Se pronunció, prácticamente, el
economista Jairo Parada.
Y lo hace porque considera que la
administración distrital le debe poner bolas a varios temas:
“Hay una sobreoferta de vivienda
en los estratos 4, 5 y 6, que algunos estiman en varios miles, al igual que de
oficinas. Aunque no podemos hablar de burbuja, la actividad constructora se
salva por la vivienda VIS. En No-VIS, la caída ha sido de un 19% en año corrido
(Sep. 16/16– Ago. 17/17)”
Otro tema: “Con unos contratistas
se es estricto según las normas, con otros, hay debilidad. Tal es el caso de
Plaza Catalunya, la cual se ve muy bien, pero está llena de problemas”.
Y hay más: “Aquí se unificaron
predios y se volvió comercial parte de la Carrera 58, con Calle 84, lo cual no
debía suceder, con insuficientes parqueaderos, y los dos pisos los volvieron
tres con entrepisos”.
Es bueno que se revise el asunto…
Leamos a Jairo Parada completo.
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
El suelo urbano
distrital
Por Jairo Parada
A raíz del fatídico terremoto ocurrido en
México, le pregunté a un colega de ese país la razón por la cual muchos
edificios se cayeron y hay más de 50 en peligro de derrumbarse, siendo que las
experiencias del terremoto pasado obligaban a aplicar estrictas normas de
sismorresistencia en cualquier construcción nueva desde 1985. Me dijo que, como
sucede en nuestros países, las normas existen pero no se cumplen. Aunque se
mejoró mucho, hay trabajo por hacer.
El 12 de octubre de 2013 se cayó el edificio
Space por violación de normas de construcción y ligerezas de los curadores
urbanos, con el saldo de víctimas conocido. El pasado abril se cayó un edificio
en Cartagena, que se construía sin licencia. El caos que ocurría en esa ciudad
le costó el cargo al alcalde de la misma.
El manejo del suelo urbano es algo delicado.
El suelo es un activo valioso, que genera rentas a sus propietarios y a los
constructores. Las casas se tumban y se construyen edificios que generan muy
buenas utilidades, las cuales no pueden ser solo privadas. Es obligatorio
resarcirle a la ciudad en espacio público, compensaciones, pagar cargos por
edificación e incluso imponer el pago de la plusvalía urbana. En Barranquilla no se ha podido implementar la plusvalía.
Aquí se prefiere imponer tributos a los teléfonos para financiar
“Barranquilla Siembra”.
El Plan de Ordenamiento territorial (POT) es
la herramienta que regula los usos del suelo con base en una visión de ciudad.
En municipios más pequeños como Puerto Colombia, se impone un plan básico
llamado PBOT.
Razón tienen los habitantes en mostrar su inconformidad con el
Plan que está lleno de renders impresionantes, pero que puede lesionar la
calidad de vida, con torres frente a su malecón, en una zona donde no hay
suficientes redes de alcantarillado y acueducto, y con la inevitable expulsión
de sus comunidades tradicionales. Falta un estudio de riesgos y delimitación de
zonas, frente al cambio climático.

En No-VIS, la caída ha sido de un 19% en año corrido (Sep. 16/16–
Ago. 17/17), según fuentes del sector a nivel nacional. Los
constructores lo saben. Pero lo que más molesta es que no se les da un trato
igualitario a todos los empresarios en la ciudad. Con unos se es estricto según
las normas, con otros, hay debilidad. Tal es el
caso de Plaza Catalunya, la cual se ve muy bien, pero está llena de
problemas. Aquí se unificaron predios y se volvió
comercial parte de la Carrera 58, con Calle 84, lo cual no debía
suceder, con insuficientes parqueaderos, y los dos pisos los volvieron tres con
entrepisos. Los vecinos están aterrados porque –se rumora– van a poner un bar. Ni qué decir de la construcción del edificio Langolo 59,
donde no ha habido un muerto en el edificio vecino por pura suerte, con la
caída de piedras y pintura sobre carros y patios. ¿Y la Secretaría de Espacio
Público y Control Urbano? Igual que en otros barrios, no se ve.