José Manuel Restrepo, ministro de hacienda
del país se sentó con María Isabel Rueda he hizo balance del panorama económico
de Colombia.
Leamos con calma esto aquí en el RadaR…
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Minhacienda: ¿Cómo es el país que le
entregará económicamente a su sucesor?
MARÍA ISABEL RUEDA
Especial para EL TIEMPO
¿Se siente tranquilo con el país que le va a entregar a su sucesor?
Vamos a entregarle un país creciendo en cifras históricas. La
tercera economía que más creció, de las 52 más representativas en el mundo, en 2021. Y
muy seguramente, como la segunda o primera que más crecerá en este año 2022 de
la Ocde.
La de Colombia es una economía que crece, después de haber
enfrentado el peor choque de su historia en el país. Y lo hace porque
justamente la política de reactivación económica y contracíclica de inversión
en gasto e inversión pública, al enfrentar esa pandemia, así como la
vacunación, fueron exitosas.
¿Son distintas las expectativas de un inversionista nacional que
las de uno internacional?
No. De cara al futuro, todos esperan que Colombia sea capaz de
preservar políticas macroeconómicas y económicas que tengan en consideración
tres criterios. Primero, que generen una sostenibilidad en el crecimiento de
largo plazo.
Segundo, que se garantice una sostenibilidad desde lo fiscal. Es
decir que cualquier propuesta que se haga tiene que verse, si es un gasto o una
inversión pública adicional, bajo el criterio de con qué se va a financiar,
para preservar la sostenibilidad fiscal del país, mensaje clave para un
inversionista nacional o internacional.
Y tercero, hay que garantizar una
sostenibilidad desde lo social. En generación de empleo, equidad, apoyo a los
más vulnerables. La garantía de que Colombia continuará sosteniéndose
socialmente es clave para la construcción del país del futuro. Pero un elemento
adicional: que siempre garanticemos lo que ha sido el activo más importante en
la historia de nuestro país en una democracia tan antigua y sólida, que se
llaman instituciones. Vale decir, que se preserve la libertad de empresa, que
se respete la propiedad privada, que se garantice la libertad de opinión, la
libertad de oficios, la autonomía del Banco de la República, la autonomía nueva
que tiene la ley de inversión social con el Comité Autónomo de Regla Fiscal, y
la independencia de los poderes públicos, entre otros temas.

¿En general, ha creído serias las propuestas económicas de los
candidatos?
Me he abstenido de hablar sobre el debate electoral, pero sí debo
decir que sus propuestas hay que analizarlas bajo tres raseros. El primero: si
esa iniciativa hace que Colombia en el corto, en el mediano y en el largo plazo
crezca más, o por el contrario, afecta la dinámica del producto interno bruto
del país. El segundo criterio, si esa propuesta garantiza la sostenibilidad a
mediano plazo de las finanzas públicas, o abre la posibilidad de un vuelco que
genere un mayor gasto o un menor ingreso. Y tercero, si esa iniciativa mejora
las condiciones de los más vulnerables en pobreza y empleo, y si contribuye a
la sostenibilidad ambiental. Cuando uno le hace este rasero en tres criterios a
cualquier política o propuesta tiene mayor claridad sobre el impacto real que
puede llegar a tener. Con esa tabla, responda usted misma su pregunta.
¡No me atrevería! ¿Pero lo que me está diciendo es que la
transición hacia formas de energía no extractivas de Petro a cambio de turismo
y aguacate Hass hay que pasarla por esos tres exámenes?
Para mí sí es muy importante que al evaluar la posibilidad de que
un sector productivo se cambie por otro se tenga en consideración la dimensión
de la caída del ingreso por cuenta de la salida de ese sector, y la capacidad
que tienen otros para generar unos ingresos alternativos. Y desde luego, cuándo
hacer esa transición. Pero esa decisión en el corto plazo puede tener un
impacto fiscal muy importante, y entonces habría que buscar las fuentes
alternativas para generar esos ingresos fiscales. De lo contrario se genera una
insostenibilidad fiscal.
¿Tiene algún dato de cómo han salido unas recientes reuniones con
unos inversionistas gringos y nuestros candidatos? Porque a mí me cuentan que
no es cierto eso de que no salieron tan preocupados...
Nadie me ha hablado sobre las reuniones de acá, pero yo sí he
estado a nivel internacional hablando con inversionistas. Y ellos lo que miran
es qué tan fuerte es la institucionalidad en nuestro país para garantizar, por
ejemplo, que las iniciativas que se hagan garanticen el equilibrio de las
finanzas públicas. Me han dicho que de la fortaleza de la institucionalidad
dependerá que a mediano y largo plazo el crecimiento sea mayor.
Hay un tema grave en materia de finanzas públicas, y es el de cómo
le va a pagar el Gobierno a Ecopetrol los subsidios a la gasolina, de cerca de
3 billones al mes...
En Colombia, de tiempo atrás, ha existido el Fondo de
Estabilización de Precios de Combustibles, mecanismo que busca estabilizar la
diferencia que suele existir entre los precios internacionales y nacionales,
para mitigar esos impactos. Cuando arrancamos gobierno en 2018, recibimos un
fondo de estabilización con un déficit del orden de 17 billones de pesos, en su
momento cubierto con recursos de crédito público del Gobierno Nacional. En
aquel momento, el Gobierno dio un paso muy importante: hizo que los déficits
del fondo de estabilización se cubrieran con el presupuesto general de la
nación, y no con deuda por fuera. Fue un avance sustantivo para el Plan
Nacional de Desarrollo. De allí en adelante el fondo de estabilización siguió
funcionando adecuadamente, sin ningún privilegio, pero llegó la pandemia y hubo
que tomar medidas para mitigar su impacto en los ciudadanos.

¿Una de esas medidas fue la disminución de precios de los
combustibles?
Hacia el cierre de 2021 se empezó a registrar un aumento inusitado
en los precios internacionales del petróleo que hizo que se agrandara la brecha
entre el precio internacional y el nacional.
Sí. Hacia el cierre de 2021 se empezó a registrar un aumento
inusitado en los precios internacionales del petróleo que hizo que se agrandara
la brecha entre el precio internacional y el nacional. Desde que arranqué como
ministro de Hacienda y Crédito Público hemos decretado casi cuatro subidas de
precios de combustibles, buscando disminuir esa brecha. Recientemente hemos
sido conscientes, como está sucediendo en el mundo entero, de que la decisión
de cierre diferencial de precios tiene un impacto, no solo en la producción, en
los empresarios, sino también en los consumidores y en los más vulnerables. Por
eso se tomó la decisión, dado el fenómeno inflacionario global que heredamos
del mundo, de acudir al Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles para
subsidiar en parte esa diferencia entre el precio internacional con el precio
nacional, con un propósito social, cosa que también lo están haciendo otros
países. Colombia no es el único.
Entonces, le insisto: ¿cómo le va a pagar el Gobierno esta deuda a
Ecopetrol?
Somos conscientes de que se necesitan varios caminos. Algunos los
incluimos en la ley del Presupuesto General de la Nación de 2021, como poder
acudir a sobrantes de gasto público del Gobierno Nacional, en cabeza del
Ministerio de Hacienda; acudir también a sobrantes de gasto del servicio de la
deuda, que están allí en el Presupuesto General de la Nación y que no se iban a
usar –eso no se permitía antes de esta ley general de presupuesto–. También, a
excesos de los dividendos de Ecopetrol, y al propio Presupuesto General de la
Nación de 2022. Con estos puentes se cubriría el segundo semestre de 2021 y el
primer trimestre de 2022, todo lo cual estaría debidamente facturado antes del
cierre del gobierno.
¿Eso significa que bajo este gobierno no volverá a subir la
gasolina, y que eso le quedará al próximo?
No, yo creo que se pueden hacer aumentos de precios, los hemos
venido haciendo, de forma gradual. En el marco fiscal de mediano plazo se
contemplará ese aumento gradual, ordenado, digamos, con un periodo de tiempo de
implementación. Este gobierno lo que busca es dejar solucionado, con los
instrumentos que acabo de señalar, lo que corresponde al año 2021 y al primer
trimestre de 2022, que es lo que estaría facturado para el momento de la salida
del gobierno.
Hablemos de la galopante inflación. Que es muy rara, porque no es
por exceso de plata circulante, sino por una falta de oferta. Usted me
corregirá si estoy diciendo algo inexacto. En el mundo y con la guerra
Rusia-Ucrania, no hay fertilizantes, no hay petróleo, no hay gas. Y para controlar
la actual inflación, todo parece indicar que el Banco de la República no ha
encontrado remedio distinto de la pura política monetaria, subiendo tasas de
interés, que ya no parece servir para frenarla. ¿Qué vamos a hacer?
La inflación, efectivamente, arrancó como resultado de una
reactivación muy rápida después de la pandemia, con una oferta limitada, porque
no se generó producción, especialmente durante la pandemia, en la misma
proporción de antes, y eso aumentó los precios por falta de oferta. También se
da como resultado de las dificultades en la cadena de producción, especialmente
en la de contenedores, después de la pandemia. Y, recientemente, exacerbada por
la invasión de Rusia a Ucrania, que afecta especialmente algunos costos de
insumos agropecuarios que venían de Rusia y de Ucrania, y de algunos productos
alimenticios como el trigo. Pero hay que decirlo abiertamente: en Colombia
también nos dimos un tiro en el pie con los bloqueos de vías; generamos
desaprovisionamiento, escasez de productos, a tal punto que algunos nacionales
aumentaron en casi una tercera parte, como es el caso de la papa; o con la
destrucción de sectores productivos como el avícola, que no se recuperan sino
en varios años.

Y frente a esto ¿cómo, ha venido actuando el Gobierno?
Efectivamente, en una primera etapa, la inflación respondía a una
inflación que podíamos llamar de oferta; pero lo que estamos viendo hoy desde
la junta del Banco de la República es que hay una inflación de segunda vuelta.
Que se convierte también en una inflación vía demanda, aumentando las
expectativas de precios a mediano y largo plazo, respecto de lo cual hay que
actuar con el instrumento con el que se cuenta, que es el aumento en las tasas
de interés, para ser menos expansionistas de lo que somos actualmente.
¿Y no hay más medidas?
No ha sido el único instrumento. En este año en el que he estado al
frente, hemos reducido el déficit fiscal en casi dos puntos porcentuales entre
el 2021 y el 2022, para que haya menos presión sobre tasa de cambio. Hemos
avanzado en decisiones de lograr aranceles cero en más de 300 partidas de
insumos agropecuarios; bajar los costos de los fletes de más de 390 partidas.
Una política de subsidio en crédito agropecuario de casi 1,3 billones para
motivar producción agropecuaria y generar más oferta. Y una política de
subsidio en seguro agropecuario para motivar también capacidad de producción
agropecuaria. Se ha liderado una disminución de costos operativos en puertos,
para bajar costos en los procesos de producción.
¿Con todo esto, usted como para cuándo espera que empiece a ceder
esta bárbara inflación?
Si logramos contener el impacto del aumento de precios, espero que
en un par de meses la inflación anualizada tienda a ceder. Simultáneamente, una
medida, que no es menor, ha sido la política social para apoyar a los más
vulnerables.
Vamos para allá, para los candidatos. Porque, a ver, Fico Gutiérrez
dice que es absolutamente factible aumentarles el ingreso solidario a cinco
millones de familias. ¿Usted lo ve así?
Este país tiene que avanzar hacia una transición energética, que
sea sostenible en lo ambiental y en lo social.
No le voy a hablar de las propuestas de los candidatos. Pero sí
hemos creído muy importante en este gobierno aumentar la dimensión de la
política social. Cuando recibimos el gobierno, eran 3 millones de hogares; hoy
son 29 millones de colombianos quienes tienen algún beneficio por la
transferencia monetaria, más del 50 % de la población, con la pretensión de
apoyar a los más vulnerables, enfrentar la pobreza y la inequidad. Y después
del peor choque económico en la historia del país logramos retornar, repito, a
los niveles de pobreza que teníamos antes de la pandemia, o a niveles de
equidad que teníamos antes de la pandemia. Avanzamos en recuperación del
empleo. Ha sido un esfuerzo de crecimiento con componente social. Pero el
próximo gobierno tendrá que analizar programas sociales bajo el triple rasero
que mencionábamos atrás: su sostenibilidad fiscal, si ese aumento del gasto
público va efectivamente a reducir la pobreza y a construir equidad; y tres, si
contribuye al crecimiento de la economía o, al contrario, lo destruirá.
Segundo. El candidato Petro. ¿Usted cree, como él dice, que, a un
corto plazo, digamos entre 12 y 15 años, podamos hacer una transición no
traumática entre el petróleo y el gas hacia el aguacate y el turismo?
Este gobierno ha liderado la transición energética. Prometió lograr
en 2030 la reducción del 51 % de gases de efecto invernadero, y ser carbono
neutral en 2030. Lograr la mayor revolución de producción de energías
renovables no convencionales de la historia del país, transitando de 40
megavatios en estos frentes de energía eólica y solar a los 1.500 este año, o
sea el 14 % de la producción de energía de este país, es de esas
características. Implementando, como primer país en América Latina, la política
de economía circular para reusar, reciclar, sacando la ley de transición
energética de cambio climático, de acción climática, luchando contra la
deforestación. Este país tiene que avanzar hacia una transición energética, que
sea sostenible en lo ambiental y en lo social.
Es decir, lo de Petro, ¿sí?
Es decir, yo creo que Colombia tiene que seguir avanzado en un
proceso de transición energética, como se ha venido liderando en el gobierno
del presidente Iván Duque.