Eso es lo bacano de Ricardo Plata Cepeda…
Nos pone a estudiar a muchos de nosotros.
La jugada es que no se puede asimilar todo, porque para lograrlo
hay que seguir estudiando, como lo ha hecho él todos estos años.
Eso es algo que las nuevas generaciones deberían entender.
Vamos a ver qué logramos entender, mientras tanto...
Aunque no olvidemos que, como recuerda él, Hezbolá es el “partido de Dios”, que en 1979 llevó al poder al
Ayatola Jomeini, instalando una teocracia absolutista y haciendo que Irán
retrocediera siglos hacia las profundidades de un medioevo intolerante,
misógino y fanático.
®rada®,luisemlioradaconrado
@radareconomico1
DE TEHERÁN, SIN AMOR
Irán mantiene una frustración hegemónica insatisfecha desde que Darío, el gran rey de los persas, dominó un imperio que incluía lo que hoy es Iraq, Siria, Egipto, el Norte de la India y parte del Asia Menor. Soleimani, cerebro y ejecutor del expansionismo iraní, antiisraelí, antinorteamericano y anti saudita y jefe de facto de las filiales extranjeras de Hezbolá llegó a ser un rey sin corona del medio oriente. Por Ricardo Plata Cepeda
Así como las “ollas del micro-tráfico local” recogen toda la escoria del barrio:
jíbaros, drogadictos, prostitutas, policías corruptos, así Venezuela se
convirtió en la gran “olla del macro-tráfico global”.
Tan pronto Chávez se instaló en su
trono cerró la DEA, expulsó sus agentes, desactivó radares. Hasta hoy la
extensa frontera colombo venezolana se convirtió en corredor de salida de coca
y entrada de armas para la guerrilla colombiana y Chávez en el flautista de
Hamelín de los parias del mundo.
Para entonces ya Hezbolá había puesto
sus ojos en América Latina.
En 1994 realizó un ataque terrorista
en Buenos Aires contra la central israelí AMIA con un saldo de 85 muertos.
El 18 de enero de 2015 el fiscal
Alberto Nisman, que investigaba el caso
y ese día iba a imputar cargos a la
presidente Kirchner por encubrir a los iraníes involucrados, amaneció
“suicidado”.
Aliados y métodos en evidencia.

Hezbolá es el “partido de Dios”, que
en 1979 llevó al poder al Ayatola Jomeini, instalando una teocracia absolutista
y haciendo que Irán retrocediera siglos hacia las profundidades de un medioevo
intolerante, misógino y fanático.
De la mano de Qasem Soleimani, jefe de
Operaciones Internacionales de la Unidad de la Guardia Revolucionaria
Islámica, Hezbolá se convirtió en un producto de exportación que empaqueta
partido político, islamismo radical, célula terrorista y milicias armadas.
Estas últimas copiadas por Chávez, similares a las cubanas y a las de la
“primera línea” petrista de las cuales tuvimos aquí un abrebocas.
Así llegó al Líbano, Yemen, Gaza,
Siria e Irak sembrando escisiones internas, guerras y destrucción. Su toxicidad
religiosa, política y militar no tiene límite.
Hace más de una década tiene células
en Maicao, Maracaibo, Valencia y Margarita, donde pretenden un perfil menos
violento, para servir mejor de conducto de los dineros ilícitos del
narcotráfico, contrabando, petróleo, oro, cajas CLAPS, etc.
Hezbolá es Irán en cuerpo ajeno.

Irán mantiene una frustración
hegemónica insatisfecha desde que Darío, el gran rey de los persas, dominó un
imperio que incluía lo que hoy es Iraq, Siria, Egipto, el Norte de la India y
parte del Asia Menor.
Soleimani, cerebro y ejecutor del
expansionismo iraní, antiisraelí, antinorteamericano y anti saudita y jefe de
facto de las filiales extranjeras de Hezbolá llegó a ser un rey sin corona del
medio oriente.
Pero mientras el mundo musulmán que
rodea Irán es árabe, el pueblo iraní es ario, con orgullo no disimulado; y
mientras el 80% de los musulmanes del mundo son sunitas, el 90% de los iraníes
son chiitas, con fanatismo exacerbado, lo que dificulta su ambición manifiesta.

No sabemos si lo que dijo el ministro
Molano en Jerusalén fue una torpeza o tenía un guiño superior. Sí sabemos que
las maneras diplomáticas son un hazmerreír para el régimen iraní y que, si
hubiere razones para una ruptura, de esa relación no existen beneficios
conocidos, pero estamos expuestos a perjuicios imaginables.
rsilver2@aol.com