lunes, 17 de septiembre de 2018

Confianza de los consumidores retrocedió durante agosto, pero continúa positiva


Aunque no estamos muy bien, la confianza se ha ido recuperando.

Es que si nos comparamos con 2017, el año actual es un paseo…

Sale el gobierno Santos y llegó el de Duque. 
Estamos a la expectativa…

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1

El Índice de Confianza del Consumidor en Colombia fue del 4,7% en agosto. Datos de Fedesarrollo.

Eso quiere decir que tuvo una disminución de 5,1 puntos porcentuales frente al mes pasado.

A pesar de todo, si se compara la confianza de los consumidores con el mismo mes del año pasado, la mejora es significativa, si se tiene en cuenta que hubo una recuperación de 20,6 puntos porcentuales.
 
De acuerdo con el centro de estudios económicos, esta reducción obedece a “deterioros tanto en el índice de expectativas del consumidor, como en el índice de condiciones económicas” aunque se explicó que “frente a agosto de 2017 ambos índices registraron incrementos”.

Los expertos, adicionalmente, destacaron que la confianza de los consumidores cayó en todos los niveles socioeconómicos, si se compara con el mes pasado, aunque repite la tendencia positiva al verlo frente a agosto de 2017.
Conclusión, aunque no vamos muy bien. El año pasado estuvimos peores.

Diez años después Por Jairo Parada

Quienes ven a Barranquilla nos felicitan...
Funcionarios públicos y analistas de otras naciones quienes conocen a la capital del Atlántico desde hace un tiempo, afirman que el desarrollo es evidente.

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1


Diez años después
Por Jairo Parada

El próximo 15 de septiembre se cumplen 10 años de la quiebra de Lehman Brothers en Nueva York y el inicio de la Gran Recesión, la más profunda desde la Gran Depresión que comenzó en octubre de 1929. Los efectos económicos y políticos de esta crisis de 2008  todavía los vivimos hoy, sin que hayamos salido del todo de sus efectos telúricos. La creencia de que los mercados financieros se regulaban a sí mismos, por fuera de las normas estatales, se derrumbó estrepitosamente, paradigma que sigue dominando los programas de Economía en el mundo, donde se enseña siempre que lo mejor es la competencia de los mercados para resolver cualquier problema.
 
Aunque la economía norteamericana luce hoy fuerte, con tasas de desempleo en el 3,9%, la revista The Economist en su edición del 6 de septiembre/18 señala que el sistema financiero mundial no ha aprendido bien todavía las lecciones de la crisis. El sistema bancario mundial ha mejorado sin duda y se han tomado medidas para proteger más los activos y pasivos de los bancos, pero Europa crece muy lentamente y el crédito se sigue apuntalando sobre la propiedad de bienes raíces y no sobre los negocios. El discurso de la austeridad ha hecho daño, ha impedido la aplicación de políticas macroeconómicas adecuadas y el populismo de derecha ha aprovechado el estancamiento.
 
Los primeros desajustes se han manifestado ya con la crisis de la lira turca en el mes de agosto, debido a los déficits en cuenta corriente y fiscal, acompañados con una política monetaria laxa. Ahora los temblores financieros se trasladaron a Argentina, donde el peso argentino ha sufrido una fuerte devaluación, pues en diciembre/17 estaba a $18 por dólar y hoy ya está a $37, disparando la inflación, acompañado de medidas monetarias –como elevar la tasa de interés al 60%– para lo cual se pregunta uno qué negocio será posible allí con dichas tasas. Macri se ha entregado al Fondo Monetario buscando préstamos por $50.000 millones de dólares, endeudando más a su país, (y como dice Stiglitz, no enfrentando el problema de reestructurar la deuda argentina). Ha confiado en el capital internacional que viniese a raudales gracias a sus medidas ortodoxas, pero el resultado ha sido el estancamiento, la inflación y la devaluación.
 
El problema con estas situaciones y dada la guerra arancelaria desatada por Trump con China y el resto del mundo, los temores de una fragilidad financiera pueden extenderse. En Colombia, con una economía que apenas empieza a crecer un poco más que el año pasado, con algo de recuperación de sus exportaciones, los continuos anuncios de reforma tributaria y de un déficit de caja de $25 billones, lanzan señales dudosas sobre el estado real de la economía. El dólar ha subido mucho. Nadie entiende cómo el premiado ministro Cárdenas haya dejado la olla tan raspada y con un hueco de ese tamaño para el año entrante. No hay plata ni para seguir con los actuales ‘Pilos’ y la austeridad suena por todos lados. En ese escenario se llena uno de inquietudes sobre qué será de la APP del río Magdalena, el famoso Superpuerto y la solución a Electricaribe en este escenario. El distrito no se queda atrás: ya pidió autorización al Concejo por más de $200 mil millones. ¡Sigue la prosperidad al debe!