Estas
son las previsiones que hace el equipo de BBVA Research en torno a la economía
colombiana para este año y el otro.
-Los efectos de las
nuevas olas de contagio sobre la economía serán cada vez menores.
-El empleo seguirá
siendo el gran reto de 2022-2023. Las cifras recientes muestran que su
comportamiento sigue muy rezagado.
-Este año la
inflación cerrará en 4,8% frente al 5,6% de 2021, y el año entrante en 3,6%,
mostrando una reducción gradual.
-En cuanto a la tasa
de cambio, BBVA Research estima volatilidad ante los cambios en la
postura monetaria de los países desarrollados, así como por el proceso
electoral colombiano.
-Esperamos que el
consumo pierda dinamismo y que la inversión en construcción, tanto de
vivienda como de obras civiles y las exportaciones lideren la actividad en 2022
y 2023.
Estaremos
atentos y esperemos que las previsiones y los resultados sean mejores que lo
que señala el grupo de BBVA.
Sería
mejor para todos…
®rada®luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Este
año la economía colombiana crecerá 4,0% y 2,8% en 2023
Tras un año con un
alto crecimiento económico, producto del rebote de la crisis de la pandemia del
Covid, las proyecciones de BBVA Reseach revelan que para 2022 el PIB en
Colombia tendrá una variación de 4,0% y para el próximo año el aumento sería de
2,8%.

Parte de la
desaceleración se debe a la moderación saludable que se espera en el consumo
final, asociado a una recuperación progresiva de las tasas de ahorro en el
país.
“En 2022 y 2023
continuará el proceso de recuperación, pero, como era de esperarse, a un ritmo
más gradual. Esperamos que el consumo pierda dinamismo y que la inversión en
construcción, tanto de vivienda como de obras civiles, lo compense
parcialmente. También somos optimistas sobre un mayor dinamismo del sector
exportador, tanto en los bienes tradicionales, principalmente asociados a la
minería, como en los productos industriales y los agrícolas no tradicionales”,
aseguró Juana Téllez, economista jefe de BBVA Research para Colombia.
En el primer informe
del año de Situación Colombia, el equipo de analistas de BBVA asegura que el
consumo privado tendrá un comportamiento heterogéneo entre sus componentes.
Por un lado, el
consumo de bienes semidurables y durables se desacelerará. Al contrario,
aprender a convivir con el virus y sus nuevas cepas permitirá que el consumo de
servicios más asociados a la interacción social gane dinamismo en 2022 y 2023.
La pandemia sigue
presente en todo el mundo y las nuevas olas de contagio están en camino. Sin
embargo, los efectos de estas olas sobre la economía serán cada vez menores.
Afectarán menos la oferta, la demanda, los ahorros y la confianza que las
previas. La vacunación, los nuevos tratamientos y, ojalá, la menor severidad,
contribuirán a esto.
“El mundo sigue
afectado por los cuellos de botella en la oferta global de productos y en la
logística de transporte, con efectos sobre la actividad y los precios.
Esperamos que estos cuellos se mantengan en la primera mitad de 2022, para
luego ceder gradualmente”, explica el informe económico.
El
empleo y la inflación: los retos del año
Dos de las variables económicas que más impacto
tuvieron en 2021 serán los retos de este año.
Se trata del empleo
que no logra niveles pre pandémicos y la inflación con niveles especialmente
altos.
Así las cosas, el
empleo seguirá siendo el gran reto de 2022-2023.
“Muchas personas,
especialmente las mujeres, se mantienen fuera de la fuerza laboral por varias
razones (acceso a servicios de cuidado, educación para sus familias, los
sectores más rezagados en recuperación económica tienen mayor empleabilidad de
mujeres que de hombres, entre otros) afectando su capacidad de generar
ingresos”, comentó Téllez.
Por su parte, la
inflación seguirá alta en la primera parte del año y se espera alcance su pico
en el primer trimestre de 2022, para luego ceder gradualmente.
“Este año la
inflación cerrará en 4,8% frente al 5,6% del 2021 y el año entrante en 3,6%.
Las presiones inflacionarias al inicio del año se deben a los cuellos de
botella globales, la inercia inflacionaria, las presiones de costos por el
incremento real del salario mínimo y la normalización gradual de las tarifas
que se redujeron en la pandemia y que no han vuelto a sus niveles regulares”,
explicó Mauricio Hernández, economista de BBVA Research para Colombia.
Dólar
y tasas de interés seguirán al alza
Según Alejandro
Reyes, economista principal de BBVA Research, se espera una depreciación
promedio del peso colombiano del 5,1% este año y una apreciación del 2,4% el
año entrante. Es decir que se tendría una tasa de cambio de $3.935 para este
año y de $3.842 para el próximo.
“Veremos volatilidad
en la tasa de cambio ante los cambios en la postura monetaria de los países
desarrollados, así como por el proceso electoral colombiano. Estas presiones de
devaluación y volatilidad serán más intensas en la primera mitad de 2022”,
afirmó Reyes.

Por otra parte, la
tasa de intervención del Banco de la República seguirá aumentando hasta
encontrar una postura contraccionista a mediados de 2022 y se estabilizará en
ese nivel hasta, por lo menos, finales de 2023. “Esperamos que la tasa llegue a
5,75% en comparación con el 3,0% que registró en diciembre de 2021”, dice el
informe.
Es
hora de pensar en el mediano y el largo plazo
Según el equipo de
BBVA Research, es tiempo de planear estructuralmente el país que queremos. Para
Téllez, “cuando lo peor de la pandemia en términos económicos parece haber
pasado y ante un proceso electoral que se viene, debemos concentrarnos de nuevo
en los temas estructurales en los que debe trabajar el país para aumentar el
bienestar de los colombianos”.
En el informe se
puede leer que se necesita trabajar en la generación de ahorro para financiar
la inversión futura. Eso exige aumentar el ingreso de las familias con mayor
formalidad, productividad, calidad y cantidad de la educación y generando las
condiciones para que se pueda volver a la fuerza laboral formal.

Además, para mejorar
los balances macroeconómicos, debemos generar ingresos desde afuera, a través
del comercio exterior e inversión directa, que nos permitan disminuir el
déficit en la cuenta corriente y financiarlo bien.
Finalmente, en el
frente público, se requiere dibujar el tamaño de Estado que queremos y que sea
sostenible en el largo plazo.