jueves, 28 de febrero de 2013

Benedicto XVI dejó de ser Papa



"Seré un simple peregrino", dijo el Papa XVI Benedicto.
Se fue este 28 de febrero, algo que no había ocurrido en mucho tiempo en el mundo católico.
Se han dicho muchas cosas de esta renuncia, y en medio de tanto comentario, yo reflexionaba esta semana y le decía a colegas y familiares: “Que berraco este señor… Inició el Papado de 78 años y duró 8 años más... llegó a 84”.
Mi padre no alcanzó a llegar a los 74.
Dios se llevó a papá y lo recordaremos con alegría.

Al Papa, lo vamos a tener unos años más.
Oremos por él y su tranquilidad espiritual

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Benedicto XVI ya no es Papa.

Miles de fieles lo vieron partir desde la Plaza de San Pedro. Comienza ahora el proceso para elegir al nuevo Papa. "Seré un simple peregrino", dijo Benedicto.

Con lágrimas, entre ellas las de su secretario y prefecto de la Casa Pontificia, Georg Ganswein, el Vaticano despidió este jueves a Benedicto XVI.
Desde varias horas antes de que el papa Ratzinger abandonara el Vaticano para trasladarse a Castel Gandolfo, en helicóptero (ver foto) cardenales, arzobispos, obispos, sacerdotes, religiosas y numerosos laicos que prestan su servicio en el pequeño Estado, con sus hijos y nietos, aguardaron en el patio de San Dámaso para despedirse.

El ambiente era de tristeza y emoción y ni los vistosos colores de la Guardia Suiza, de la que un piquete con bandera rindió honores, alegraron la espera.
Las lágrimas comenzaron a derramarse cuando el Papa, apoyado en un bastón, apareció en el patio acompañado del cardenal secretario, Tarcisio Bertone, y sus colaboradores de la Secretaría de Estado.
 
La emoción era tal que el mismo secretario particular del Papa, don Georg como se lo conoce, no pudo contener las lágrimas y se le vio visiblemente emocionado.
Mientras tanto en la plaza de San Pedro, a escasos metros del patio de San Dámaso, miles de personas se congregaron ante las pantallas gigantes de televisión ubicada en la Columnata de Bernini, muchas de la cuales tampoco pudieron contener las lágrimas.
 
Bajo un cielo prácticamente despejado y sobre los adoquines de la plaza, un grupo de jóvenes alemanas sentadas en corro, algunas de ellas vestidas con el traje típico de Baviera, de donde procede Benedicto XVI, dedicaron al Pontífice canciones típicas de su país de despedida.
La melodía acompañada por guitarras tan solo se vio interrumpida por el rezo de un rosario colectivo, al que se unieron fieles de todas partes del mundo.
"Estamos tristes, pero es un signo de humildad", dijo a Efe una de las jóvenes alemanas, que subrayó su admiración hacia su compatriota.
La emoción, la tristeza y el respeto se podía leer en el rostro de los fieles cuando apareció el Papa en el patio de San Dámaso, momento que quisieron inmortalizar a través de cámaras de fotos, teléfonos móviles y otros dispositivos tecnológicos.
En el momento en el que el helicóptero en el que viaja Benedicto XVI, de casi 86 años, despegó del helipuerto del Vaticano a las 17.07 horas local (16.07 GMT), los congregados en la plaza, mirando al cielo esperando ver el aparato, se despidieron de él con un efusivo adiós, entre lágrimas, y con pañuelos blancos en sus manos.
 
Muchos fieles se congregaron en las azoteas de los edificios cercanos al Vaticano para ver como se alejaba de la colina vaticana el helicóptero que llevaba al Papa Rastzinger y en las barandillas colgaron pancartas, una en español, en la estaba escrito: "Benedicto gracias por vivir de la fe en verdad y amor".
Las campanas de Roma, entre ellas las del ayuntamiento y la grande de la basílica de San Pedro, acompañaron con sus sonidos la marcha del papa Ratzinger, que a partir de ahora, como dijo en su último discurso público, será "un simple peregrino, que inicia la última etapa de su peregrinación en esta tierra".

EFE