Revisemos este tema.
Una cosa es industria y otra
comunicaciones…
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Wall Street dio un
golpe en la mesa en la organización corporativa separando las empresas de
tecnología industrial y las de comunicaciones
EditorialLR
Desde hace un par de años, hablar
de una cuarta Revolución Industrial está de moda en los círculos empresariales
y se refiere a la disrupción generada por las nuevas tecnologías de la
información basadas en la vida cotidiana; el concepto va más allá del comercio
electrónico o la banca digital, tiene mucho más que ver con el llamado internet
de las cosas, es decir que todas las tareas cotidianas que imprime el mundo
moderno están interconectadas, facilitando la toma de decisiones individuales y
generando millones de empresas inteligentes alrededor de esos nuevos servicios;
como son el manejo de datos en línea de la salud, el consumo, los
electrodomésticos, las finanzas personales, la pensión y toda suerte de hobbies
y entretenimiento. Incluso, la huella de carbono de cada persona.
Pero a ese
estado de desarrollo que pinta la Revolución, le han precedido otras etapas que
están en pleno desarrollo en países como el nuestro, es el caso de la era de la
informática, la computación, la telefonía y las telecomunicaciones en general.
Es decir, la industria de los computadores, celulares, software y toda clase de
redes que han permitido que estemos hoy más pendientes que nunca de lo que
hacen nuestras familias, compañeros y amigos. Esta nueva era que tiene sus
orígenes en la Guerra Fría ha desencadenado una serie de corporaciones exitosas
a nivel global que hoy ocupan los primeros lugares en las bolsas de valores y
sus fundadores o accionistas se han erigido como los hombres más ricos del
planeta.
Estos avances y la conjugación de
sectores económicos ha llevado a que se creen nuevos segmentos y que sea un
imperativo repensar el origen y la dedicación comercial de cada empresa. El
mercado bursátil más influyente del mundo, Wall Street, acaba de separar lo que
son las empresas tecnológicas industriales y las que son de comunicaciones. El
cambio quiere reflejar las nuevas maneras en las que las personas comparten
información y se entretienen gracias a la convergencia entre tecnología, medios
y telecomunicaciones. Esta organización propuesta en Estados Unidos resalta el
hecho de que las compañías han agrupado servicios como cable, internet y
teléfono con el objetivo de reflejar las nuevas dinámicas de los mercados.
Las autoridades crearán el sector
de servicios de comunicación que incluirá empresas de telecomunicaciones y del
sector tecnológico que facilitan las comunicaciones, como Alphabet y Facebook,
y otras que vayan apareciendo, es decir grandes corporaciones que por su
naturaleza de servicios no son industrias. En ese grupo se concentran siete
acciones tecnológicas, que representan una quinta parte del sector de tecnología
de la información del S&P 500, que en adelante se reclasificarán como
servicios de comunicación. Otras 13 acciones, incluida Netflix, que tienen
capitalización combinada que equivale a 22% del sector de consumo discrecional,
se unirán al nuevo sector. En total, se reclasificarán 23 compañías que tienen
un valor de mercado de US$2,7 billones.
El sector de tecnología de la
información tendrá entonces más importancia para compañías de hardware como
Apple, fabricantes de chips o tecnología tradicional como Microsoft. Con estos
movimientos, compañías como Facebook, Twitter o Alphabet quedarán al lado de
grandes medios de comunicación como CBS, News Corp, Disney, Comcast, Discovery
o AT&T. De la misma manera, estas empresas podrán enfrentar regulaciones similares
a la de los medios de comunicación.