Evitar que la inflación nos mate los sueños.
Esa es la apuesta.
«La clave está en que los bancos centrales
actúen con prontitud y determinación antes de que la inflación se afiance»,
manifestó Agustín Carstens, Director General del BPI. «Si arraigase, los costes
de reconducirla y controlarla serían mayores. Las ventajas de salvaguardar la
estabilidad para hogares y empresas superan a más largo plazo cualquier coste
en que se incurra a corto plazo…
Hay que actuar…
®rada®luisemilioradaconrado
@radareconomico1
https://radareconomicointernacional.blogspot.com/
La
elevada inflación exige medidas oportunas y decididas de los bancos centrales
(BPI), Banco de Pagos Internacionales
• Restaurar un nivel de inflación bajo y estable exige de los bancos
centrales medidas oportunas y decididas, limitando su impacto sobre el
crecimiento y salvaguardando la estabilidad financiera.
• El riesgo de estanflación se cierne sobre la economía mundial: a la
amenaza de una nueva era de inflación se suman perspectivas de menor
crecimiento y más vulnerabilidades financieras.
• Los responsables de formular políticas deben insistir en reformas que
sostengan el crecimiento a largo plazo y que sienten las bases para ir
normalizando los entornos de las políticas fiscal y monetaria.
En su emblemático informe económico el Banco de Pagos Internacionales
(BPI) afirmó que la economía mundial corría el riesgo de entrar en una nueva
era de alta inflación.
Se destaca el peligro de estanflación, ya que las persistentes
interrupciones por la pandemia, la guerra en Ucrania, el fuerte encarecimiento
de las materias primas y las vulnerabilidades financieras ensombrecen las
perspectivas.
Según el Informe Económico Anual de 2022 del BPI, la prioridad es que los
bancos centrales restauren un nivel bajo y estable de inflación. Al hacerlo,
habrán de procurar minimizar el impacto en la actividad económica,
salvaguardando con ello la estabilidad financiera. Si diseñar un aterrizaje
suave de este tipo ya fue difícil en el pasado, las condiciones de partida
actuales lo convierten en todo un reto, apuntó el BPI.
El BPI señaló que es improbable que la estanflación de la década de 1970
se repita, algo que habría que agradecer a los marcos macroprudenciales y a las
mejoras en la política monetaria, así como a la menor dependencia energética,
pero advirtió que el entorno actual de vulnerabilidades 2/2 financieras
(elevado endeudamiento y activos sobrevalorados) podría amplificar cualquier
desaceleración.
«La clave está en que los bancos centrales actúen con prontitud y
determinación antes de que la inflación se afiance», manifestó Agustín
Carstens, Director General del BPI. «Si arraigase, los costes de reconducirla y
controlarla serían mayores. Las ventajas de salvaguardar la estabilidad para
hogares y empresas superan a más largo plazo cualquier coste en que se incurra
a corto plazo».

El Informe profundiza en el proceso inflacionario para esclarecer el
mecanismo por el cual, en ciertas condiciones, las alzas de precios en bienes y
servicios específicos pueden acabar mutando en una inflación persistentemente
mayor y generalizada. El análisis del BPI muestra que, en entornos de alta
inflación, el encarecimiento de componentes específicos como alimentación o
carburantes tiende a ejercer un efecto mayor y más persistente en la inflación
general que cuando la inflación es baja. Durante la transición de un régimen de
inflación baja a otro de inflación alta las presiones inflacionarias tienden a
realimentarse de manera autónoma conforme los cambios en precios específicos
empiezan a cobrar mayor importancia en el comportamiento de las personas.
«El desafío a corto plazo de garantizar una inflación baja coexiste con el
reto, largo tiempo sostenido, de reponer márgenes de seguridad para el futuro
en las políticas macroeconómicas», indicó Claudio Borio, Director del
Departamento Monetario y Económico. «Las presiones sobre la política fiscal van
a más. Esto complica la tarea de la política monetaria y realza la importancia
de acometer reformas que sostengan el crecimiento a largo plazo».
El Informe también examina:
• El impacto de la actual subida de precios de materias primas comparado
con la década de 1970
• Los factores que determinan aterrizajes forzosos y suaves tras
endurecerse la política monetaria
• Los mecanismos de propagación entre sectores de cambios en los precios
• Los efectos que tendrían tipos de interés más altos en el crecimiento y
en los precios de activos
Nota a los editores El análisis del Informe cubre el período hasta el 30
de mayo de 2022. El 21 de junio se publicó por separado un capítulo monográfico
dedicado a «El futuro sistema monetario».
El Informe Anual del BPI, también publicado hoy, destaca las medidas
adoptadas por el BPI en el marco de su estrategia de «Innovación 2025» y ante
los desafíos que afrontan los bancos centrales: los efectos de la pandemia de
Covid-19, una inflación superior a la esperada y el impacto de la guerra en
Ucrania.
Erika
CONTRERAS
Communications
Specialist - Media and Public Relations- Americas Communications
Telephone:
+41 61 280 8510-Mobile:
+41 76 350 8510