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¿Por qué el dólar ha subido
tanto este año?
POR JORGE MONTAÑO ACOSTA
TWITTER: @JORMON26
La
subida del dólar es fiesta para unos, entre ellos los exportadores; pero para
otros es una desgracia, sobre todo para los importadores. Para los primeros es
bueno porque reciben más pesos por dólar, para los segundos es malo porque
deben pagar más pesos por lo que importan en mercancía o producto que traen del
exterior.

Desde
el año 2010 no se había tenido un alborozo para los primeros, período en el que
el dólar llegó a la cifra de los $2.044,23 Fue en el mes de enero de dicho año.
En el último día hábil de ese año la divisa estadounidense c erró en $1.989,88.
El 31 de diciembre finalizó en $1.913,98, cifra con la que abrió en el año
2011.
En 2012 arrancó en $1.942,70, sin embargo a lo largo del año fue bajando y para
el 2013 el dólar inició el nuevo año en $1.768,23, una cifra que nunca
esperaban los exportadores. Pero poco a poco ha ido repuntando este año y fue
así como hace poco llegó a la barrera de los $1.900. Durante la mitad del año,
en junio, sobrepasó esa barrera y se cotizó esta semana en $1.937,70. La
tercera semana del sexto mes del año cerró en $1.941,88.
Durante
los primeros seis meses de este año, el precio del dólar ha tenido un alza de
unos $170. ¿Qué ha sucedido para se haya disparado? Son varias las razones,
pero primero es bueno recordar que a raíz de la crisis hipotecaria en el 2008
en los Estados Unidos, que en el 2009 y 2010 se trasladó a muchos países de la
Unión Europea, el comportamiento de la divisa genera alegría para unos y
desdicha para otros.
El
Gobierno de Estados Unidos, que es el único que puede darse ese lujo, empezó a
imprimir billetes para darle liquidez al mercado e inyectarle dinero al sistema
financiero con el fin de que se recuperaran de las grandes pérdidas. Todo esto
incidió en que hubiera excedentes de dólares en el mundo, más cuando esta
divisa es un producto de oferta y demanda, y es la moneda patrón internacional
de negociación. Cuando hubo exceso de dólares, éste perdió valor al existir mucha
oferta, produciendo un fenómeno de revaluación en todos los países, a lo cual
no escapó Colombia, cuyo peso se fortaleció más. Eso provocó que el precio de
esta moneda se viniera en picada y se llegó a cotizar cerca a los $1.700.
Y
ahora cuando desde comienzos de este año, Estados Unidos empezó a mostrar
niveles de recuperación económica y los indicadores mostraran que era posible
que el Gobierno desmontara ese incentivo de imprimir billetes, provocó la
reacción de la divisa en cuanto a un mejor precio en el mercado. No sólo dejó
de imprimir, sino que decidió recoger parte de ese circulante que estaba en el
mercado.
Esta
semana, el señor Ben Bernanke, quien es el director de la Reserva Federal de
Estados Unidos (algo parecido al Banco de la República en Colombia) anunció que
la economía del país del norte empezaba a mostrar mejores comportamientos y
unos indicadores positivos de crecimiento y por lo tanto creían que hacia
finales de 2013, el incentivo que se adoptó hace cinco años se empezaría a
recortar. No ha dicho cuándo y cuánto, pero el solo hecho de la noticia hace
que los mercados se anticipen al futuro. O sea que el mercado descuenta hoy lo
que aún no ha sucedido, pero que cree pueda ocurrir mañana.
Como
se anuncia que habrá una menor cantidad de dólares en los mercados mundiales,
el dólar empieza a subir al existir menos oferta. Se fortaleció frente a todas
las monedas del mundo que tienen el sistema de flotación libre, caso de
Colombia, Chile, Perú; contrario a lo que sucede en Venezuela, Argentina y
China, donde el precio de la moneda es fijada por el Gobierno de cada país, no por
el mercado.
Mientras
en Colombia una persona tiene que pagar $1.941 para comprar un dólar, en Europa
la divisa se fortaleció también y fue así como antes costaba 1,37 euros comprar
un dólar, cerró la semana en 1,31. O sea que todas las monedas mundiales se
devaluaron y cayeron sumidas ante su majestad el dólar.
El
analista económico, empresario y académico Joseph Daccarett, sostiene que el
Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, en un golpe de suerte le ha tocado que
el precio del dólar se haya subido este año. “Esto no es obra del Ministro, ni
de las políticas internas de Colombia, aunque pueden haber influido en apenas
un 10%. El verdadero fenómeno lo producen los mercados mundiales”, añade.
Mientras
China y los que integran la Unión Europea muestran economías débiles, Estados
Unidos emerge como el ave fénix, saliendo del hueco en que ha estado muchos
años atrás, y comienza a recuperarse económicamente. O sea que habrá menos
dólares con el fortalecimiento de Estados Unidos. Todo este coctel producirá
menos ingresos en Colombia al tener menos demanda las materias primas y una
menor oferta de dólares, en vista que todos regresan a Estados Unidos a comprar
inversiones en este país. Toda esta enorme demanda de dólares en el mundo
entero genera una presión sobre la moneda, donde la demanda se sobrepone a la
oferta y produce todo el fenómeno que se está observando: la subida.
Daccarett
advierte que de seguir galopando el dólar hasta llegar a la cifra otra vez
récord de los $2.000, vendría un ajuste general de precios en los alimentos
para que repongan un poco de las pérdidas tan grandes a la industria y
comerciantes. Colombia es un país fuerte en importaciones con 70 mil millones
de dólares y muchos productos colombianos tienen un componente extranjero y
allí lo impacta el dólar.
“Es
imposible que un aumento del 12% que ha tenido este año el dólar en cuestión de
40 días, pueda ser absorbido por la industria colombiana, cuando se trabaja con
unos márgenes de rentabilidad que no superan el 5% o máximo 6%”, destaca.
El
Gobierno se la juega con la palabra recesión y de esta manera los empresarios
tengan miedo de subir precio y perder mercado. Esta situación les aconsejaría
no subir los precios de productos. Aunque se pueden dejar de traer muchos
productos importados ya que nadie compra a peso y vende a 90 centavos.
La
economía es como la cocina, hay que saber el punto exacto cuando apaga el
fogón. Si deja la candela más allá, se quema la carne, y si la apaga antes le
puede quedar cruda. O sea que el Ministro de Hacienda debe tener un olfato para
saber cuál es el punto exacto para poner a marchar bien la economía y cuando no
debe hacerlo, para no favorecer a unos sectores que exportan y a su vez se
perjudiquen otros, generando brotes inflacionarios que afecten a los millones
de colombianos.
El
también economista y docente Jairo Parada sostiene que aunque el Gobierno
reclama en esta subida al éxito de las políticas económicas internas, lo que
realmente pasa es que esto se debe a un fenómeno externo.
“Por
un lado está el debilitamiento europeo, que sigue sin crecer y con estancamiento,
China ha frenado su crecimiento, la economía de Estados Unidos se recupera y la
Reserva Federal ha dado a conocer una señal de que no seguirá con su política
laxa de oferta monetaria. Cuando eso pasa, usualmente se espera que los
inversionistas se muevan a una divisa que inspira confianza como es el dólar.
En ese sentido los mercados internacionales de capitales leen esta señal y
prefieren tomar posiciones en el mercado en dólares”, explicó.
De
acuerdo con Parada nadie sabe que pueda pasar hacia el futuro, sobre todo
porque todo es inestable, en últimas todo va a depender de lo que haga la
Reserva Federal de Estados Unidos en los próximos meses y ello dependerá de lo
que suceda con el comportamiento de la economía estadounidense.
El
Banco de la República ha tenido que salir a comprar dólares y según Carlos
Gustavo Cano, uno de sus codirectores, se han adquirido más de 4.000 millones
de dólares, una de las cifras más altas en toda la historia del Emisor, con el
fin de que la divisa tenga un mejor comportamiento para favorecer la actividad
exportadora.
“Yo
estoy contento con ese programa de compra de dólares. Hace un año el peso
colombiano era el más revaluado de la región y del mundo. Hoy en día no se
puede hablar de eso. Ahora el peso es el más devaluado de la región y eso está
bien porque hay que corregir el desalineamiento de la tasa de cambio con
relación a lo que debe ser el equilibrio. Y la intervención del Emisor ha sido
eficaz en ese sentido. Pero no se puede pensar que solo la intervención
cambiaria puede tener en su manos el secreto para corregir esa desalineación,
hay que tener disciplina fiscal y otras herramientas en el maletín para
aplicarlas”, concluyó.