domingo, 27 de octubre de 2019

Daniel Quintero, el emprendedor que dio la sorpresa en Medellín. Es el nuevo alcalde

¡Bien!, un emprendedor se ganó la alcaldía de Medellín.

El nuevo alcalde de la capital de Antioquia es Daniel Quintero, independiente… ¡Golazo!

Ni él mismo se esperaba ese triunfo.

Eso indica, que al ex presidente no lo quieren en su propio terreno.
Algo debe estar pasando…

El nuevo alcalde confiesa: “Como muchos colombianos tuve que retirarme del estudio y dedicarme a trabajar. Vendí postres, fui mensajero, entre mil oficios más”.

Su vida no ha sido fácil. Pero, a pesar de todo, es el nuevo alcalde de una de las ciudades más destacadas de América Latina. Y eso es lo que cuenta.
Ahora, debe cumplir sus promesas.  
"Construyamos una sola ciudad, una sola Antioquia, una sola Medellín, una sola nación. Esta no es una oportunidad para dividir. Al contrario, para unirla. Ese es nuestro propósito", dijo Daniel Quintero. 

El nuevo alcalde de Medellín, reitero: "Esto se ganó por el impulso que le pusieron los jóvenes". 

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Daniel Quintero, el emprendedor que dio la sorpresa en Medellín. Es el nuevo alcalde

El candidato por el movimiento Independientes se impuso al uribismo, que volvió a perder.


Ni la campaña negra en su contra, ni las amenazas, ni la asociación con Gustavo Petro, pudieron evitar que Daniel Quintero lograra aguarle la fiesta al uribismo y quitarle, una vez más, la alcaldía de Medellín.
Quintero asegura que nunca se imaginó ser alcalde. Sin embargo, sus reiteradas quejas al manejo que EPM dio a Hidroituango lo pusieron en el ojo público y comenzó a tomar fuerza hasta que se inscribió a la alcaldía.


Con un 89,20% de las mesas informadas, se puede informar que Daniel Quintero, candidato por el movimiento Independientes se convirtió en el nuevo alcalde de Medellín.

Según el reporte de la Registraduría Nacional, Quintero obtiene hasta ahora el 271.302 votos (38,49%), marcando así una amplia diferencia con Alfredo Ramos, candidato del Centro Democrático que registra 212.723 (30,16%) votos a su favor.

Ser alcalde de Medellín, a sus 39 años, será quizá su trabajo más importante. Sin embargo, Quintero recuerda todo lo que tuvo que hacer para sobrevivir en una juventud con carencias económicas. “Como muchos colombianos tuve que retirarme del estudio y dedicarme a trabajar. Vendí postres, fui mensajero, entre mil oficios más”, cuenta.



RADAR y la voz del nuevo alcalde de Medellín:

https://www.youtube.com/watch?v=HdAZFg9q7XU

Elsa Noguera es la nueva gobernadora del Departamento del Atlántico: con un 66,67% de los votos

Como estaba previsto, Elsa Noguera es la nueva gobernadora del Departamento del Atlántico.
La experiencia que ha obtenido en los diferentes puestos de trabajo, les garantiza a los habitantes del Atlántico una buena gestión.

La verdad,  es que Elsa Noguera se ha ganado la confianza de los ciudadanos.

La votación en este debate así lo indica. Arrasó con el mayor número de votos en la contienda de hoy: 687.054.

Destacó el papel de las mujeres en este debate. Se comprometió a apoyarlas: "Ustedes tendrán más oportunidades que nunca. Gracias por creer y confiar".

"Mis mujeres", reiteró la gobernadora...

Aquí está su voz, cuando se refería a sus electores:


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Elsa Noguera es la nueva gobernadora del Departamento del Atlántico: con un 66,67% de los votos

La exalcaldesa de Barranquilla obtuvo 687.054 votos en todo el departamento, una votación histórica y casi el doble de la obtenida por Eduardo Verano en 2015. En segundo lugar llegó Nicolás Petro con 191.255 votos.

A corte del boletín número 45, el último presentado, Elsa Noguera De la Espriella es la nueva gobernadora del departamento del Atlántico con 687.054 votos.
Elsa se convierte así en la primera mujer en asumir el cargo por elección popular, pues la abogada laboralista Blanca Franco en 1976 fue nombrada por el entonces presidente, Alfonso López Michelsen.
Nicolás Petro ocupó el segundo lugar con 191.255 votos (18,56%), seguido de Carlos Dennis con 33.626 (3,26%), Diana Macías en cuarto lugar con 16.898 votos (1,63%) y finalmente el candidato Rodney Castro con 9.736 votos (0,94%).

En total votaron 1.176.557 personas de 1.934.188 que estaban habilitadas. El voto en blanco obtuvo un 8,91% (91.872 votos) mientras que votos no marcados hubo 128.656 (10.91%) y votos nulos 17.460 (1,47%). 

Elsa logró obtener más del 60% de los votos en cada uno de los municipios, tan solo en Barranquilla obtuvo 308.844 votos. 
La casa política Char hizo moñona en las elecciones regionales. No solo se quedó con la alcaldía de Barraquilla que quedó en manos de Jaime Pumarejo, sino que conquistó la gobernación del Atlántico con Elsa Noguera.
Noguera, inscrita por la coalición La Clave es la Gente, llega al primer cargo del Atlántico con el respaldo de la casa política Char y la suma de los grandes caciques de Barranquilla y los 22 municipios del Atlántico.
Con el 97,66% de las mesas escrutadas, Elsa Noguera obtuvo 670.000 votos, que representa el 66,7% de la votación. Superó a Nicolás Petro, hijo de Gustavo Petro, que llegó a 186.000 votos.
Con un programa de gobierno denominado “La clave es la gente”, Noguera promete trabajar sobre tres ejes principales la equidad, la dignidad y el bienestar de los atlanticenses”. Entre sus principales propuestas están “acabar con el pico y placa en la prestación del servicio de salud, brindar educación universitaria en los municipios y garantizar el servicio de agua potable a todo el Atlántico”.
Además, Noguera propone una ambiciosa apuesta por llevar el deporte al departamento. La creación de escuelas de diferentes disciplinas en zonas alejadas de las urbes grandes y medianas será el eje principal. También tiene en mente proyectar un programa de formadores a deportistas que hagan un acompañamiento adecuado.
Lo curioso es que el porcentaje de intención de voto, según una encuesta de Invamer Gallup, dio a Noguera y a Pumajero como ganadores por amplio margen, cada uno superando el 70% respecto a sus competidores.

El gran reto de la nueva gobernadora será intentar replicar en los municipios del Atlántico el crecimiento en infraestructura y los avances administrativos que logró llevar a cabo como alcaldesa de Barranquilla.







Este es Jaime Pumarejo, el nuevo alcalde de Barranquilla

Me ha gustado que Jaime Pumarejo haya ganado la alcaldía de Barranquilla.

Me gusta porque es un tipo sencillo, cordial y respetuoso con el otro. 

No se le conocen pasajes antipáticos... Todo un caballero...

¡Éxitos!

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Este es Jaime Pumarejo, el nuevo alcalde de Barranquilla

Con una arrolladora victoria, el 'Puma' se convirtió en el nuevo alcalde de la ciudad.

Entre las fortalezas y virtudes que en Barranquilla destacan de Jaime Pumarejo Heins, el nuevo alcalde de la ciudad, están la juventud, la preparación académica y la experiencia en cargos públicos, en los cuales se desempeñó con éxito.

Esta experiencia en los asuntos públicos fue adquirida al lado de Elsa Noguera De la Espriella y Alejandro Char Chaljub, alcaldes de Barranquilla, este último su mentor político, quienes llevan 12 años (tres periodos consecutivos Char-Noguera-Char) administrando la capital del Atlántico, turno que ahora le corresponde al joven Pumarejo.


Para Ferney Rodríguez, el investigador de la Universidad Simón Bolívar, la victoria la Jaime Pumarejo, es producto de un abanico de fortalezas que lo acompañan, entre las cuales, se destaca vender una propuesta electoral de continuidad, “que goza de una legitimidad y aceptación social por parte del electorado, en razón de los buenos desempeños de las últimas tres administraciones distritales, en la que él fue clave”, sostiene.

Pumarejo, de 38 años de edad – el próximo 21 de noviembre cumple años, es decir que el día de su posesión tendrá 39 años- es graduado de Administración de Sistemas de Información de la Universidad de Purdue, en Indiana (Estados Unidos), magíster en Administración de Empresas con énfasis en Finanzas del Instituto de Empresas de Madrid (España).

En su hoja de vida se destaca el desempeño de cargos en Estados Unidos y Singapur gracias al programa de Desarrollo de Liderazgo de Jóvenes Ejecutivos de la multinacional Ingersoll Rand.

Su carrera política en Barranquilla la inició de la mano del alcalde Alejandro Char, con quien desde hace 12 años ha trabajado en las políticas de transformación y desarrollo del Distrito, por eso no le incomoda cuando le preguntan si hace parte del continuismo.

Fue consejero para la competitividad en la primera administración de Char. Se encargó de las concesiones lesivas que estaban desangrando al Distrito. También fue secretario de Movilidad de Barranquilla, desde donde libró un fuerte pulso contra el mototaxisismo.

También fue gerente general del Centro de Eventos del Caribe Puerta de Oro, y gerente de Desarrollo de ciudad donde estuvo al frente de proyectos de gran impacto como la construcción de parques y canalización de arroyos, entre otros.
Desde el Distrito se le reconoce el haber coordinado proyectos emblemáticos de la ciudad como el Gran Malecón del Río Magdalena y la infraestructura de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Ahí estuvo hasta el 2017 cuando fue nombrado ministro de Vivienda del presidente Juan Manuel Santos.

Un hombre con casta política

Jaime Pumarejo nació en Barranquilla el 21 de noviembre de 1980, es hijo de Ingeborg Heins y del ex alcalde de Barranquilla Jaime Pumarejo Certain, ingeniero del Massachusetts Institute of Technology (MIT), que impulsó el desarrolló importantes obras en Barranquilla como concejal y luego como el primer Alcalde que tuvo esta capital por elección popular (1988 -1989).

Su abuelo fue Alberto Pumarejo Vengoechea, exministro de Estado, embajador, gobernador del Atlántico y alcalde de Barranquilla, en cuyo honor fue bautizado el puente sobre el río Magdalena.

El nuevo alcalde de Barranquilla cuenta que estuvo más de un año en las calles, hablando con la gente y recorriendo los barrios, para empaparse de viva voz de la gente de los problemas de la ciudad y así empezar a diseñar el plan que tiene para los próximo cuatro para los barrranquilleros.


Al igual que su padre y abuelo ha mostrado un gran interés por los temas de desarrollo y planeación de grandes obras para Barranquilla.

Quienes lo conocen aseguran que no es tímido, engreído ni un sabelotodo, como se le quiere mostrar en algunos sectores. “Es discreto y esconde detrás de esa aparente frialdad a un muchacho cálido, abierto al dialogo, amiguero y siempre de buen humor”, señala el veterano periodista político Rafael Sarmiento Coley.

Jaime Pumarejo Heins, además de prometer en continuar con los programas exitosos de Alejandro Char, como pavimentos, canalización de arroyos, construcción y mejoramientos de parques, avenidas, colegios y hospitales, tiene sus cartas centradas en tres iniciativas, sobre las cuales hizo mucho énfasis en sus últimos días de campaña.

Se tratan del proyecto de río bus, un nuevo sistema de transporte que irá por el río Magdalena y que conectará a Barranquilla vía fluvial el centro con el norte.

También le apostará a la recuperación de la Ciénaga de Mallorquín, cuerpo de agua que agonizar por la contaminación y la invasión de sus márgenes.

Por último está el de regresarle a los barranquilleros su propia la playa: Puerto Mocho, ensenada que se encuentra abandonada a consecuencia de la falta de vías de acceso y oferta de servicios turísticos, infraestructura que el nuevo alcalde se propone poner en servicio.

Bajo la lupa de los expertos

El politólogo Carlos Guzmán piensa que no obstante a los importantes avances y desarrollos observados en la ciudad durante los últimos años, Jaime Pumarejo como alcalde de Barranquilla deberá enfatizar más en inversión social. Y Aquí destaca asuntos relacionados con la familia, la niñez y la juventud como prioritarios, los cuales: “deben ser foco fundamental en el Plan de Desarrollo”.

De igual manera piensa que otro tema que no se puede quedar en el tintero es la seguridad ciudadana, “reconocida, por todos los barranquilleros, como uno de los principales problemas de la ciudad, que debe ser objeto de estudio y diseño de políticas públicas a implementar”.

El profesor investigador de la Universidad del Norte, Luis Trejo, enfatizar que al igual que la seguridad ciudadana, al joven alcalde le esperan retos en la movilidad, la creciente informalidad laboral, la pésima prestación del servicio de energía eléctrica y “la inconformidad social que produce la desigualdad social”.

También están las observaciones del profesor Guiseppe Damato, investigador social de la Universidad Sergio Arboleda, al señalar la ocupación del espacio público por el comercio informal y por una empobrecida corriente de migrantes venezolanos, como un gran problema de ciudad.

“El caso de la comunidad venezolana requiere una urgente medida de contención para atender los conflictos que se han derivado en los últimos años (actos delictivos, prostitución, alta natalidad, aumento de las labores de informalidad) sumado a políticas sanitarias y de salud pública que permitan atención oportuna y eficaz para los miembros de esa comunidad”, subraya.

Por último el profesor Ferney Rodríguez destaca que dentro de las debilidades de Pumarejo se destaca su juventud, “no porque los jóvenes no tengan derechos de aspiración política, sino por lo que implica administrar una ciudad como Barranquilla, con un presupuesto robusto y con prácticas clientelistas que históricamente ha asediado el sector público y la cultura política”.

Por eso el académico propone que más allá de la debilidad de la juventud de Pumarejo, la nueva administración debe enfrentar nuevos retos, que implican responder a una nueva política gubernamental local, “pero no desde la ejecución de obras públicas como las anteriores administraciones, sino con una visión que responda a problemas estructurales que aquejan la ciudad de Barranquilla, como la pobreza en algunos sectores, y los niveles amplios de desigualdad con la nueva Barranquilla que se está construyendo”, puntualiza.

Claudia López, nueva alcaldesa de Bogotá ¡Histórico!

En una campaña política reñida, Claudia López se ganó la alcaldía de Bogotá.

Conversando con Carlos Piñeros, colega, amigo, compañero de trabajo en RCN hace muchos años, me comentó que se esperaba que ganara con más contundencia. 

Sin un embargo, siento que ese triunfo ha sido histórico, como tituló Semana: “Claudia López, nueva alcaldesa de Bogotá ¡Histórico!”.

Y siento que sí.

Eso es histórico. 
Los políticos tradicionales pensaron que ella no llegaría al poder.

La historia se escribió de otra manera.

A su lado están Antanas Mockus, Lucho Garzón y otros pensantes que se la jugaron con ella.

Vamos a contar parte de su historia.


RADAR, su voz:
https://www.youtube.com/watch?v=jYCXM10-gVI


Y parte de la charla que sostuve con Carlos Piñeros quien tiene muchos de vivir en Bogotá y conoce lo que ha ocurrido en nuestra capital.

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Claudia López, nueva alcaldesa de Bogotá ¡Histórico!

En un hecho sin precedentes, Claudia López venció a su principal contendor Carlos Fernando Galán con el 35.25% de votos. 
Esta es la mujer que llevará las riendas de la capital durante los próximos cuatro años.

Era 4 de julio de 1978. Claudia López tenía 8 años y ese día Julio César Turbay y Belisario Betancur se disputaban la presidencia de Colombia. Claudia vivía con su madre, María del Carmen Hernández, en la Escuela La Granja, en Engativá, que por ser un colegio público era lugar de votación. “¿Qué es el éxito?”, le preguntó la pequeña. El tema de ganar o perder estaba en el centro del debate. 

“¿Tú qué crees?”, le contestó su madre. “Pues ganar”, dijo Claudia con desparpajo, sin pensarlo mucho. María del Carmen le hizo otra pregunta. “¿Y si ganas haciendo trampa?”. Claudia se quedó pensando. Eso no podía ser el éxito, pero tampoco se le ocurría qué era entonces. Sin vacilar volvió a preguntar “Mami, ¿y entonces qué es el éxito?”. “Aprende esto desde ya —le dijo—. Ser exitoso es hacer lo que depende de uno y hacerlo bien. Así los resultados no sean los que esperas porque a veces la vida no es justa”. 


Cuarenta años después la candidata a la Alcaldía de Bogotá, de la coalición entre la Alianza Verde y el Polo, recordaba esta anécdota cuando se le preguntaba si tenía miedo de lo que sucediera en los comicios de este 27 de octubre. Hace unos meses iba de puntera en todas las encuestas, pero con el pasar de los días Carlos Fernando Galán, el candidato del movimiento ‘Bogotá para la gente’, la alcanzó y la pelea por el Palacio Liévano fue bastante reñida.    

—¿Pero no le preocupa la derrota? No es lo mismo pero, por ejemplo, muchos temían que el plebiscito por la paz se perdiera y otros temían que se ganara…

—Ah no, el día en el que se perdió el plebiscito lloré. Teníamos una celebración en el Parque de los Hippies con 2.000 personas y cuando ganó el No muchos me preguntaron ‘¿Y ahora qué?’. Ese día yo sentí la responsabilidad de ser una líder política. Lloré y lloré mares. 

Estuve muy triste. Les dije que teníamos que negociar con los que ganaron. No me iba a poner a inventar que hicieron trampa. Así es la democracia. 
También estuve muy triste el día en que Sergio Fajardo perdió en la primera vuelta presidencial. 
Pero al otro día la vida sigue. Es diferente estar triste a tener temor. Yo de verdad siempre creí que voy a ganar, pero de perder tengo muchas otras cosas que me hacen feliz. 
—¿Qué otras cosas la hacen feliz?

—Yo puedo volver a la academia, a la investigación, a hacer periodismo, a dar clases. ¿Cuántos políticos tienen eso?


¿Por qué votaron por Claudia?

En una de las salas de la Revista Semana Claudia hablaba suave, como si no quisiera opacar el sonido de la lluvia torrencial de esa tarde. Se veía tranquila, aunque sus ojos verdes estaban un poco hinchados. A eso de las seis de la tarde ya se le veía cansada y más delgada que al inicio de campaña. Antes de empezar la entrevista quiso mirar su Twitter. “Por el video en el que salgo con Antanas nos han dado palo”, dijo sonriente... “¿Puedes creer que por un trino de Pedro Adrián Zuluaga y de Carolina Sanín, Angélica y yo llevamos siendo tendencia 18 horas? — soltó una carcajada—Es que es absurdo. Como si en un país como Colombia no hubieran otras cosas de qué hablar. Yo acepto la crítica, pero tengamos proporción; acá matan gente todos los días”. 

Claudia se refería primero a un video en el que ella aparece tocando un piano mientras que el exalcalde Antanas Mockus le dice “voy a votar por ella porque me permitirá dormir un poco más tranquilo (...) ella marcará una línea recta”. Le criticaron una supuesta cursilería del video, pero sobre todo “que reforzara el modelo patriarcal” y que aceptara “infantilizarse”. 
En el segundo caso hablaba de un video en el que su pareja, la senadora Angélica Lozano, aparece empapada después de haber repartido volantes de la campaña de Claudia en las calles mientras diluviaba. Allí la senadora le decía a Claudia “esto es amor”,  a lo que Claudia dijo “Mi muñeca divina, esto es amor puro” . Pedro Adrián Zuluaga, crítico de cine, dijo “¿Muy abnegada su muñeca mojándose por usted? La noción de encima-abajo en esta foto, el tonito condescendiente, la pañoleta-corbata que invoca el orden masculino, el árbol atrás que garantiza la estabilidad, la lluvia que insemina el fruto del amor: ¿el poder?”. Claudia respondió que se les olvidaba que hay otras fotos prácticamente iguales en la que ella es quien hace campaña a Angélica.

—Ya que se pone sobre la mesa el tema del patriarcado y de género, hay mujeres como Florence Thomas, por ejemplo, que la apoyan pese a que usted no es feminista. 

La verdad es que no lo soy. Estoy aprendiendo. Hace años cuando llegué al Congreso y conocí a Ángela María Robledo en el Verde empezaron a hablar en una reunión del partido feministas de verdad, como lo es ella. Yo no entendía nada. Salí del encuentro y le dije a Ángela María que por favor me enseñara feminismo. Es que es una ciencia, es una filosofía, un tema que tiene mucha profundidad. 

—También la apoyan muchos líderes LGBTI, aunque defender esos derechos no ha sido su mayor bandera...
Sí, la gente cree que porque mi orientación sexual entonces soy activista LGBTI y la verdad es que no lo soy. Angélica sí es feminista y sí es activista de la comunidad. Con decirte que cuando llegué al Congreso yo no entendía bien qué significaban todas las letras LGBTI y cuál era la diferencia entre cada una. Así de grave era el asunto.
Lo tercero muy curioso que me pasaba es que por ser del Partido Verde la gente asumía que yo era experta en temas ambientales. Una vez algún crítico del partido me dijo que nosotros no teníamos una agenda ambiental seria. Yo me quedé pensando y dije “la verdad, la verdad, tiene razón”. Entonces hace cinco años, mientras hacía el doctorado, empecé a estudiar los temas de género y de medioambiente. Por cuenta de eso he conocido a varios expertos. 

Independientemente de su ideología nunca se negaron a sacar horas de su vida para explicarme los temas.  
Mujeres como Florence Thomas, la poeta Piedad Bonett, la periodista María Jimena Duzán, la escritora Melba Escobar y la actriz Margarita Rosa de Francisco no votaron por Claudia por ser feminista. Le reconocieron otras virtudes: sus denuncias sobre la parapolitica. Su lucha frontal contra la corrupción, una cualidad muy valiosa y más si se trata de manejar más de 25 billones de pesos anuales en presupuesto. También le alabaron su carácter y su determinación para defender sus ideas. Por estas razones también la apoyaron hombres como Sergio Fajardo, Jorge Enrique Robledo, Rafael Pardo, Humberto de la Calle, entre otros. 
Claudia además tiene una historia de vida que puede generar mucha empatía entre los colombianos. Nació el 14 de marzo en 1970 en el seno de un hogar de clase media. Es hija de Reyes Elías López, un campesino y de María del Carmen Hernández, una maestra de escuela pública. Es la mayor de seis hermanos a los que ayudó a criar a través de varios empleos temporales. Hizo tantas cosas que incluso trabajó como animadora de fiestas para niños. Estudió con un crédito del Icetex Finanzas y Relaciones Internacionales en la Universidad Externado de Colombia. Hizo parte del movimiento estudiantil de la Séptima papeleta con el que se logró cambiar la Constitución. Fue becada para hacer una maestría en Administración Pública y Política Urbana en la Universidad de Columbia. Y de todos los candidatos era la única con un doctorado en ciencia política que pudo hacer gracias a una beca que le concedió la Universidad de Northwestern, en Estados Unidos. Su carrera política se la ha ganado a pulso, cosa poco común en un país en que los clanes y las maquinarias siempre han sido protagonistas. 

—¿Qué es lo que menos le gusta de hacer campaña? ¿Volantear? ¿Las peleas políticas? ¿Las fake news?

—Te voy a decir la verdad. Hay dos cosas. Las campañas son muy intensas y siempre tienes que estar querido, simpático, en tu mejor momento, tener la mejor sonrisa, la mejor explicación. Pero en los últimos días también me ha molestado algo. Me han llamado amigas del alma, y me dicen “Clau, te tengo consejos claves para que ganes”. 

Les dijo que me cuenten pues cuál es la fórmula. “Clau, si tu dices algo clave de cómo combatir la inseguridad con eso tienes”. Otra me dice “Clau, si dices algo del ambiente eres imparable”.

Claudia volteó los ojos hacia arriba. Los puso en blanco. Los volvió a poner en su lugar. Frunció el ceño. Hizo una mueca de fastidio con la boca. Empuñó sus manos y las llevó hasta sus labios. “¿Puedes creer? — dijo con impotencia—Cuando me dicen eso me provoca ahorcarlas. 

Me pregunto ‘¿Dios mío, yo es que he dado los debates en Marte? ¿Dónde carajos no he hablado de la seguridad, del ambiente, de mi programa?’. Deberían ellas estar repartiendo mi plan de gobierno en vez de salirme a unos días de las elecciones con esto. Pero bueno”. Suspiró. 
Aunque Claudia se convirtió después del tiempo en una de las grandes críticas de Enrique Peñalosa, con quien trabajó en el pasado, dijo que continuaría con buena parte de su plan de gobierno. Le reconoció al alcalde la disminución de la tasa del embarazo adolescente y de la deserción escolar, lo que hizo en remodelación y construcción de colegios, su política de atención a los migrantes venezolanos, también le pareció importante el trabajo en parques, y que buscara frenar el consumo de drogas. Así mismo, le daría continuidad a la construcción del hospital de Bosa, Usme y el complejo hospitalario San Juan de Dios. En cuanto a infraestructura vial, continuará con el metro elevado y lo llevará hasta Suba y Engativá. 

Ahora bien, no construiría la troncal de la Séptima, no hará la troncal de la 68 y tampoco construiría el fragmento de la vía ALO que cruza la reserva Thomas Van der Hammen y prometió proteger toda la estructura ecológica. Esto le favoreció para contar con el respaldo de un número importante de ambientalistas que se animaron a votar por ella. Entre ellos estuvieron Manuel Rodríguez, primer ministro de Medio Ambiente del país, Brigitte Baptiste, exdirectora del Instituto Humboldt, Julio Carrizosa, y Gustavo Wilches, ambientalistas reconocidos.

Claudia aseguró que otras cosas en las que se diferenciaría de Peñalosa es que en su gobierno la participación ciudadana sería protagonista y la construcción de la ciudad sería concertada. Otra de sus principales apuestas sería por la seguridad, se enfocaría en combatir el narcotráfico, la violencia y el hurto. Ofreció capacitar a la Policía en derechos humanos y mejorar sus condiciones de vida para combatir la corrupción, “para que se dediquen a perseguir a los delincuentes y no a la señora que vende empanadas, a los estudiantes o a los que recitan poemas”. Dijo que habría “cero mermelada” en el Concejo de Bogotá, cero corrupción en la contratación pública y que trabajaría por generar oportunidades de educación gratuita sin el Icetex.

Sus detractores le criticaron varias cosas. Ese tono, que algunos alaban, termina siendo agresivo para otros. Le reprocharon que descalifique y lance acusaciones sin reparos y aseguraron que su forma de hacer política “genera división y odio”.

Pero quizá la crítica más fuerte que le hicieron fue la de “su constante cambio de parecer y su falta de coherencia”. Que haya trabajado con Enrique Peñalosa y que ahora sea una de sus grandes críticas le cuesta. Que aparezca en tarima recibiendo el apoyo de personas como Lucho Garzón y los exministros, Guillermo Rivera y Juan Fernando Cristo, a quienes criticó en el pasado, también. Que haya invitado a Hollman Morris a una coalición, pese a conocer las denuncias en su contra, y que luego fuera uno de los argumentos con los que lo atacó, les resultó oportunista. 

Ni qué decir de sus últimos enfrentamientos con Gustavo Petro. La gente la vio levantándole las manos en segunda vuelta para que fuera presidente hace poco más de un año, pero en esta campaña se dividieron por sus diferencias con respecto al metro. Sobre el metro le criticaron que hubiera acompañado al Polo ante el Consejo de Estado para que revisara la legalidad de la obra, pues para ellos la aprobación del proyecto tuvo irregularidades, y que al mismo tiempo Claudia se comprometiera a construirlo si quedaba adjudicado. 

Alguien que cambie tanto de parecer no puede ser confiable para una ciudad que ejecute, le dijeron sus detractores, entre los que hay personas tan distintas que pueden ir desde el Polo hasta el Centro Democrático. 


Los momentos más difíciles

Claudia tenía 4 años y medio. Estaba jugando junto a Martica, su hermana menor, en la terraza de su casa en Prado Veraniego. En una de esas Martica saltó encima de una claraboya que, con solo el peso de una niña de 3 años, se partió y la pequeña fue a dar un piso abajo, encima de un platón de ropa. “No le vi una gota de sangre”, lamenta Claudia. Pero el golpe en la cabeza fue tan fuerte que murió. Ese es uno de los episodios más dolorosos de su vida. Cuando lo cuenta se le quiebra la voz. Casi se le puede sentir un nudo en la garganta. Pero ese no ha sido su único momento difícil. 

La separación de sus papás cuando ella tenía 10 años le pegó duro. Fue a varios psicólogos, pero nada la consolaba. La noticia de que sus padres tendrían hijos con parejas distintas acabó con cualquier esperanza de una reconciliación. “Les hice la vida a cuadritos en mi adolescencia, les hacía pataleta por cualquier cosa”, recordó Claudia. Fue tanto el estrés que sus padres decidieron internarla en el colegio de Nuestra Señora del Rosario en Funza. “Fue lo mejor que me pudo pasar. Entendí que la vida de mis padres era la de ellos y que la mía era la mía”.

Hubo también en su vida dos eventos desafortunados que sucedieron al mismo tiempo y que sí le hicieron sentir temor. Después de denunciar a Kiko Gómez en 2014 por parapolítica, la Unidad de Protección la llamó y le dijo que había varias amenazas de muerte en su contra. Eso no fue todo. Además le diagnosticaron cáncer en el seno izquierdo. Fueron dos noticias que la dejaron devastada, pero las dos amenazas contra su vida las superó. 

Hay otro golpe menos grave. Claudia López quería estudiar medicina. Intentó tres años ingresar a la Universidad Nacional, pero no pasó. Consiguió entonces un crédito y se presentó a la Universidad del Rosario. Pasó el examen pero perdió la entrevista. Se ganó una beca para estudiar medicina en Polonia pero 15 días antes de irse se cayeron el muro de Berlín, el gobierno del país de Polonia y las ilusiones de ser médica.
Fue así como finalmente decidió cambiar de rumbo.