¿Lo estamos haciendo bien, cuando se habla de cuidar el planeta?
Buena
pregunta.
¿Qué dice
Ricardo Plata Cepeda esta vez?
@luisemilioradaconrado
@radareconomico1
https://radareconomicointernacional.blogspot.com
CECILIA TIENE RAZÓN
El asunto es que todas las fuentes renovables son intermitentes. Las hídricas oscilan con las estaciones y de manera drástica cada 5 o 7 años, la solar es tan variable como el día y la noche y la eólica varía en horas y minutos. Sólo la energía fósil da confiabilidad a la red, que ya depende en un 70% de la volatilidad hídrica. Si el mundo tuviera en promedio una huella de carbono per cápita 43% por encima de la de Colombia ya habría cumplido la ambiciosa meta de evitar el incremento de 1,5° C.
Por RICARDO PLATA CEPEDA
El carbón mineral fue el primer
combustible fósil de uso universal. En Gran Bretaña, como combustible de la
revolución industrial, su uso superó al carbón de leña a mediados del siglo 17,
en Estados Unidos y Francia a mediados del 19 y en Japón unos años después. Al
despuntar el siglo 20 soplaron géiseres de petróleo y luego de gas. Por su
disponibilidad, facilidad y precio los combustibles fósiles son el maná
energético que ha sostenido durante tres siglos el mayor progreso material de
la humanidad, al tiempo que la población saltaba de 600 a 7.000 millones.
Gracias a ellos se abarató el transporte, el acero y el cemento, que
permitieron darle albergue a esa explosión demográfica y los fertilizantes que
hicieron posible alimentarla. En Colombia esas oportunidades surgieron en el
último cuarto del siglo 20.
La generación per cápita de CO2 en Estados
Unidos es 9 veces mayor que en Colombia, pero con 7 veces su población
contamina 60 veces más. Y lleva cuatro veces más tiempo en esas. Podríamos
estimar que ha contaminado 240 veces más. ¿Y vamos a creer que podemos salvar
el día, sacrificando recursos naturales estratégicos para nuestra independencia
energética y económica? Pero este no es el primer gobierno entreguista en
términos ambientales. El de Santos se comprometió en París 2015 a reducir
nuestros insignificantes consumos de combustibles fósiles en un 20% antes del
2030 y el de Duque a hacer proyectos de energía renovable costosa, sin
contraprestaciones. ¿Será que aparecer como los niños aplicados del kínder
mundial, a cambio de palmaditas en el hombro de los maestros contaminadores es
suficiente? Y mientras tanto nos rajamos en la protección de la tala de
nuestros bosques, especialmente para los cultivos de coca que dejamos
quintuplicar entre 2015 y 2018.
El asunto es que todas las fuentes
renovables son intermitentes. Las hídricas oscilan con las estaciones y de
manera drástica cada 5 o 7 años, la solar es tan variable como el día y la
noche y la eólica varía en horas y minutos. Sólo la energía fósil da
confiabilidad a la red, que ya depende en un 70% de la volatilidad hídrica. Si
el mundo tuviera en promedio una huella de carbono per cápita 43% por encima de
la de Colombia ya habría cumplido la ambiciosa meta de evitar el incremento de
1,5° C. Tenía razón la exministra Cecilia López cuando dijo “me enfurece que
los países en desarrollo adoptemos el discurso de los países ricos que nos
están exigiendo exactamente lo que ellos no hicieron”, y la sigue teniendo.
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