De acuerdo a este trabajo periodístico realizado por Yanet Aguilar,
de El Universal, de México, Gabriel García Márquez padece de
demencia senil.
Y uno como ser humano, olvida que esto le puede suceder a
cualquiera de nosotros, en unos cuántos años.
Triste que se pierda ese talento, pero esa es la vida y la evolución...
Vamos a leer esta parte de la historia de Gabo y las confesiones
de Jaime, su hermano, para conocer más de él y de su familia.
Pero también nos puede servir para reflexionar,
ya que la vida es un soplo, que se nos va tan rápido...
luisemilioradaconrado
Gabo y la demencia senil

En desarrollo de la conferencia “Una visión
familiar sobre Gabriel García Márquez, ofrecida en Cartagena a los jóvenes
expedicionarios de la Ruta Quetzal, Jaime García Márquez, hermano del Nobel de
Literatura 1982, señaló que Gabo padece demencia senil.
“Lo que él tiene son algunos conflictos de la memoria;
en la familia todos sufrimos demencia senil, yo ya también comienzo a tener
algunos problemitas y por lo tanto él ya tiene los estragos, pero se le
adelantaron debido a su cáncer linfático que en el 99 lo puso en una situación
casi de muerte, y la quimioterapia que utilizaron le salvó la vida, pero
también le acabó muchas neuronas, muchas defensas y muchas células y lo que
hizo fue que se le aceleró ese proceso”, expresó Jaime García Márquez, cuyas
palabras fueron publicadas por El Universal de México.
Agregó Jaime que Gabo lo llama casi todos los días “para preguntarme cosas, y
yo le refresco la memoria”.
“Esa enfermedad debería estar comenzando ahora que tiene 85 años, no hace
tiempo como fue –señaló Jaime-. Pero todavía lo tenemos, podemos hablar con él
con mucha alegría y con mucho entusiasmo como siempre ha sido”.

Estos son algunos apartes del revelador texto publicado por El Universal de México:
"A veces quisiera no ser hermano de él sino hablar con un poco más de
libertad; a veces siento que la gente piensa que para mí es una obsesión
Gabriel García Márquez, no es pero sí me gustaría que lo fuera... es una
relación muy extraña, me siento muy satisfecho, tengo una información que no me
da placer pero la tengo que contar porque ya no me puedo controlar",
contestó.
Entonces Jaime García Márquez se sinceró y contó lo
que le salía del corazón. Comentó que casi todas las tardes "Gabo" le
habla a Cartagena, se lo comunica la secretaria, le llama porque necesita que
alguien le refresque la memoria, porque necesita mantener mente activa.
"A mí me ha tocado esa misión, afortunada y a la vez muy dolorosa, a veces
lloro, porque siento que se me escapa de las manos pero tengo que asumirlo, lo
asumo porque si tengo el privilegio de hablar con él lo tengo que pagar de
alguna manera, lo pago con dolor y un dolor que al final me deja una
satisfacción muy grande", confesó García Márquez.
Patricia Rivera, monitora de apoyo y admiradora del autor de Cien años de
soledad, no pudo evitar el llanto, su gesto se torció y derramó un par de
lágrimas. "Que su hermano nos permita saber parte de la situación de salud
en la que se encuentra 'Gabo' pues es triste, sentí el dolor de su hermano y
eso me conmovió bastante".
Ese hermano que es tres años más joven que el Nobel, habló con los
expedicionarios de la infancia y la adolescencia de Grabriel García Márquez, de
sus primeros escritos, de su vida en Cartagena y de su obsesión por saber de la
familia y por hacer una literatura bien hecha. Habló también de los dos textos
que, se sabe, ha delineado el escritor o trabajado varias versiones, pero que
no ha querido publicar: La tigra y En agosto nos vemos.
Jaime García Márquez, quien se desempeña como vicepresidente del Consejo de
Administración y director de Relaciones Institucionales de la Fundación Nuevo
Periodismo Iberoamericano, creada por Gabriel García Márquez, aseguró que su
hermano sigue siendo "un tipo alegre, contento, pregunta bastante y
siempre tiene una obsesión: ¿Cómo está la familia?"
RADAR,luisemilioradaconrado
Pd: La versión completa de El Universal de México
Gabo y la demencia senil
CARTAGENA
DE INDIAS, COLOMBIA.— Jaime García Márquez vio a su hermano “Gabito” -cómo
llaman él y el resto de la familia a Gabriel García Márquez- hace más
dos años y medio en México; desde entonces no lo ha visto, pero mantienen, como
siempre, una comunicación muy intensa a través del teléfono. El Premio Nobel
de Literatura 1982 lo llama casi todos los días para preguntarle cosas.
Jaime “le refresca la memoria”.
Ayer
en Cartagena de Indias, donde “Gabo” mantiene una casa familiar, el
hermano del Premio Nobel aseguró que “Gabito” está muy bien en lo físico
y lo motriz, pero que desde hace mucho tiempo padece demencia senil, una
enfermedad que ha sufrido toda la familia.
“Lo
que él tiene son algunos conflictos de la memoria; en la familia todos sufrimos
demencia senil, yo ya también comienzo a tener algunos problemitas y por lo
tanto él ya tiene los estragos pero se le adelantaron debido a su cáncer
linfático que en el 99 lo puso en una situación casi de muerte y la
quimioterapia que utilizaron le salvó la vida pero también le acabó muchas
neuroanas, muchas defensas y muchas células y lo que hizo fue que se le aceleró
ese proceso”, comentó Jaime García Márquez.
Durante
la conferencia magistral “Una visión familiar sobre Gabriel García Márquez”,
que más bien se convirtió en una charla con los expedicionarios de la Ruta
Quetzal BBVA 2012 que se realiza en Colombia con apoyo de la Fundación BBVA
Bancomer, el hermano de “Gabo” dijo que esa enfermedad debería estar
comenzando ahora que tiene 85 años, no hace tiempo como fue; pero con todo
“todavía lo tenemos, podemos hablar con él con mucha alegría y con mucho
entusiasmo como siempre ha sido”.
Motivado
por las preguntas de 10 de los 225 expedicionarios, entre ellos los mexicanos
Susana Itzel Hernández Guerrero y Eduardo Jonatan Ricardo González, que
quisieron saber de su juventud y de su quehacer literario, Jaime García Márquez
dijo que la noticia sobre la salud de su hermano “por diferentes razones la
han tenido un poco tras bambalina, pero no se trata de que haya nada grave que
no se pueda saber, se trata simplemente de que es su vida y él siempre ha
procurado protegerla, siempre ha dicho que hay una vida pública y una vida
privada a la que no podemos entrar”.
Dijo
además que ese es el hecho real pero que desde hace algún tiempo hay muchos
comentarios, algunos muy fuertes y llenos de morbo y puso un ejemplo: “Dicen
que ya no puede hablar. A veces da la sensación de que quisieran que se
muriera, como si la muerte de él fuera una gran noticia. Lo que podemos pedir
es que eso no ocurra, que se demore mucho tiempo”.
Le
salió del corazón
En
el jardín del Museo de la Inquisición, donde los expedicionarios escucharon
atentos al hermano de “Gabo”, Milena Ferder Volonteri, la rutera
originaria de República Dominicana, movió las fibras más íntimas de Jaime; la
chica quiso saber cómo se sentía de ser el hermano del Premio Nobel; Jaime
aseguró que esa pregunta ya se la han hecho cientos de veces pero que hasta
ahora respondería con sinceridad.
“A
veces quisiera no ser hermano de él sino hablar con un poco más de libertad; a
veces siento que la gente piensa que para mí es una obsesión Gabriel García
Márquez, no es pero sí me gustaría que lo fuera… es una relación muy extraña,
me siento muy satisfecho, tengo una información que no me da placer pero la
tengo que contar porque ya no me puedo controlar”, contestó.
Entonces
Jaime García Márquez se sinceró y contó lo que le salía del corazón. Comentó
que casi todas las tardes “Gabo” le habla a Cartagena, se lo comunica la
secretaría, le llama porque necesita que alguien le refresque la memoria,
porque necesita mantener mente activa.
“A
mi me ha tocado esa misión, afortunada y a la vez muy dolorosa, a veces lloro,
porque siento que se me escapa de las manos pero tengo que asumirlo, lo asumo
porque si tengo el privilegio de hablar con él lo tengo que pagar de alguna
manera, lo pago con dolor y un dolor que al final me deja una satisfacción muy
grande”, confesó García Márquez.
Patricia
Rivera, monitora de apoyo y admiradora del autor de Cien años de soledad, no
pudo evitar el llanto, su gesto se torció y derramó un par de lágrimas. “Que
su hermano nos permita saber parte de la situación de salud en la que se
encuentra ‘Gabo’ pues es triste, sentí el dolor de su hermano y eso me conmovió
bastante”.
Ese
hermano que es tres años más joven que el Nobel, habló con los expedicionarios
de la infancia y la adolescencia de Grabriel García Márquez, de sus primeros
escritos, de su vida en Cartagena y de su obsesión por saber de la familia y
por hacer una literatura bien hecha. Habló también de los dos textos que, se
sabe, ha delineado el escritor o trabajado varias versiones, pero que no ha
querido publicar: La tigra y En agosto nos vemos.
Jaime
García Márquez, quien se desempeña como vicepresidente del Consejo de
Administración y director de Relaciones Institucionales de la Fundación
Nuevo Periodismo Iberoamericano, creada por Gabriel García Márquez, aseguró
que su hermano sigue siendo “un tipo alegre, contento, pregunta bastante y
siempre tiene una obsesión: ¿Cómo está la familia?”.