Vamos a permitir que Jaime se exprese aquí por el RadaR…
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El juego sucio de la política
Por: Jaime Lustgarten
En el año 1966 en mi plena
adolescencia comprendí que la política es un juego sucio en el que se dan
indicios de lo que evolucionaría en mi patria querida, en donde se dice que los
buenos políticos son: “los que roban, pero hacen”.
Es que más de una vez mis castos oídos
escucharon semejante barbaridad, y les comento que nací y crecí en la próspera
Barranquilla, Departamento del Atlántico. La cuna de muchas cosas
importantes de la modernidad colombiana como el transporte aéreo, la radio, el
ferrocarril, los ensayos industriales y el muelle más largo del mundo. Además
del Junior, porque en este espacio entró el fútbol por las grandes migraciones
de extranjeros. Aunque se oyen los coros de los historiadores que dicen
que “no tenemos historia''.
La urbe portuaria es reconocida
mundialmente por tener la fiesta más alegre del país, es decir el carnaval de
la Arenosa con sus desfiles de tradiciones, la batalla de flores y la gran parada
con su espectacular derroche de jolgorio y de maicena, lo que se constituye en
la esencia de esta ciudad.
En dichas elecciones acompañé a mi
padre a votar en la famosa calle de Murillo Toro o la 45, el día en que
elegirían al doctor Carlos Lleras Restrepo a la presidencia.
Allí vi cuando mi progenitor
introducía su voto en una urna de cartón, pero antes tuvo que meter su dedo
índice derecho en un frasco de tinta roja. Al no comprender el ritual
político, le pregunté porque era necesario ensuciarse el dedo. Él me miró
con sus ojos de patriarca sabio, y dijo: “hijo es algo que exigen la tinta roja
para evitar que la gente vote dos o más veces”.
http://radareconomicointernacional.blogspot.com/2012/02/carnaval-2012-fuera-de-serie-dice-jaime.html
Ese día quedó grabado en mi memoria
que el Estado nos ve a todos como delincuentes y bandidos. Sin duda, así sigue
siendo la política sucia. Poco ha mejorado desde entonces, ya que los
políticos convirtieron la política en su propio negocio. El pueblo en su
inocente mansedumbre lo permite en cada cita electoral.
Vienen nuevas elecciones en el próximo
año electoral en una contienda histórica en que se escogerá el sucesor de Iván
Duque, y se espera que elijamos a un líder que sepa liderar un país con
prosperidad, justicia e inclusión social.
Pero reconocemos que no somos la excepción del continente, por lo poco honorable en que se convirtió la política.
http://radareconomicointernacional.blogspot.com/2010/05/razones-del-exito-de-mockus-por-jaime.html
Un fantasma se cierne sobre el país
post pandémico, ya que por todos los rincones de la geografía colombiana
deambulan más de 2 millones de refugiados venezolanos que huyeron del
antisocial sistema chavista, lo que con el juego sucio de la política podrían imponernos
algo similar al régimen del país vecino.
La conciencia no nos deja dormir a muchos, pero creo que los políticos duermen con la barriga llena y el corazón contento, por lo que los tontos son los que votan por ellos, sin fijarse en la calidad del liderazgo de la clase política.