En esta columna, arranca con la parte familiar y de allí
se va los escenarios mundiales, nacional, la recesión mundial si no mejoran las
relaciones entre Estados Unidos y China.
Y hace recomendaciones sobre lo que sucederá con el
Distrito de Barranquilla. La inseguridad… “Una ciudad que es la tercera en
homicidios en el país, después de Cali y Medellín dista de ser la “capital de
Vida”. Seguridad, movilidad, desarrollo social y medio ambiente son tareas a
realizar, así como sanear las finanzas públicas…”
Revisemos… es nuestra propia vida y la de nuestras
familias.
Hay que estar atentos.
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Perspectivas 2020
Por Jairo Parada
Llegamos a este fin de año, en medio de nuestros logros,
dificultades, fallecimientos y enfermedades que afectan amigos y parientes, los
cuales forman parte del decurso de la vida.
Pero ante los escenarios mundiales y nacional, poco
importan nuestras historias personales.
Los síntomas de la economía mundial son preocupantes y
todos ellos vaticinan un lento crecimiento que se puede traducir en una
recesión mundial.
Una de las amenazas más serias es la disputa
chino-norteamericana, traducida en una guerra de aranceles que apenas se calmó
en una fase inicial, pero de la cual subsisten dudas en su desarrollo. En el
fondo, es la lucha por el predominio tecnológico, político y militar de las
superpotencias.

Nouriel Roubini, uno de los analistas más serios de estos
escenarios, al predecir la crisis de 2008, señala que la desarticulación de la
economía mundial del eje USA-China, generará fuertes trastornos.
Los movimientos conservadores siguen triunfando en el
mundo, en Europa y la Gran Bretaña, reafirmando los movimientos sociales que se
refugian en el nacionalismo y la xenofobia.
El viejo proteccionismo ha vuelto con fuerza y la Unión
Europea tiembla con estos fraccionamientos.
En un libro Zygmunt Bauman (La Globalización, 1999)
el autor presentía estas tendencias, pues este proceso no produciría la
felicidad para todos, sino “segregación, separación y marginación social
progresiva”. Los locales en el mundo globalizado pierden la partida, y el
concepto de “glocalización” se ha venido al traste. Los poderosos del capital
financiero pueden ser globales. Los pobres y clases medias empobrecidas quedan
reducidas al localismo. Las nociones de tiempo y espacio cambian y lo
urbano se trastorna según esta perspectiva.
De acuerdo a Roubini, Trump ha carecido de un manejo
estratégico de la disputa con China y ha cazado conflictos con la
multilateralidad mundial. Lo grave es que puede ser reelegido si los
demócratas no dan con un buen candidato.
En nuestro país nos consolamos con un crecimiento del
3,2%, el cual seguirá siendo el mismo en 2020, en medio de un creciente
desempleo que no afloja, con una informalidad agobiante. Pensar que somos
la maravilla de América Latina no nos salvará de dificultades.
El sector exportador no despega y el crecimiento se sigue
afincando en sectores terciarios y financieros.
La movilización social seguirá ante un gobierno autista.
El salario mínimo se ha podido incrementar a un 6.5% o
7%, pero por lo menos el gobierno se alejó de las propuestas gremiales en algo.
Hay que desconectar muchos precios del salario mínimo
pues eso le hace daño a la economía y al consumo de los hogares.
La región Caribe crece modestamente, afectada por el
resurgimiento del paramilitarismo y los grupos delincuenciales quienes le han
dado un golpe mortal al turismo en el Magdalena con el asesinato de los dos
ambientalistas.
En ese escenario, Barranquilla tiene que desarrollar una
estrategia de desarrollo social que disminuya la desigualdad, que no piense
solo en “embellecer la ciudad”, que impulse la cultura ciudadana cuya ausencia
llena de basuras los nuevos hitos de atracción de la
ciudad.
Una
ciudad que es la tercera en homicidios en el país, después de Cali y Medellín
dista de ser la “capital de Vida”.
Seguridad,
movilidad, desarrollo social y medio ambiente son tareas a realizar, así como
sanear las finanzas públicas.
Prudencia y éxitos en 2020.