Esto me asusta: “Así, la política
está clara: exprimir los estratos medios y altos para hacer obras que
embellezcan la ciudad para delicia de los contratistas”.
Y pienso que todos debemos
revisarlo. Incluida la administración, porque, de acuerdo al análisis de Jairo
Parada: “A ese paso, todos terminaremos de arrendatarios del Distrito”.
¿Qué tanta razón tiene el
economista?
Vamos a sentarnos con algunos
funcionarios del Distrito para que nos expliquen un poco esa historia…
Leamos con calma este nota de Jairo Parada.
Yo soy de los que piensa que es bueno que Barranquilla se desarrolle. Y que si los proyectos se hacen con seriedad es bueno para todos, hasta para los críticos.
Leamos con calma este nota de Jairo Parada.
Yo soy de los que piensa que es bueno que Barranquilla se desarrolle. Y que si los proyectos se hacen con seriedad es bueno para todos, hasta para los críticos.
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
#Radar
Distrito:
¿rindiendo cuentas?
Por Jairo Parada
Aunque la rendición de cuentas de
2017 se caracterizó por tratar de ser descentralizada con 15 reuniones
sectoriales, a las cuales se alega que asistieron 300.000 personas; además de
la interacción en redes, me temo que el formato seguido es el mismo de todos
los años, desde 2008 es un informe pero no hay ninguna rendición de cuentas,
no hay debates ni interacción crítica con la ciudadanía.
El informe final en el malecón tuvo más un carácter de show, donde por más que el alcalde se esforzaba en mostrar sencillez, era evidente que todo se diluía en elogios a nuestro maravilloso burgomaestre.
El informe final en el malecón tuvo más un carácter de show, donde por más que el alcalde se esforzaba en mostrar sencillez, era evidente que todo se diluía en elogios a nuestro maravilloso burgomaestre.
Es más, me dio cierta pena por Elsa Noguera, pues la mencionaban de refilón, como si esta hubiese sido una administración continua de Char de diez años. En la época de Elsa, creo se manejaban los presupuestos con mayor moderación y no se veía el crecimiento abultado que hoy observamos. Era como si los cuatro años de ella no pesaron en los diez años del alcalde.
Por otro lado, se sigue en la
vieja historia de mostrarnos lo mal que estábamos en 2007 y nos comparábamos
con lo de ahora. Creo que nadie que sea un insensato puede desconocer los
avances en este decenio en todos los frentes. Pero tampoco partieron de cero, y
algo o mucho se hizo antes. Ya es hora, sin embargo, de dejar atrás estas
comparaciones milagrosas y más bien compararnos con Bogotá o Medellín, para
aterrizar y poder asomarnos fuera de nuestra cueva de Platón.

El informe escrito siguió el
formato aburrido de cuadros con cumplimiento de metas, donde casi todos
informan un 100% de cumplimiento, indicándonos lo maravillosos que son nuestros
secretarios de despacho. Sin duda se reconocen los avances en salud, educación,
parques, arroyos, vías, etc. Pero la autocrítica está ausente.
Tomando apenas un ejemplo, la
Secretaría de Cultura, no se ve por ahí una referencia al desastre cultural que
vive la ciudad, magistralmente descrito por Víctor Herrera en una de sus
columnas habituales titulada “Que nos expliquen”. En efecto, mientras se
construye con $29.000 millones la “fábrica de la cultura”, otra vez la
dialéctica del concreto de la que se enorgullece nuestro alcalde, nuestra
ciudad sigue con el Museo del Caribe cerrado, Bellas Artes en el piso, el MAM
sin terminar y el Amira bien enredado. Lo del Museo del Caribe no tiene excusa,
y tratar de culpar ahora a sus sacrificados dirigentes es algo bien injusto.

Igualmente, EL HERALDO nos
ilustraba sobre lo acabado que está el paseo peatonal del Paseo Bolívar. Aquí
se construye pero poco se mantiene.
El informe sobre Finanzas
Públicas de 81 páginas lo examiné cuidadosamente.
Allí se ilustra cómo nos han apretado en estos 10 años con el predial: los avalúos se incrementaron a una tasa del 12% anual, mientras que la inflación lo hizo al 4%. Se dirá que son nuevos predios, pero estos solo crecieron en un 16,7%, ellos no explican que los avalúos los hayan casi triplicado.
Allí se ilustra cómo nos han apretado en estos 10 años con el predial: los avalúos se incrementaron a una tasa del 12% anual, mientras que la inflación lo hizo al 4%. Se dirá que son nuevos predios, pero estos solo crecieron en un 16,7%, ellos no explican que los avalúos los hayan casi triplicado.
A ese paso, todos terminaremos de arrendatarios del Distrito.