Mientras muchas colombianas cocinaban en casa, éstas guerrilleras se atrevieron a enfrentarse a otras facetas de la vida, que no han sido fáciles, entre otras cosas...
Parte de esta historia que narra Gloria Castrillón, en El Espectador, nos sirve para conocer un poco más nuestro país.
Y para tomar decisiones, sobre todo ahora, que estamos hablando de Plebiscito.
Leamos a Gloria...
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Política
21
Septiembre 2016 - 11:32 PM
“Estamos creando
el feminismo en las Farc”: Victoria Sandino
Las mujeres representan el 40% de la tropa de la organización
guerrillera. Ahora sin armas, camino a la política, apuntan a ser protagonistas
del nuevo partido político que surgirá a raíz del acuerdo de paz.
Gloria
Castrillón / @glocastri
La tercera jornada de la Décima Conferencia
de las Farc estuvo dedicada a discutir el papel de las mujeres en el nuevo
escenario político de este grupo insurgente. Y lo que está sucediendo dentro de
esa guerrilla es una verdadera revolución feminista. Ellas, el 40% de la
tropa, están reclamando llegar a los cargos de poder del nuevo partido. Ya
lo había dicho Olga Marín, quien fue la compañera de Raúl Reyes: “No vamos a
salir de aquí a ser amas de casa y criar hijos”.
Victoria Sandino es la mujer más visible de
la delegación de paz de las Farc. Nació en Tierralta, Córdoba, e ingresó a
la guerrilla hace 24 años, después de militar desde muy joven en la Juco y
luego en la UP. Estuvo en la Subcomisión de Género de La Habana y ahora,
desde los Llanos del Yarí, en diálogo con El Espectador habla del
fenómeno del “feminismo dentro de las Farc”, haciendo una confesión personal en
medio de las lágrimas.

¿Qué inquietudes han
manifestado las guerrilleras en esta conferencia?
Fundamentalmente han estado opinando sobre
el Acuerdo, en qué nos vamos a convertir y cómo lo vamos a hacer. Y hablan del
papel de la mujer en esa proyección.
¿Y cómo se ven?
Son muy críticas. No hay discusión en que
tenemos un papel importante en la organización, pero reconocemos que es
necesario más protagonismo.
Es decir, ese protagonismo que
no tuvieron antes como guerrilleras, quieren tenerlo ahora...
Sí, y debe expresarse en el nuevo partido.
¿Y cómo se imaginan en ese
nuevo partido?
Lo que tenemos es disposición de trabajar.
Hay un grupo que estamos pensando en jugar un papel protagónico en la
construcción de la paz, en posiciones de liderazgo, con un peso específico en
el nuevo partido y en la implementación de los acuerdos. Hay otras camaradas
que están pensado en montar sus proyectos productivos, en trabajar en un
proyecto colectivo. Se están pensando como mujeres que aportan, que producen.
O sea, para nada amas de
casa...
Hay un fenómeno interesante. Todos asumen
que necesitamos trabajar, que necesitamos espacios de representación, y claro
que los estamos pidiendo. Pero ellas dicen que no se van a quedar en la casa
dedicadas a los quehaceres mientras el hombre se va a las reuniones del
partido. Es curioso que muchas se me han acercado a preguntarme cómo funcionan
esas lavadoras públicas que ven en las películas. Ellas proponen que se pongan
en las zonas donde vamos a estar, porque tienen la teoría de que si les ponen
una lavadora en cada casa, van a terminar lavándoles la ropa a los hombres.
¿Estamos hablando de que hay un
movimiento feminista en las Farc?
No lo hay, lo estamos creando.
¿Y cómo reciben esto los
hombres?
Bien, pero es increíble lo que está
sucediendo. Es un despertar para reclamar, para hablar, y nos dimos cuenta
cuando vinimos de La Habana a hacer pedagogía.
Despertó algo dormido...
Nos estamos empoderando. Por primera vez en
mucho tiempo se siente que además de ser sujetos políticos, ahora podemos
trascender como dirigentes o lideresas. Algunos hombres se preocupan y dicen
que esto se puede desviar. Como anécdota te cuento que un compañero dijo que
estaba angustiado porque creía que su matrimonio se le iba a acabar y todo
porque un día que estaba muy ocupado, la compañera se negó a lavarle la camisa.
“Usted no tiene esclava, haga sus cosas”, le dijo.
Ahora la pregunta es ¿cómo
llegar a instancias de poder?
Por primera vez, en 24 años que llevo en la
guerrilla, veo que las mujeres sienten que necesitamos llegar a instancias de
poder. Y no se trata de que llegue Sandra, que llegue Olga o que llegue yo (…)
es que lleguemos todas como colectivo, como mujeres formadas.
¿Entonces veremos a mujeres en
cargos de primer nivel en el nuevo partido?
Estoy segura de que habrá muchas mujeres en
la nueva dirección. No hablemos de cantidad, porque nosotros no peleamos por
una cuota. Queremos llegar allí porque tenemos capacidades.
¿Entre ellas usted?
Yo he hecho política desde hace mucho
tiempo, en la Juco, en la UP y en las Farc, así que voy a seguir haciéndola.
¿Usted tiene hijos?
No (silencio). Sí, tengo una hija que no es
mía. Mejor dicho, tengo una niña en mi corazón y cuando pase esto lo primero
que voy a hacer es buscarla. Es la hija de mi amada Laura, así la llamo, una
guerrillera que fue mi asistente muchos años. Tuvo una bebé y murió el 27 de
febrero de 2013 en un combate. Yo me fui en abril de ese año a La Habana y la
niña quedó de cinco años. Ella sabe que la voy a buscar.
La idea es vivir con ella...
No sé, tiene una familia que la cuida
porque el papá esta en la cárcel. Yo no sé si es amor de madre lo que siento,
pero sé que voy a incidir mucho en su vida y que ella me inspirará mucho.
¿Qué hacer con las guerrilleras
que perdieron a sus hijos en la guerra?
Es de lo más difícil y duro. Siento que nos
va a afectar mucho porque las mujeres no piensan tanto en traer a sus hijos con
ellas. Muchas han dicho que quieren traerse a sus hijos con la familia que los
tiene. Pero hay un grupo importante que no saben dónde están, porque los entregaron
al nacer o porque les fueron arrebatados. Ahí tenemos el caso de Wendy, una
compañera que tuvo su bebé en un hospital en Apartadó y cuando vio que la iban
a capturar se fue sin él. Se lo llevó Bienestar Familiar y sabemos que ya lo
dio en adopción. Y hay varios casos en los que el Ejército se llevó a niños en
las zonas rurales.
¿Eso no está en los acuerdos?
Está en la cláusula Wendy, así la llamamos.
Está en la ley de amnistía que se debe tramitar.