,
para estabilizarse por debajo de los 4.200 pesos en 2025.
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Juana Tellez, economista BBVA Research |
La economía colombiana iniciará su recuperación más sostenida en
la segunda mitad del año. Según el más reciente informe de Situación Colombia,
realizado por el equipo de BBVA Research, se está pedaleando la
reactivación económica y se espera un crecimiento del PIB de 1,8% en 2024 y de
2,8% para el próximo año. “El ciclo de moderación del crecimiento, que inició a
mediados de 2022, tendrá un punto de inflexión en el segundo semestre de este
año”, asegura el informe económico.
Para
consolidar la reactivación será clave activar la inversión en maquinaria y
equipo, las exportaciones y la construcción, tanto a nivel nacional como
regional. Con estas inversiones, se allanará el terreno para que la economía
pedalee mejor la recuperación económica y la cuesta no sea tan elevada.
Además,
unas políticas enfocadas a las regiones tendrán dos efectos complementarios:
ayudará a la recuperación económica del país y promoverá la convergencia
regional. Según los datos del DANE, analizados por el equipo de economistas de
BBVA, el 60,3% del PIB nacional se concentra en cinco regiones con grandes
heterogeneidades entre los departamentos del país.
Asimismo,
el crecimiento anual seguirá acelerándose hasta variaciones superiores al 3% en
al menos dos trimestres de 2025. Para llegar a estos resultados, además de la
progresiva aceleración del consumo de bienes y la inversión, la economía se
favorecerá de algunos efectos base (bajo crecimiento de años anteriores) y los
mayores inventarios de vivienda que se formarán durante 2025.
“El
comportamiento de la demanda externa neta será determinante en los resultados
del crecimiento. En 2024, cuando la demanda interna esté débil todavía,
contribuirá positivamente al PIB. En 2025, el impulso de la demanda interna a
las importaciones llevará a un aporte negativo del saldo exterior neto”, aseguró Juana
Téllez, economista jefe de BBVA Research.
En
cuanto al comportamiento del gasto de los hogares, se acelerará hacia los
bienes (mientras que se moderará en los servicios). Es decir, el liderazgo en
el consumo de los hogares pasará a los bienes, mientras que entre 2022 y 2023,
el gasto estuvo impulsado por los servicios. Las menores tasas de inflación y
de interés apoyarán estos gastos.
“La
inversión tendrá tres momentos. A corto plazo, las obras civiles seguirán en
terreno positivo y el mejor consumo de bienes impulsará la producción
industrial y el gasto en maquinaria. A finales del año, las edificaciones no
residenciales se reactivarán gracias a la baja vacancia comercial. Luego, las
mejores ventas de vivienda de este año impulsarán la construcción de las mismas
en 2025”,
explicó Mauricio Hernández, economista de BBVA Research.
En
este contexto, el empleo tendrá un deterioro adicional en 2024, para empezar a
recuperarse en 2025. Los retrocesos más marcados se darán en los sectores de
hoteles y restaurantes, en línea con la desaceleración del consumo de
servicios, y en agro, un sector que consideramos tuvo una aceleración temporal
al inicio del año y moderará su dinámica a lo largo de los siguientes
trimestres.
El
informe de Situación Colombia prevé que, en 2024, el gasto público liderará el
crecimiento, mientras que el entretenimiento, aunque desacelerándose, seguirá
teniendo un resultado favorable. De otro lado, la construcción mostrará alguna
recuperación, pero aún en terreno levemente negativo durante 2024.
Por
su parte, en 2025, los sectores de industria y de construcción acelerarán su
recuperación, liderando el crecimiento junto con el Gobierno. La minería pasará
a positivo gracias a la demanda desde la construcción, pero moderada por un
menor crecimiento del sector petrolero. Los sectores de servicios, excepto el
entretenimiento, se acelerarán respecto a 2024. Finalmente, los servicios
públicos destacarán durante 2024 y 2025.
En
cuanto al gasto del Gobierno se mantendrá elevado, condición que no se ha
revertido, y con un alto componente inflexible. Se requieren medidas de
flexibilización de gasto, más estructurales, que eviten tener que recurrir a la
inversión como variable de ajuste del gasto.
Inflación,
tasa de interés y tipo de cambio
La
inflación seguirá retrocediendo, con menos ímpetu en los próximos meses, por
efectos base en alimentos y persistencia en los servicios. Según Alejandro
Reyes, economista principal de BBVA Research, “se esperan algunas presiones
al alza en los alimentos por efectos base y por factores climáticos en 2024 y
una dinámica más estable en 2025. Además, el aumento esperado en el precio del
diésel tendrá efectos directos sobre el transporte e indirectos sobre el precio
de los bienes”.
En
la canasta de servicios se espera una alta persistencia en su inflación, pero
con una moderación paulatina en lo que resta de 2024 y en 2025. Así, para este
año, se espera una inflación de 5,4% en diciembre y de 3,8% para el próximo
año.
Bajo
este panorama, el Banco Central, que ya inició su recorte de tasas desde
diciembre de 2023, podría hacer nuevos ajustes a la baja. Hoy el Banco de la
República acumula 150 puntos básicos de recortes, con 50 puntos en cada una de
las dos últimas reuniones. “La postura de la Junta sigue siendo altamente
restrictiva, pues la tasa de interés real se ubica en sus máximos históricos”,
dice el informe.
“A
pesar del lento ajuste de tasas del Emisor, las tasas del mercado han mostrado
una reducción más temprana y mayor como consecuencia de una menor presión de
temas regulatorios, mayor liquidez del sector público en el mercado financiero
y menor presión desde el crecimiento del crédito”, concluye Reyes.
La
tasa de política monetaria alcanzará un 8,5% al cierre de 2024 y se aproximará
a su nivel neutral en 2025 en torno al 6,0%.
Finalmente,
en cuanto a la tasa de cambio, en lo corrido del año la volatilidad ha estado
asociada principalmente a factores globales (expectativas sobre tasas de la
FED). Así, el equipo de BBVA Research espera una devaluación del peso en
la segunda parte del año, para estabilizarse por debajo de los 4.200 pesos en
2025.