Sin embargo, lo queremos ampliar… porque es una excelente iniciativa.
Algo que deben imitar las otras universidades de
Barranquilla, la región Caribe y Colombia.
Una vez, siendo un joven, quedé atrapado en un torbellino
teatral.
Teatral porque fue en el teatro del barrio cercano a casa.
Ese día, se fue la energía y los asistentes al espectáculo
se desesperaron. Todos querían, todos queríamos salir al mismo tiempo y me resbalé y quedé en el piso a la buena de Dios, y la tromba me arrasó unos minutos. Tuve que “pelear” contra las circunstancias
para impedir que destrozaran mi humanidad.
Sentí en un momento, como golpeaban mi cuerpo. Mordí,
grité, patee… hasta que tuve la oportunidad de levantarme nuevamente.
Nunca olvidaré ese episodio.
Eso que está haciendo la Universidad del Norte, me parece
clave para la seguridad de la comunidad universitaria… adelantarse a los
acontecimientos tiene un valor inmenso…
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1

4300 personas participaron del
primer simulacro general de evacuación en la Universidad del Norte
Concientizar y preparar a toda la comunidad universitaria
ante posibles situaciones de riesgo y emergencia en el campus es el propósito
de los simulacros de evacuación que desde este año la Universidad del Norte ha
venido implementando, y que por ley se deben realizar por lo menos una vez al
año.
Este viernes, 1º de noviembre, el simulacro contempló una
evacuación general de toda la institución.
A las 9:12 a.m. se encendió la
alarma ante una situación de amenaza en el campus, con lo cual se activaron los
equipos de respuesta que hacen parte del Plan de Emergencias, encargados de
coordinar la evacuación del personal presente en las instalaciones.
Aproximadamente 4300 personas, entre colaboradores, estudiantes,
profesores, contratistas y visitantes del campus, se encontraban presentes en
la universidad, las cuales fueron remitidas al punto seguro. Asimismo, los
vecinos del sector fueron informados con antelación y durante el evento sobre
el desarrollo del simulacro. Por número de personas movilizadas, este fue el
simulacro más grande que se ha hecho en Barranquilla.
De acuerdo con Beatriz Vergara, directora de Gestión
Humana, el principal objetivo de este simulacro es prepararnos para cualquier
emergencia general que tengamos y conocer nuestras principales fortalezas y los
aspectos que se pueden mejorar en una situación real de emergencia.
“Fue un ejercicio muy ganador para todos. Es un gran
ejemplo de nuestro genuino interés por la seguridad de nuestro campus, de
nuestras personas y de continuar siendo líderes a nivel nacional y regional en
todo sentido”, puntualizó la directora.
El grupo de veedores del simulacro, representantes de
instituciones externas como la Cruz Roja, la policía, la empresa Monomeros o
ARL Sura, destacaron el resultado positivo al movilizar a tantas personas en un
ejercicio de este tipo. “Estuvo muy bien el proceso, la comunicación entre los
vigilantes fue muy efectiva, la apertura de puertas se dio en el momento que se
debía dar y el espacio permitió que la evacuación se realizará de manera rápida
hacia los puntos de encuentro. La comunicación entre líderes y coordinadores de
evacuación, coordinadores de escena y personal de vigilancia fue excelente,
traduciendo la información y transmitiendo las novedades”, fueron algunos de
los aspectos destacados por los evaluadores de la actividad.
El grupo de apoyo a la evacuación lo conforman cerca de
100 personas, entre miembros de los equipos estratégicos de manejo de crisis e
incidentes, líderes, coordinadores y brigadistas de emergencia, quienes se
encargaron de entregar las instrucciones para agilizar la evacuación. Gracias a
esto, la movilización se hizo de manera calmada y ordenada hacia las zonas
establecidas para garantizar la seguridad en el campus.
Posteriormente se realizó una evacuación total, cuyo
punto de encuentro es la cancha de fútbol del campo deportivo: en 44
minutos se evacuó al 90 % de la población. Una vez controlada la
situación, a las 10:00 a.m., el personal retornó a sus actividades
habituales y lugares de trabajo. Además, el ejercicio contempló la simulación
de algunos heridos para evaluar la reacción del equipo de emergencias.
El ejercicio contempló la simulación de tres heridos
durante el desarrollo, los cuales fueron remitidos al Centro Médico de la
institución. Situación que sirvió para evaluar la reacción del equipo de
emergencias ante estos casos.
Daniel Rincón, jefe de sección de Servicios Generales y
líder del Equipo Estratégico de Manejo de Incidentes, manifestó que una de las
funciones principales del equipo era enseñarles a todos los miembros cómo se
debe reaccionar ante cualquier tipo de emergencia, garantizando la continuidad
del negocio y el bienestar de las personas, los recursos físicos, el medio
ambiente y la operación de la institución educativa.
Según Rincón, este ejercicio contribuyó al mejoramiento y
potencialización de todos los servicios y recursos con los que contamos hoy
día, y resaltó el compromiso de las diferentes personas que aportaron a que
esta actividad se pudiera realizar. “Hay muchas cosas por mejorar en los
sistemas de comunicación, trabajar en los reemplazos de los líderes y
coordinadores de evacuación y reforzar el apoyo en todo sentido”, indicó.
Por su parte Gustavo López, jefe de Seguridad y Salud en
el Trabajo, la idea es generar conciencia de que las emergencias pueden ocurrir
en cualquier momento, por lo cual se debe estar preparado a la hora de
enfrentarse a una situación real. “Queremos que la universidad dé un paso
grande hacia esa cultura de cuidado que debe tener no solo en su proceso de día
a día sino en su proceso básico, que es la enseñanza”, dijo.
El simulacro general, que es liderado por la
Dirección de Gestión Humana, contó con el apoyo de la alta dirección de la
institución, ARL Sura, Cruz Roja, Bomberos, la Policía Nacional, el Tránsito de
Puerto Colombia, la Defensa Civil y la presencia de un veedor de la empresa
Monómeros, así como con la participación del Colegio Alemán, Colegio
Parrish, Colegio Británico, Colegio San José, American School, Unilibre.
Por Laura
Hernández