Gustavo Petro, presidente de Colombia, durante la Cumbre de Líderes del G-20 en Brasil |
Petro
expresó que “ese ese cambio de gobernanza
es fundamental para la construcción de una democracia global, y, sobre todo,
para eliminar guerras, para eliminar el crecimiento del hambre y para
garantizar la vida en el planeta Tierra”.
El
mandatario colombiano ya se había referido a la necesidad de transformación de
las Naciones Unidas, cuando en febrero pasado, durante la Conferencia de Seguridad
en Munich, Alemania, dijo que “no es posible que hoy la inmensa mayoría de
la humanidad vote contra la guerra y haya poder de veto de quienes tienen las
armas. Eso no se llama democracia”, subrayó.
¿Qué es el poder de veto?
El
Consejo de Seguridad, que tiene como responsabilidad el mantenimiento de la paz
y la seguridad internacionales, es uno de los seis órganos principales de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU).
A
finales de la Segunda Guerra Mundial, a China, Francia, la Federación de Rusia,
el Reino Unido y Estados Unidos se les otorgó un poder de voto especial,
conocido como el “poder de veto”.
En
este sentido, se acordó que en caso de que uno de estos países ejerciera su
poder de veto dentro del Consejo de Seguridad, de acuerdo con eso la resolución
o decisión no se aprobaría.
Según
explica la ONU, los cinco miembros permanentes en uno u otro momento han
ejercido el derecho de veto, algunos con más frecuencia que otros, y en
momentos particulares dentro de ese período.
Decisiones de las COP deben ser obligatorias
De
otro lado, el presidente Petro consideró que, como parte de la citada reforma a
la gobernanza mundial, se debe buscar que “las
COP climáticas sean vinculantes, es decir que tomen decisiones obligatorias
para los países, tomadas por votación mayoritaria”.
En
la actualidad, Colombia participa en la COP29 que se realiza en Azerbaiyán,
donde propuso un pacto de alivio de deuda a 10 años que permita a los
países en desarrollo invertir en la transición climática.