Telecaribe
¿Los costeños que
manejan el poder entienden a TELECARIBE?
Triste que hay algunos ¡que NI
SIQUIERA lo sintonizan!
Otros lo desprecian.
Y eso es preocupante,
porque nos estamos desconociendo nosotros mismos.
Hay cosas bonitas en
Telecaribe.
Y podrían ser muchas más,
pero muchas, las que podrían presentarse si nos animamos y usamos el vehículo
como debe ser.
Esto que escribe Rafael
Sarmiento en La Cháchara es cierto…
Vamos a leerlo con
tranquilidad.
Rafa, es uno de los
periodistas que estuvo en el arranque y que se mantiene siempre informado de lo
que está sucediendo.
Él y toda su family
están allí, metidos en la jugada, porque han entendido que estar en
Barranquilla y en la Región Caribe son privilegios que nos ha dado la vida.
Algunos no han entendido
eso y miran a Telecaribe, como cualquier objeto, como cualquier medio de comunicación.
El canal es nuestro,
aunque algunos consideren que es de ellos… No han entendido que están de paso...
RADAR,luisemilioradaconrado
Telecaribe necesita encontrar
un gerente que piense en las nuevas tendencias de la cultura televisiva.
El único escenario de encuentro que le
queda vivo a la Costa Caribe colombiana es el canal regional de televisión,
Telecaribe. Por lo tanto, la clase política, los empresarios, los profesionales
del medio televisivo, los periodistas y comunidad costeña en general, deben
reclamar un manejo serio del cambio de estatutos que facilite tanto la
escogencia de un gerente adecuado, como un proceso de modernización y
actualización en el campo de la comercialización.

Telecaribe necesita de un gerente que
piense en las nuevas tendencias de la cultura televisiva, con el fin de que no
se quede en un medio paquidérmico y jurásico. En sus 26 años de vida Telecaribe
ha tenido una decena de gerentes de variado perfil. Desde el buen nivel
profesional y el entusiasmo sin límite de su gerente-fundador, hasta sucesores
con un claro molde jurídico que le dio entidad normativa al canal. Lo mismo que
profesionales muy marcados por la responsabilidad de la televisión para poner
en práctica la sociología de la región. También el canal ha contado con
gerentes de un perfil de alto nivel en la parte técnica y de producción de
televisión, al igual que gerentes comprometidos con poner en orden la parte
administrativa, financiera y contable de dicho medio de comunicación. Del mismo
modo se ha contado con gerentes de prestigio internacional en radio y televisión.
Sin que haya faltado el gerente folclórico que se la pasaba con los pies sobre
el escritorio y rascándose la barriga.
Pero ya esa es historia del pasado. Ahora
el reto es lograr que las siete gobernaciones y los distritos y municipios
socios del canal paguen sus cuotas-compromisos. Y que paguen a tiempo. Porque
hay Departamentos que no han pagado todavía la primera cuota desde cuando se
fundó el canal. Y son los que más reclaman y se pelean la gerencia para una
ficha política suya. También es importante que se escoja a un gerente con alta
capacidad de gestión para obtener a tiempo los suficientes recursos que deben
llegar de la nueva Autoridad Nacional de Televisión (ANT).

No es necesario traer a un hombre o mujer
de las galaxias o a Supermán, como lo sugiere folclóricamente uno de los
mandatarios regionales. No. Basta con escoger una hoja de vida que reúna las
condiciones para adecuar el canal a las nuevas tendencias del medio. Tiene que
ser un gerente moderno. Que sepa lo que ocurre en la televisión regional de la
India, de Corea del Sur, y de otros puntos del planeta que están haciendo una
televisión acorde con los cambios que la globalización exige. Desde luego, no
hay que desconocer que en muchas de esas regiones se está haciendo una
televisión influenciada y manejada a control remoto desde Hollywood, epicentro
de la industria del entretenimiento de Estados Unidos y el mundo.

La nueva televisión regional recrea y pone
en escena la realidad local a manera de comedia o parodia. La información es
dinámica, fugaz y con un lenguaje seco y directo. Eso es lo que nos falta en
Telecaribe. La dramatización. El entretenimiento con agrado y humor. El
periodismo en línea. En síntesis, una parrilla que tenga los ingredientes
necesarios para competir, no solo en la región, sino fuera de ella. Como lo
mandan las actuales leyes del mercado del entretenimiento. Para todo ello se
necesita un cambio de mentalidad en la junta directiva de Telecaribe,
actualizar los estatutos del canal para escoger un gerente con excelente perfil
y romper la camisa de fuerza para la comercialización. Porque en este último
punto, todo parece indicar que al canal sí le llega una buena pauta
publicitaria, pero los ingresos se quedan en manos de unos pocos avivatos. Son
venas rotas que deben ser cauterizadas cuanto antes. En fin, Telecaribe bien
vale la preocupación de todos los costeños por ser su único punto de encuentro
y de integración regional.