sábado, 26 de mayo de 2018

Así va la carrera presidencial en COLOMBIA: Duque-Vargas Lleras

Así está la apuesta para la presidencia de Colombia: Duque-Vargas Lleras.

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1

Petro: teoría y práctica Por Antonio Caballero


Me gusta cómo dice las cosas Antonio Caballero.

Sé que muchos colombianos pensarán lo mismo...

Revisemos lo que dice Caballero sobre Petro.
 
Dice muchas verdades:
"Lo malo de Petro no es su teoría: sino su práctica. La que le conocimos en sus años de alcalde de Bogotá, de ineptitud y de rencor, de caprichos despóticos y de autosatisfacción desmesurada. Su arrogancia, su prepotencia. Su personalidad paranoica de caudillo providencial, mesiánico, señalado por el Destino para salvar no solo al pueblo de Colombia de sus corruptas clases dominantes sino al planeta Tierra de su destrucción y a la especie humana de su extinción. Sus iniciativas de gobierno, que no eran populistas, como dicen, sino simplemente demagógicas: el arbitrario cierre de la plaza de toros bajo pretextos caricaturescos de “lucha de estratos” entre ricos y pobres; la compra de los inservibles camiones de basuras de segunda mano sin licitación ni consulta"...

RADAR,luisemilioradaconrado
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Petro: teoría y práctica
Por Antonio Caballero
Lo malo del candidato presidencial Gustavo Petro no es su programa, que es probablemente el más atractivo –o el que a mí más me atrae– aunque no el más serio: es un programa para cuarenta años de gobierno, y lo único que han tenido de bueno los gobiernos en Colombia es que por lo general han durado poco tiempo. Los más largos –el de Santos, el de Uribe, o el de Núñez por interpuestas personas en el siglo XIX– han sido más dañinos. 
Lo que no me gusta de Petro es su manera de ser. Petro es Petro. Y eso es lo malo que tiene Petro, un político megalómano que de sí mismo habla en una admirativa y mayestática tercera persona. Lo malo de Petro no es su teoría: sino su práctica. La que le conocimos en sus años de alcalde de Bogotá, de ineptitud y de rencor, de caprichos despóticos y de autosatisfacción desmesurada. Su arrogancia, su prepotencia. Su personalidad paranoica de caudillo providencial, mesiánico, señalado por el Destino para salvar no solo al pueblo de Colombia de sus corruptas clases dominantes sino al planeta Tierra de su destrucción y a la especie humana de su extinción. Sus iniciativas de gobierno, que no eran populistas, como dicen, sino simplemente demagógicas: el arbitrario cierre de la plaza de toros bajo pretextos caricaturescos de “lucha de estratos” entre ricos y pobres; la compra de los inservibles camiones de basuras de segunda mano sin licitación ni consulta. Casi no lo conozco personalmente, pese a haber tenido durante tres años bajo su alcaldía un programa de televisión en Canal Capital; pero sé de su incapacidad para tener o conservar amigos: lo han denunciado como tramposo y desleal sus compañeros del M-19 (Antonio Navarro, Daniel García Peña), y los del Polo Democrático (Carlos Gaviria, Jorge Robledo, Clara López), que se sintieron todos engañados por él en su voraz ambición personalista. Reclamándose del pueblo, por supuesto, como es lo propio de los demagogos.

Fue, eso sí, un gran parlamentario, que hizo en el Senado magníficos debates de denuncia y de control político. Sabe hablar. Por eso es también el más hábil y el mejor de los candidatos en los debates televisados, tanto en las respuestas como en las propuestas. Pero es que encarnadas en su persona no creo en esas propuestas: no me parece que Gustavo Petro sea una buena persona, sincera y franca. Más bien lo veo como una mala persona, aunque se haya engalanado –de raponazo– con el indecente autoelogio de proclamar que sus candidatos al Congreso representan “la decencia”. No le creo ni “el amor” de que tanto habla. Ni “el saber” que pretende transmitir. Ni “la humanidad” que campea en los nombres de sus campañas. Todo eso me parece ficticio e impostado. Petro no inspira confianza.

 

Lo hizo mártir el procurador Ordóñez al destituirlo arbitrariamente de la alcaldía: un fanático a cuya elección por el Congreso él mismo había contribuido persuadiendo a sus colegas del Polo de que votar por tan conspicuo representante de la extrema derecha demostraba que el Polo no era de izquierda. Y en su caso personal es cierto que no lo era: aunque se pretenda de izquierda, Petro tiene un temperamento autoritario, inocultablemente de derechas, inspirado en el “cesarismo democrático” que inventó un intelectual lagarto en Venezuela para justificar la larga tiranía de Juan Vicente Gómez, y que copiaron luego Hugo Chávez y Nicolás Maduro, en nombre, por supuesto, del pueblo. Y así lo confirma su anunciada convocatoria de una Asamblea Constituyente si gana las elecciones. Como las que han convocado todos los aspirantes a dictadores que ha tenido Colombia: Bolívar, Mosquera, Núñez, Reyes, Gómez, Rojas. Porque Petro gusta de equipararse con los mártires: en sus discursos del balcón de la alcaldía se comparaba con Sucre, Uribe Uribe, Jorge Eliécer Gaitán; y ahora clama en las plazas: “Todo candidato que no es de la clase política tradicional ha sido asesinado. No hay excepciones”. Pero se parece más a su tocayo el general Gustavo Rojas Pinilla, golpista dictador y jefe de la Anapo, de cuya pintoresca y demagógica “dialéctica de la yuca” copia su propia “dialéctica del aguacate”.

Me sucede a mí con Petro lo mismo que le pasaba hace un siglo largo a don Miguel Antonio Caro, que lo resumía así: “De los liberales me apartan las ideas. Y de los conservadores las personas”.

Gustavo Petro es el candidato con mayores deudas en su declaración de renta

Es bueno este ejercicio, porque desnuda la situación de los aspirantes a la presidencia de la República de Colombia.

"Al revisar las declaraciones de renta de Gustavo Petro… del año gravable de 2016 se puede ver que su patrimonio bruto asciende a $1.244 millones, mientras que el total de ingresos recibidos por el candidato presidencial por concepto de renta alcanza los $87 millones".

Esto refleja que Petro es el candidato presidencial con el menor patrimonio líquido total pues el de Vargas Lleras llega a $2.695 millones, el de Humberto de la Calle es de $1.745 millones; el de Sergio Fajardo se ubica en $2.205 millones; y el de Iván Duque en $1.143 millones.

A su vez, el candidato de la izquierda tiene en su declaración las mayores deudas, pues las de Vargas Lleras son solo de $463.000; las de De la Calle de $20,1 millones; las de Fajardo de $1,1 millones; y las de Duque de $56,8 millones.

Revisemos eso.

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1


En el año gravable de 2016, tuvo un saldo a favor de $14,7 millones.

Noelia Cigüenza Riaño - nciguenza@larepublica.com.co
A tan solo un día de las elecciones presidenciales, el candidato de la Colombia Humana, Gustavo Petro, el único candidato presidencial que no había hecho pública su declaración de renta, divulgó este jueves en su cuenta de Facebook este documento, como le habían solicitado en los últimos días algunos dirigentes políticos como Claudia López,  fórmula a la Vicepresidencia de Sergio Fajardo.

En la declaración de renta de Petro del año gravable de 2016 se puede ver que su patrimonio bruto asciende a $1.244 millones, mientras que el total de ingresos recibidos por el candidato presidencial por concepto de renta alcanza los $87 millones.  Además, registra deudas por $768 millones, con lo que su patrimonio líquido total solo llega a $475 millones.
 

A su vez, el candidato de la izquierda tiene en su declaración las mayores deudas, pues las de Vargas Lleras son solo de $463.000; las de De la Calle de $20,1 millones; las de Fajardo de $1,1 millones; y las de Duque de $56,8 millones.

En costos y deducciones, destaca que en el renglón de vivienda aparecen $35,7 millones, lo que podría implicar el pago de una hipoteca de un inmueble. El total de costos y deducciones llega a $56,5 millones y su renta exenta alcanza los $7,8 millones. También destaca que sus ingresos netos llegan a unos $87 millones.
 
El hecho de hacer pública la declaración de renta es sinónimo de transparencia, por ello, el excandidato presidencial y actual fórmula vicepresidencial de Vargas Lleras, Juan Carlos Pinzón, fue el primero en que divulgó a través de sus redes sociales este documento.

A él, le siguieron a finales del año pasado De la Calle, Duque y Fajardo, quien no solo publicó la de 2016, sino que también compartió en su sitio web las de 2014 y 2015, años en los que era gobernador de Antioquia. Por su parte,  Vargas Lleras ya había mostrado su declaración en Twitter, después de que el presidente Juan Manuel Santos lo hiciera. 

De este modo,  de acuerdo con la información presentada por todos se puede establecer que el candidato que pagó más impuestos en 2016 fue Fajardo ($286,14 millones), seguido de De la Calle ($14,64 millones), en tercer lugar Duque ($2,69 millones), en el cuarto lugar está Vargas Lleras ($1,9 millones) y el saldo a pagar de Petro sale en 0. Además, este último tiene un saldo a favor de $14,7 millones.

Estas son las declaraciones del resto de candidatos presidenciales:


Germán Vargas Lleras
   La declaración de renta de Germán Vargas muestra que tiene un patrimonio bruto de $2.695 millones, y reporta como deuda $463.000. El candidato pone en el renglón de vivienda $15,7 millones, lo que indicaría que está pagando una hipoteca de una casa o un rubro similar sobre el que paga intereses. Con otras deducciones, logra una renta exenta de $112,6 millones.
Humberto de la Calle
 
El año 2016 supone para De La Calle más de 50% de su patrimonio ($1.755 millones) en ese año, y le surgió la pregunta sobre dónde están sus ahorros. El candidato liberal registró un patrimonio bruto inferior al de Vargas Lleras, pero reportó más ganancias, por lo que también tributó más. Registra deudas por $20,1 millones, deducciones sin especificar por $55,7 millones, y 25% por pagos laborales.

Sergio Fajardo Valderrama
 

Según la declaración de Fajardo, su patrimonio es de $2.206 millones. Para Ayala, este luce pequeño respecto al nivel de ingresos anuales ($1.613 millones con ganancias ocasionales de $581 millones). Fajardo solicita las deducciones y exenciones permitidas por la ley, pero quizá por efecto del nivel de ingresos y las limitaciones, estas representan 32% de sus ingresos. Romero destaca su compromiso tributario al liquidar anticipo para 2017 de $84,6 millones.
Iván Duque Márquez
Este candidato tiene un patrimonio al final del año 2016 ($1.143 millones), algo que para los expertos tributarios luce pequeño respecto a sus ingresos anuales ($545 millones), y solicita las deducciones y exenciones permitidas por la ley.