Laura Peña, economista de BBVA Research |
Por: Laura Katherine Peña y Alejandro Reyes, economistas de BBVA Research
A medida que
los países se desarrollan, las actividades primarias tienden a perder peso en
la economía. Esto no es ajeno a Colombia, cuyo sector agropecuario ha mostrado
un debilitamiento estructural, pasando de representar más del 25% del PIB en
1990 a 6,7% en 2023, una caída algo mayor a la observada en otros países de la
región.
Esto puede
deberse a carencias en infraestructura o inversión en el sector, o a la baja
productividad y competitividad de algunos de sus productos. Sin embargo,
existen algunos productos agropecuarios con alto potencial, como la palma de
aceite, que deben impulsarse para que sean ejes de desarrollo económico, social
y regional.
En las últimas
dos décadas el cultivo de palma de aceite en Colombia ha crecido cerca de 6,3%
promedio anual, alcanzando una producción de 2 millones de toneladas de aceite
en 2023, ubicando al país en el cuarto lugar a nivel global y el primero en
América.
Pero ¿Qué hace tan especial a este producto?
Primero, su producción se concentra en la zona
del trópico, posicionando a Colombia en un lugar privilegiado para
potencializar su expansión. Segundo, la productividad del cultivo es muy alta,
con 2,6 toneladas de aceite por hectárea, versus otras oleaginosas que logran
apenas 0,6 toneladas. Esto ha posicionado al aceite de palma como el principal
aceite de origen vegetal en el consumo mundial, con cerca del 42% de la demanda
global. Quizás es en su versatilidad en donde se encuentra mayor beneficio,
pues se emplea en un número amplio de productos como las margarinas, el helado,
los cosméticos, los biocombustibles, por nombrar unos pocos. Esto le permite
contar con una demanda creciente y constante.
En materia social, los beneficios de la palma de aceite son múltiples. Este cultivo se ha convertido en un polo de desarrollo en varias regiones, contribuyendo al empleo formal y de calidad. Además, Colombia ha logrado una expansión del cultivo con limitados efectos en deforestación y avanza en la certificación ambiental de su área cultivada. La palma de aceite cuenta con gran potencial de expansión, apalancando el desarrollo rural y fortaleciendo la posición del país en su comercio mundial.
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La palma de aceite una apuesta con futuro
Fuente: Comunicaciones BBVA