lunes, 6 de marzo de 2017

Las buenas personas están hechas de acero inolvidable

Un bonito mensaje para todos...
Lindo que mi amiga Yolanda lo haya enviado a las redes...

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Para las buenas personas que me han acompañado en la vida. Las que están aquí, en mi ciberespacio y las que caminaron conmigo y están en el cielo. Del muro de Patricia Grain Jarquin Y en especial, quienes se me vinieron a la mente al leerlo: Sandy Sandra Lopez, Donaji HO, Jessika Becerra, Sofi Macias Li (nunca olvidaré tu apoyo en el momento mas difícil de mi vida), Lu Lú Contreras Luis Emilio Rada Conrado Jesús Vargas... mis amorosas Mon Ch, Raul Chong y Juan Manuel Jiménez Valdez

Las buenas personas están hechas de acero inolvidable

Raquel Aldana 9, Mayo 2015 en Emociones 
Niña subida a una estrella por la noche
Son esas personas que te abrazan y recomponen tus partes rotas. Con las que has recorrido la vida.  

Las que te han enseñado por las buenas. Las que te han mostrado el mundo como un lugar maravilloso en el que vivir. Pero, sobre todo, las buenas personas son por las que cada día coleccionas motivos por los que merece la pena esforzarse y ser feliz.
Las buenas personas no son prepotentes ni paternales sino que, al contrario, son personas pacientes. Porque la paciencia es la virtud que enmarca la capacidad de dar libertad y margen de error a las personas que tenemos delante.

El arte de la bondad es un bien escaso, pero quizás más común de lo que creemos. No todos somos buenos y malos en nuestra totalidad, pues en nuestro interior damos cabida a todo. Además, esto generalmente depende del cristal desde el que se mire.
Sin embargo, hay ocasiones en las que nos tropezamos con personas que no están corrompidas por la sociedad y sus intereses, y que son incapaces de hacer daño a una mosca. Puedes reconocerlas fácilmente, pues desde que las conociste eres mejor persona, te han fortalecido y han enriquecido tu interior.
Amigos subidos a un globo por el campo

La bondad auténtica es tener el valor de salir en defensa de lo que está bien

Las buenas personas tienen un sentido justicia y del bien que es especial. Sus palabras siempre son esperanzadoras y, si tienen que elegir, te darán una lección de vida.
Son personas íntegras que van más a allá de las obligaciones morales y siempre tienden su mano para ayudar. Hacen lo correcto aunque nadie esté mirando y eso es lo que las hace valiosas.

“Ninguna buena acción, por pequeña que sea, será una pérdida”
-Esopo-

Absurdos impedimentos, por Rudolf Hommes

¿Será De la Calle?
¿Será él, el nuevo presidente? 

¿Será candidato?

Ya tiene un voto, Humberto De la Calle, y no es de cualquier colombiano, es de Rudolf Hommes...

Leamos con calma esta columna del ex ministro.

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1

Rudolf Hommes

Absurdos impedimentos

De la Calle se convierte en un rival poderoso y potencialmente imbatible.

La prueba de que la candidatura presidencial de Humberto de la Calle tiene mucho potencial es que ya le están creando impedimentos supuestamente éticos, e invitándolo a que se conforme, por ahora, con ser prohombre y posiblemente que ascienda posteriormente a “anciano de la tribu”, pero que no se le vaya a ocurrir postularse para la presidencia.
El argumento es absurdo, se basa en que Humberto debería considerarse impedido para aspirar a la presidencia por haberle hecho un gran servicio al país como artífice que ha sido de un proceso de negociación de la paz que culminó satisfactoriamente en un acuerdo que tiene a los antiguos guerrilleros concentrados en campamentos que ellos se han resignado a equipar precariamente, ante la incapacidad del Gobierno de haber provisto oportunamente mejores condiciones, y que esta semana ya comenzó la entrega de las armas de las Farc, por ahora un acto simbólico, pero difícilmente superable en importancia.


Con este logro en su haber, De la Calle se convierte en un rival poderoso y potencialmente imbatible, como posteriormente lo comprueba la encuesta Gallup que publicó este diario la semana pasada. Su fortaleza, si se lanza como candidato, proviene precisamente de ser ‘de la paz, para la paz, por la paz’. Por esta razón le inventan impedimentos “morales” sobre bases que no tienen validez. Es como si a Simón Bolívar le hubiera pedido Santander que no aprovechara políticamente haber liberado a la Gran Colombia y se quedara de Libertador, dejándole a Santander vía libre a la presidencia.
 
Pero este tipo de argumentos también los pueden esgrimir otros para pedirle a Germán Vargas que se abstenga de ser candidato porque no le queda bien haber construido tanta vivienda popular con dinero público, haber viajado a todas las regiones a repartirla y haber planeado tantas carreteras para salir a cobrar esto como candidato presidencial; o que Clara Eugenia López no puede aspirar a ser presidente porque le hizo un gran servicio a Bogotá cuando se desempeñó como alcaldesa.

El único candidato viable sería entonces el que no tiene experiencia ni trayectoria, que es el que tendría la ‘virginidad requerida’ para tener éxito en las próximas elecciones. Los que predican ese requerimiento son los mismos que dicen que la paz ya no está en juego y que hay que pasar esa página, como si no fuera esta la etapa más crítica para el futuro de Colombia y no estuviera en juego el destino del país, ahora que apenas comienza el posconflicto.
 
Fernando Cepeda, vocero de otra variante de la tesis de la ‘virginidad’, dice que el próximo presidente va a ser alguien que pueda demostrar que no pertenece al establecimiento. Paradójicamente, en Colombia, en este momento, los que no pertenecen al establecimiento son Santos y De la Calle, por haberse comprometido a sacar el acuerdo de paz, contra viento y marea, y continuar firmes en su compromiso.
Eso es lo que mortifica a los que dicen que un aprovechamiento político del proceso de paz no parece acorde con la dignidad de Humberto de la Calle. Pero lo que es evidente es que con él se tiene la certeza de que la paz va a salir adelante, y no la corrupción; y de que el Gobierno va a cumplir durante otro cuatrienio con lo acordado.
 
Esto es muy importante porque nada le haría más daño al país que incumplirles a los que han confiado en la palabra del Gobierno. Esa es la razón de Estado por la cual no es aceptable la tesis de que el acuerdo de paz es solamente un acuerdo de gobierno. La responsabilidad colectiva es hacer la paz de verdad, lo que necesariamente implica que las dos partes cumplan y colaboren activamente para desarrollar y hacer efectivo lo contenido en el acuerdo de paz.

RUDOLF HOMMES

El estornudo Por Cecilia Álvarez Correa

Cecilia Álvarez Correa defiende la labor que está realizando el presidente Juan Manuel Santos. 
Hizo parte de ese equipo del gobierno colombiano que ha venido trabajando para que el país siga avanzando.

En su columna de ayer en el diario El Tiempo, explica alguna parte de la historia.

RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1

El estornudo
Por Cecilia Álvarez Correa

El país debe reflexionar sobre los retos futuros en materia de infraestructura.

“Un estornudo en el mapa de Colombia”. Así definió alguien la estrategia de construcción de carreteras que imperaba en nuestro país hasta 2010. Una sumatoria de tramos inconexos. No se trataba de una simple gripa. Ese ‘estornudo’ era sintomático de una enfermedad profunda: la de la corrupción en el sector transporte.
No fue fácil para el primer ministro de transporte del gobierno Santos, Germán Cardona, poner orden. Desarrolló herramientas normativas e institucionales que permitieron despegar al sector. Liquidó el Instituto Nacional de Concesiones (Inco), origen de muchos de los males, y dio vida a la Agencia Nacional de Infraestructura.



El diseño institucional del Inco era paupérrimo y no respondía a las necesidades de un sector tan importante como el de infraestructura de transporte. Por el contrario, la ANI se creó como una entidad altamente especializada para planear, coordinar, estructurar, contratar, ejecutar, administrar y evaluar proyectos de concesiones y otras formas de asociación público-privada (APP), lo que le permitió adelantar el programa de cuarta generación de concesiones, sin duda la inversión más importante en la historia del país en esta materia.
Pero no se trata solo de un adecuado diseño institucional. Como lo recordaba en estos días el presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, Juan Martín Caicedo: “Quedó atrás el viejo instituto Nacional de Concesiones (Inco), permeado por la politiquería y la informalidad”.
 
Los medios dieron cuenta de que en 8 años el Inco tuvo 14 directores, varios de ellos involucrados en casos de corrupción. También, que hizo parte de la economía paramilitar y que hasta con documentos falsos lograron ocupar la dirección de la entidad.
Esa entrega institucional a la corrupción y la politiquería se pagaba a través de prácticas como los anticipos o el recaudo de peajes, sin que se hubiera construido un centímetro de obras, o las adiciones contractuales en valores, que –según un estudio de la Ocde citado en el Conpes 3760–, en promedio, representaban un 280 por ciento del valor inicial de los contratos.

Entre 2002 y 2010 se realizaron adiciones por $ 8,5 billones, que en los casos más críticos superaban en 4, 6 y 7 veces el valor inicialmente contratado.
Contrasta esta situación con las acciones de este gobierno, que eliminó los anticipos en contratos de obra y expidió una normativa para que a los concesionarios solo se les pague cuando pongan en servicio las obras. Y también con la realidad de la ANI, que desde su creación solo ha tenido un presidente, Luis Fernando Andrade, a quien el presidente de la CCI le reconocía recientemente que “ha logrado que la totalidad de los proyectos de cuarta generación hayan sido adjudicados con absoluta transparencia, hasta el punto de que los propios perdedores así lo han reconocido”.
 
El país debe reflexionar sobre el tipo de institucionalidad que requiere para enfrentar los retos futuros en materia de infraestructura, para definir si queremos volver al tenebroso pasado de entrega a la corrupción, la politiquería, o si continuamos avanzando por un camino de profesionalismo, responsabilidad e idoneidad.
 
Son imputaciones de cargos y reos los que responden por las acciones de otros gobiernos. Son hechos, y miles de kilómetros de carreteras construidos, los que respaldan la gestión y transparencia de este gobierno en materia de transporte.

CECILIA ÁLVAREZ CORREA