Se sentarán mañana Juan Manuel Santos,
presidente de Colombia y Álvaro Uribe, ex presidente, a ver si se puede lograr
salvar el acuerdo de paz con las Farc.
Esperemos a ver…
Aunque eso lo veo complicado, porque los
del No ponen muchas barreras para que eso sea posible…
Vamos a ver…
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Mañana miércoles,
el presidente , Juan Manuel Santos, se reunirá con Álvaro Uribe, en un
intento por salvar el acuerdo de paz con las Farc
El presidente de Colombia, Juan Manuel
Santos, se reunirá con el jefe de la oposición, Álvaro Uribe, en un intento
por salvar el acuerdo de paz con las Farc que quedó en un limbo tras ser
rechazado en un plebiscito, alejando la posibilidad de poner fin a un conflicto
armado de 52 años.
El encuentro entre los antiguos aliados, distanciados por la decisión de Santos de reconocer la existencia de un conflicto armado y de buscar una negociación con la insurgencia, se concretará el miércoles en la sede de la Presidencia.
"He invitado a Álvaro Uribe a dialogar este miércoles con ánimo
constructivo en pro de la paz", dijo Santos en su cuenta de Twitter. Será
el primer encuentro entre los dos dirigentes políticos en al menos cinco años. Santos
también se reunirá por separado con el expresidente Andrés Pastrana, quien
también ha criticado el acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia (Farc).
Mientras, representantes del Gobierno colombiano y de la guerrilla se reunieron de nuevo el martes en La Habana, en un nuevo capítulo de diálogos para notificar a la insurgencia de las demandas de quienes se oponen al pacto de paz.
El jefe del equipo negociador, Humberto de la Calle, y el alto comisionado
para la paz, Sergio Jaramillo, comenzaron una reunión con la cúpula de las Farc
para explorar la posibilidad de hacer cambios al acuerdo que satisfagan las
exigencias de los críticos liderados por Uribe.
Pese a la incertidumbre en la que quedó el acuerdo, que impedirá la concentración de la guerrilla en áreas vigiladas por Naciones Unidas, el Gobierno y las Farc decidieron mantener el cese bilateral del fuego.
INCERTIDUMBRE SOBRE ACUERDO
Los representantes gubernamentales y de las Farc cerraron en agosto una negociación de casi cuatro años para poner fin a una violenta confrontación que ha dejado 220.000 muertos y millones de desplazados.
Pero los colombianos rechazaron el acuerdo el domingo en un plebiscito por una diferencia mínima, una decisión que impide a Santos implementar el pacto que establecía que los 7.000 combatientes de la guerrilla abandonarían las armas para conformar un partido político.
El triunfo del "No" dejó a Colombia dividida en dos bandos. Pero incluso quienes rechazaron el acuerdo aseguran que quieren la paz, aunque bajo otras condiciones.
El Centro Democrático que lidera Uribe exige que los jefes de las Farc paguen con cárcel por los crímenes cometidos, que incluyen asesinatos, secuestros y ataques.
También pide que no puedan ocupar cargos de elección popular. Las demandas parecen exageradas para ser aceptadas por las Farc, que habían negociado penas privativas de la libertad de hasta ocho años pero no cárcel, además de 10 escaños en el Congreso a partir de 2018 y durante dos periodos legislativos.
El encuentro entre los antiguos aliados, distanciados por la decisión de Santos de reconocer la existencia de un conflicto armado y de buscar una negociación con la insurgencia, se concretará el miércoles en la sede de la Presidencia.

Mientras, representantes del Gobierno colombiano y de la guerrilla se reunieron de nuevo el martes en La Habana, en un nuevo capítulo de diálogos para notificar a la insurgencia de las demandas de quienes se oponen al pacto de paz.

Pese a la incertidumbre en la que quedó el acuerdo, que impedirá la concentración de la guerrilla en áreas vigiladas por Naciones Unidas, el Gobierno y las Farc decidieron mantener el cese bilateral del fuego.
INCERTIDUMBRE SOBRE ACUERDO
Los representantes gubernamentales y de las Farc cerraron en agosto una negociación de casi cuatro años para poner fin a una violenta confrontación que ha dejado 220.000 muertos y millones de desplazados.
Pero los colombianos rechazaron el acuerdo el domingo en un plebiscito por una diferencia mínima, una decisión que impide a Santos implementar el pacto que establecía que los 7.000 combatientes de la guerrilla abandonarían las armas para conformar un partido político.
El triunfo del "No" dejó a Colombia dividida en dos bandos. Pero incluso quienes rechazaron el acuerdo aseguran que quieren la paz, aunque bajo otras condiciones.
El Centro Democrático que lidera Uribe exige que los jefes de las Farc paguen con cárcel por los crímenes cometidos, que incluyen asesinatos, secuestros y ataques.
También pide que no puedan ocupar cargos de elección popular. Las demandas parecen exageradas para ser aceptadas por las Farc, que habían negociado penas privativas de la libertad de hasta ocho años pero no cárcel, además de 10 escaños en el Congreso a partir de 2018 y durante dos periodos legislativos.
La canciller María Ángela Holguín, una de
las tres personas designadas por Santos para hablar con la oposición política e
intentar rescatar el acuerdo, dijo que una renegociación depende
exclusivamente de la guerrilla.
"La decisión de que si se abren o no los acuerdos es más de las Farc. La decisión no es del Gobierno", afirmó a periodistas la canciller, después de que el Centro Democrático le preguntó a Santos si estaba dispuesto a corregir el acuerdo de paz.
En tanto, los jefes de la guerrilla sostienen que el acuerdo que se firmó la semana pasada con la comunidad internacional como testigo está vigente porque el efecto del plebiscito es político y no jurídico.
"La decisión de que si se abren o no los acuerdos es más de las Farc. La decisión no es del Gobierno", afirmó a periodistas la canciller, después de que el Centro Democrático le preguntó a Santos si estaba dispuesto a corregir el acuerdo de paz.
En tanto, los jefes de la guerrilla sostienen que el acuerdo que se firmó la semana pasada con la comunidad internacional como testigo está vigente porque el efecto del plebiscito es político y no jurídico.