Me gustó que el pueblo colombiano se pronunciara.
Sin embargo, no estoy de acuerdo conque lo haya hecho por
varios días.
Eso perjudica a muchos.
Sobre todo, al desarrollo del
país.
Preocupa, eso sí, que ni los mismos marchantes supieran
de qué se trataba.
Ayer me comentaba un amigo y comerciante que le hizo esa
pregunta a más de un centenar de personas y no supieron responder.
¿Por qué
marchan? “Por el paro”.
¿Y por qué es el paro? “Porque es un paro”.
Pero no fueron capaces de responder exactamente de qué se
trataba.
Y así como ellos, son muchísimos los que no saben qué es
lo que está ocurriendo en Colombia.
Una vaina jodida…
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Escucha, viejo
Por Jairo Parada
En una jornada de movilización social en Colombia, no
vista desde 1977, el pueblo colombiano ha hablado, y es falso que no se supo
qué dijo, como falsamente lo plantean columnistas uribistas.
Otros, como Vargas Lleras, llaman a la rápida
aprobación de la reforma tributaria, concertada entre él, Char y el Gobierno,
donde se siguen dando grandes gabelas al capital.
Ello ha disparado las importaciones de equipos en un
patrón de crecimiento que no genera empleos, manteniendo una tasa tributaria de
dividendos ridícula frente a lo que se le cobra a las clases medias en Colombia
por su trabajo. Estamos ante unas élites sordas y ciegas.
Precisamente contra eso marcharon los colombianos.
Yo me sorprendía del nivel de información de los
ciudadanos cundo los periodistas les preguntaban contra qué marchaban. Bien al
día, respondían, por la paz, contra la matanza de líderes sociales, contra la
reforma tributaria, laboral y pensional. El gobierno respondía, con sus
mensajes de miedo antes del 21N, que no había presentado ninguna de esas
reformas, cuando se sabía de los proyectos laborales del Uribismo y de las
declaraciones de Carrasquilla mucho antes sobre la reforma pensional. Sabían lo alegado por la ANIF al respecto, así como las propuestas gremiales de
“flexibilizar” el salario, pagar la miseria por horas, ofrecer un salario menor
al mínimo en un 75% a los jóvenes, para poder engancharlos.
En fin, siempre presentan propuestas que empobrecen a los
colombianos. Su escasa imaginación no los saca de la teoría del “trickle-down”
(derrame), donde si ellos se enriquecen más el pueblo mejora, algo les
llega. La teoría siempre ha resultado falsa, sin ninguna verificación
empírica.
Muchos analistas se alarman por la creciente desigualdad
de América Latina como causa de estos movimientos sociales, sin entender que
ello resulta de un modelo neoliberal individualista, que reduce el estado,
privatiza las empresas aún rentables del mismo (recuerden Isagen), y deja a los
ciudadanos a merced de las leyes del mercado.
Un colega me pasó un artículo escrito por un físico, “El
Casino Sin Escape” (Revista Scientific American Noviembre 2019), por Bruce M. Bhoghosian,
donde a través de un modelo matemático afinado demuestra que una economía pura
de mercado siempre desemboca en que un grupo de oligarcas se apodera de toda la
riqueza, aunque las transacciones aparezcan siendo “justas”. El ensayo
demuestra que ello sólo se evita con fuerte regulación estatal y tributaria,
como se hace en algunos países europeos. Por ello, el Estado no se puede
limitar a la seguridad y al orden, o a subsidios a los pobres. Debe mejorar la
distribución del ingreso con tributación fuerte a los más ricos, no sólo
a las empresas, y tener una política progresiva de salarios. Un médico amigo me
pasó la charla TED de Nick Hanahuer, un plutócrata gringo que nuestros
empresarios deberían ver.
Critica el progresivo enriquecimiento del 1% en Estados
Unidos, calificándolo como una fórmula que los lleva al suicidio. Nos habla
cómo Seattle, contradiciendo la teoría neoclásica del “derrame”, elevó el
salario mínimo al doble del país ($15 dólares por hora) y hoy está en auge.
Comparen con las propuestas ridículas del 4 o 5% del próximo año de nuestros
gremios.
Colombia se hace más desigual cada año, las oportunidades
de ascenso son solo para los hijos de la élite, y los sectores medios y
populares excluidos.
Escucha, viejo, la unión no se puede construir
sobre tu agenda social, debe ser otra clase de agenda.
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