¿Qué
hacer para que un país como Colombia pueda crecer?
El
crecimiento de China, analistas y economistas como Jairo Parada, lo ponderan.
Igual
lo que ha pasado hace poco con una de las naciones latinoamericanas, pero, esos
son logros especiales que pocos países obtienen.
Claro
que Parada es Parada, así que, es mejor aprender de él…
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Un bajo crecimiento
Por Jairo Parada
Cuando un vicepresidente de Bavaria nos dice
que las ventas en los primeros meses del año han caído un 20%, ello claramente
indica que, a
pesar de los esfuerzos para ser optimistas, la situación es
preocupante.
La misma impresión me dio cuando asistí el pasado miércoles a una
videoconferencia de Fedesarrollo sobre la coyuntura económica del país en marzo
de 2017. Lo anterior se ratifica ante la decisión del Banco de la República de
bajar nuevamente la tasa de intervención, ante los evidentes signos de continua
desaceleración de la economía. Si al pesimismo político causado por la
corrupción le añadimos ahora este fenómeno económico, el escenario se vuelve
poco favorable para el gobierno.
Es cierto que el país ha hecho el
fuerte ajuste exigido ante la crisis del petróleo, y se ha reducido la
expansión del gasto público. Pero las medidas de austeridad, unidas al
escenario económico, ya se han reflejado en los últimos datos del Dane, en los
que si bien la pobreza multidimensional disminuyó, ya la pobreza monetaria
empezó a aumentar del 27.8% en el 2015 al 28% el año pasado.
El informe de Fedesarrollo nos trae un
mensaje de optimismo, pues alega que lo peor de la desaceleración ya pasó, al
notarse la recuperación de algunos índices de confianza del consumidor en el
mes de enero. Lo anterior, unido a algunos signos positivos de la economía
mundial, señalarían que si bien Colombia apenas creció al 2% en 2016, podría
crecer al 2.4% en 2017. Sin optimismo ni pesimismos exagerados, se alega que la
tasa de crecimiento del PIB subiría al 3.2% en 2018, hasta llegar al 4.3% en 2020,
tasa que ya tuvo Perú en 2016. Les pregunté a los expertos de Fedesarrollo si
no era posible buscar tasas más altas de crecimiento, y me respondieron que
bajo los criterios de ajustes, equilibrio y regla fiscal no había más
alternativa. Casi hay que esperar a que suba el precio del petróleo para
escapar de esta senda de bajo crecimiento, pues estamos sin salida. ¿Cómo se
financiará el posconflicto? No interesa mucho.
De las teorías del desarrollo se aprende que
no todo crecimiento económico se traduce en desarrollo económico. Pero lo que
sí deja claro el análisis histórico es que sin un rápido crecimiento económico,
no hay ninguna posibilidad de despegar en materia de desarrollo. Si una
economía no crece a tasas superiores al 6 o 10% como lo hizo China por veinte o
treinta años, seguiremos en el pantano de los ingresos medio bajos. Con estas
visiones económicas que le rinden pleitesía al actual estado de cosas, no
tendremos sino crecimientos mediocres bajo la famosa estabilidad monetaria y
fiscal. De esta manera, no se podrán ofrecer posibilidades de empleo a las
masas de jóvenes que se califican todos los días, esperanzados en que más
educación es la redención para salir adelante. Pronto se estrellarán con un
mercado laboral que les ofrece salarios bajos e informalidad por todos lados.
En este siglo hemos ensayado varias
estrategias. Parece que no hemos tenido éxito, por lo que toca emancipar la
mente para ensayar nuevos caminos, lo cual se hará solo si hay cambios
políticos interesantes. Lo demás, será más de lo mismo, equivalente a bajo
crecimiento.