Intervención de los
caños de barranquilla, ambicioso proyecto que beneficiará a 150.000 habitantes de
la ciudad: alcalde Jaime Pumarejo.
Es bueno que el joven
mandatario no olvidara las promesas de campaña. Y lo digo porque, generalmente,
en medio de las correndillas políticas, se olvidan esas promesas.
Eso les cambiará la
vida a los habitantes del sector, pero también a todos los barranquilleros y
visitantes.
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Histórica intervención de caños de Barranquilla, anuncia alcalde Jaime Pumarejo
Saldaremos la deuda
vieja que tenemos con los caños y con los habitantes Barranquilla: Jaime
Pumarejo, alcalde
El Distrito de
Barranquilla saldará la vieja deuda que tiene con los caños de la ciudad y, a
través de un ambicioso proyecto que contempla inversiones de más de 200.000
millones de pesos, recuperará los cuerpos de agua, dignificará las condiciones
de vida de los habitantes de las riberas y promoverá un proyecto turístico con
navegabilidad, equipamiento urbano y parque lineal.
“Ahí donde empezó la
historia de la ciudad haremos un desarrollo que nos hará sentir orgullosos a
todos los barranquilleros”, señaló el alcalde Jaime Pumarejo Heins.

La intervención, que
será histórica tanto por los montos como por los alcances, beneficiará a más de
150.000 habitantes de la ciudad que están bajo la influencia directa de esas
aguas.
“Lo prometimos en
campaña y ahora será una realidad”, dijo, al recordar el anhelo que entonces le
manifestaron las familias de la zona, de acabar con las inundaciones que
producen los caños con cada aguacero, principalmente en los barrios La Luz y La
Chinita.
“A los habitantes de
estos sectores quiero decirles que no solo canalizaremos y construiremos diques
de contención; haremos una recuperación integral que nos permitirá preservar la
historia y generar oportunidades a la gente con una plataforma de desarrollo
urbano, impacto ambiental y atractivo turístico, que mejorará la calidad de
vida de los residentes y comerciantes de todo este gran sector”, señaló.
En total son 6 caños,
cuya extensión supera los 11 kilómetros.
“Aquí nació
Barranquilla. Aquí floreció la navegación que nos conectó con el país y el
mundo. Aquí floreció el comercio al que tanto le debemos. Desde aquí fuimos, en
un momento de nuestra historia, la ciudad más importante de Colombia”, señaló
el alcalde, al presentar el proyecto.
Al pie de los caños,
en efecto, estaban las haciendas que sirvieron de génesis a la antigua villa,
entre lo que hoy es el puente Pumarejo y el municipio de Soledad.
En su recorrido,
constituían un complejo sistema hídrico que conectaba a los hacendados,
comerciantes y habitantes de la región con sus lugares de residencia o
negocios. Cuando encontraban espacio, formaban ciénagas e islas, que también
fueron diseñando los trazos urbanos que finalmente tiene Barranquilla
El alcalde recordó
que fueron el corazón de la navegación fluvial, que conectaba a Barranquilla
desde el edificio de la Intendencia, con las ciudades del Magdalena.

Antecedentes
La navegación
marítima y el transporte por carreteras fueron relegando a los caños, que poco
a poco terminaron convirtiéndose en basureros públicos y asentamientos de
invasión. De aquel esplendor solo quedaban taponamientos e inmundicia.
En 1962 el Congreso
de la República expidió la ley 100 por medio de la cual le dio un marco
económico y jurídico a la problemática ambiental de los caños. En 1969 el
Estado contrató con la firma Navas y Ortega “la solución de los problemas de
los canales de Barranquilla”, y se la encargó al ingeniero Héctor Navas Uribe.
Él mismo dirigiría la Empresa de Vapores Río Grande por muchos años. En 1971 la
firma Hidroestudios diseñó la propuesta “Estudio de prefactibilidad del control
de inundaciones producidas por los caños de Barranquilla” que, sin embargo, no
tuvo ejecuciones, y a mediados de 1980 un estudio de desarrollo urbano diseñado
por el Plan Maestro de la agencia Jica (conocida como Misión Japonesa),
recomendó dragados permanentes.
Pero el problema se
mantuvo, así que el documento Conpes 3351 de 2005, reveló:
“El deterioro de los caños de la cuenca oriental es resultado del proceso de
urbanización de la zona y de su inadecuada planificación. Los caños la Ahuyama,
del Mercado, de las Compañías, los Tramposos, Arriba y Agromar se han
contaminado con aguas residuales, con los consecuentes problemas de salud
ambiental de la población ubicada en la zona de influencia, que pertenece a
estratos 1 y 2. El principal mercado público de Barranquilla también se ubica
en cercanía a los caños lo cual genera un problema de salud pública debido a
los vertimientos de residuos sobre estos”.
Ese Conpes declaró el
Plan de Saneamiento de los Caños de la Cuenca Oriental de la ciudad como un
proyecto de importancia estratégica para el país, y recomendó acometer
inversiones para “eliminar los vertimientos de aguas residuales… mediante la
construcción de interceptores … y estaciones elevadoras y de bombeo”.
En el año 2009,
Barranquilla empezó a ejecutar un ambicioso proyecto de 75.000 millones de
pesos, con aportes del Distrito, el Ministerio del Medio Ambiente y la
Corporación Autónoma Regional del Atlántico, que buscaba eliminar las descargas
a los arroyos y vías públicas.
En el año 2014 la
ciudad declaró el saneamiento de los caños mediante otra inversión importante
de 86.000 millones de pesos, que permitió, además, la reubicación de
asentamiento subnormales y la construcción de interceptores que vierten
las aguas a unas estaciones elevadoras y de bombeo, para descargarlos al
río Magdalena mediante un emisario subfluvial.
Entre 2016 y 2019 se
ejecutaron en la ciudad obras de infraestructura que, con dragado y
canalización, conectaron los cuerpos de agua con el desarrollo que el Distrito
desplegaba para devolver la mirada de Barranquilla al río.
Recuperación
integral
“Lo que buscamos
ahora es restauración hidráulica, mejoramiento paisajístico y restauración
ecológica, lo que garantiza una solución estable, permanente y para que sea una
solución estable y de impacto urbano”, explica el alcalde.
El proyecto de
Recuperación Integral del Sistema de Caños, en efecto, se propone habilitar el
uso de los cuerpos de agua para actividades cotidianas de los habitantes,
restaurar y proteger el ambiente natural de los cuerpos de agua, mejorar la
navegabilidad y fortalecer la gestión para garantizar el mantenimiento de los
canales.

La idea es garantizar
que los caños se mantengan como vasos comunicantes del río Magdalena, lo cual
los articula con los macroproyectos de la Avenida del Río y el Gran Malecón y,
por supuesto, con la intervención de mercados y recuperación del Centro
histórico, que adelanta la actual administración.
En ese sentido, el
otro componente que tiene es el desarrollo turístico. Alrededor de los caños se
construirá un gran malecón de espacios verdes y seguros, que podrá ser
recorrido en bicicleta durante una hora.
Los trabajos
comprenden la recuperación, primero del caño de la Ahuyama, cuya intervención
está tasada en 82.000 millones de pesos, continuando luego con los caños de las
Compañías, Los Tramposos, del Mercado, Caño Arriba y La Tablaza.
Para el caño de la
Ahuyama, puntualmente, la propuesta incluye canalización para mayor
profundidad, con un dique barrera que precisamente evitará las inundaciones. En
las zonas laterales se construirá el gran parque lineal con amplias zonas
verdes, ciclorrutas, lanchas a lo largo del recorrido de los caños y conexión
directa entre el puente Pumarejo y el Gran Malecón.
La sección del canal
Ahuyama se ampliará con una forma trapezoidal, lo cual generará un volumen de
dragado de aproximadamente 179.000 metros cúbicos, en tanto se construye un
dique al costado occidental, todo lo cual contendrá las inundaciones.
Los puentes de la
carrera 30 y 38 ampliarán su luz para poder hacerlo, entre otras cosas, navegable.
“Soñamos con nuevos
caños, queremos que esto se convierta en espacios de vida agradable y simbolice
la recuperación de un emblemático, pero olvidado lugar”, puntualizó Pumarejo
Heins.