sábado, 9 de mayo de 2015

Distrito de Barranquilla, gana millonario pleito a Ciledco y Coolechera



Así como van las cosas, a los señores de Ciledco y Coolechera les tocará pagarle un dinero pendiente al Distrito de Barranquilla.
Se tramitó una demanda que esta semana aceptó el Tribunal Administrativo del Atlántico: Las dos empresas deberán cancelar la deuda pendiente que tienen con el Distrito por concepto de Impuesto de Industria y Comercio…

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Distrito de Barranquilla, gana millonario pleito a Ciledco y Coolechera

El Tribunal Administrativo del Atlántico profirió un fallo el 6 de abril del presente año en el que resuelve que las empresas Ciledco y Coolechera deben  pagarle al  Distrito de Barranquilla unas deudas por concepto de Impuesto de Industria y Comercio.
Se trata de un proceso de nulidad y restablecimiento del derecho presentado por la Cooperativa Industrial Lechera de Colombia, Ciledco, y la Cooperativa de Productores de leche de la Costa Ltda., Coolechera, contra la secretaría de Hacienda distrital,  en el que pedían la nulidad de la liquidación de dicho impuesto, que se ordenara el silencio administrativo positivo y consecuentemente el archivo de expediente.
Las empresas argumentaron que ejecutan una actividad agrícola primaria, pues la pasteurización que se realiza corresponde a actividades de conservación y aprovechamiento del producto y no equivale a una “transformación de sus elementos naturales”.
Sostienen los demandantes que a la luz de la legislación nacional y territorial,  “la actividad agrícola primaria se encuentra excluida del impuesto de Industria y Comercio”.

Polémica por artículo del Plan Nacional de Desarrollo que beneficiaría a Hotel El Prado



Los señores de Cotelco no están de acuerdo que se rescate el Hotel El Prado con la estrategia que presentó el gobierno a través del Plan Nacional de Desarrollo.
Hablan de crisis y de inconstitucionalidad…

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Polémica por artículo del Plan Nacional de Desarrollo que beneficiaría a Hotel El Prado

Al tiempo que Cotelco expresó su "categórico rechazo" por el artículo aprobado en el Plan Nacional de Desarrollo (PND) que permitirá la creación de un fondo cuenta para que el Gobierno nacional asuma el pasivo laboral de hoteles como El Prado de Barranquilla, el gremio hotelero aseguró que esta figura es "inconstitucional".
El artículo 15 del PND establece la destinación de recursos parafiscales del Fondo Nacional de Turismo (Fontur), para atender los pasivos pensionales y laborales en el sector hotelero y beneficiaría directamente al hotel barranquillero, para el cual se busca un nuevo operador a través de una invitación abierta por Fontur.

Al asumir el Gobierno el pasivo laboral del hotel, calculado en unos $6 mil millones, este negocio sería más atractivo para las firmas hoteleras que están interesadas en la concesión.
"La miopía del Gobierno frente al turismo nos va a llevar a una crisis. Es increíble que los recursos que se tienen para la competitividad del sector se vean ahora congelados para pagar una deuda que es responsabilidad del Estado y no de los empresarios. No entendemos para qué se nos propone hacer un plan de incentivos para el turismo cuando se toman determinaciones como esta", aseguró Gustavo Adolfo Toro, presidente de Cotelco.

Noticias del puerto, por César Lorduy



El Puerto y los comentarios de César Lorduy…

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Noticias del puerto
“Los malos momentos dejan de parecernos tan malos cuando empezamos a reconocer que nos dejaron lecciones muy buenas”.

Algo similar a esa frase ha sucedido con el puerto de Barranquilla, entendiendo como tal todas las terminales ubicadas, en su mayoría, sobre la ribera occidental del río Magdalena y las operaciones desarrolladas en sus últimos 27 kilómetros.
El 11 de mayo de 2011 el puerto amaneció cerrado por culpa del último encallamiento que hemos tenido, con la amenaza de recibir, por primera vez, una estrella negra de la OMI, que lo hubiera dejado por fuera de los mercados internacionales; sin batimetría, porque el contrato que tenía Cormagdalena con Uninorte se demoraba más en su legalización que en su ejecución, y sin dragado, pero con una discusión acerca del levantamiento de banderas para que operaran dragas extranjeras.
Las lecciones buenas que nos dejaron esos malos momentos ayudaron a valorar la importancia de apoyar la llegada de nuestros coterráneos a la dirección de organismos que tienen responsabilidad sobre el mayor activo de la ciudad.
Desde esa época para acá Carlos Rosado llegó a Invías; Augusto García a Cormagdalena; Ernesto Durán, que es casi de Barranquilla, a la Dimar; Armando De Lisa, a buena hora y afortunadamente, llega como capitán de Puerto y, para completar el escenario, Elsa Noguera tomó las riendas de la Alcaldía. Todo esto, en unión a la nueva Ley de Distritos y al nuevo Plan de Ordenamiento Territorial, ha hecho resurgir en la ciudad un sentido de pertenencia por el río y a reconocer que sin el puerto no somos nada.
Como resultado de lo anterior, sumado el apoyo de Asoportuaria, no volvieron a presentarse encallamientos; el puerto no ha estado en peligro de cierre; las batimetrías se hacen de manera oportuna; el canal navegable ha conservado una profundidad estable como consecuencia de los dragados efectuados; instalaron 28 boyas y 8 faros, al punto de tener el puerto una de las mejores señalizaciones del mundo; opera de manera eficiente un comité permanente de seguridad, y hemos pasado de 1.367 motonaves arribadas en 2013 a 1.483 en 2014. Ya van 468 en 2015.
En los próximos días contaremos con 2 remolcadores adicionales a los 3 existentes, y un acto administrativo regulará, entre otras actividades, el tráfico marítimo y fluvial para garantizar un orden de prioridades en las movilizaciones, ingresos y zarpes de naves a través de una programación de maniobras que será publicada a diario.
En 2016 tendremos un gran Centro de Control de Tráfico y Vigilancia Marítima y Fluvial bajo el control de la Capitanía de Puerto de Barranquilla (Dimar), único en Colombia, desde el cual se ejercerá un completo monitoreo, con sistemas de vigilancia de alta tecnología, sobre los primeros 22 kilómetros del río y toda la costa del departamento del Atlántico.
Para rematar, de acuerdo con el contrato que tiene como objeto recuperar la navegabilidad por el Magdalena, nuestro canal navegable tendrá una profundidad garantizada de 12,19 metros del kilómetro 0 al 2 y desde este hasta el 22 (Puente Pumarejo) en 11,43 metros.

Nos falta mucho, pero el esfuerzo que la ciudad-puerto hizo para rechazar el fondeo demuestra que juntos todo lo podemos, y vamos por más.

Industria manufacturera y tasa de cambio, por Roberto Junguito



La tasa de cambio. La revaluación, la devaluación, el futuro de la industria manufacturera colombiana, analizados por Roberto Junguito, en esta columna del diario La República.

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Industria manufacturera y tasa de cambio
Roberto Junguito

En Colombia existe la percepción generalizada que la revaluación o apreciación de la tasa de cambio de los últimos años fue uno de los principales factores que explica el lento crecimiento que ha registrado la industria manufacturera de nuestro país. Al respecto, cabe resaltar que mientras la tasa anual real de crecimiento del Producto Interno Bruto entre 2008 y 2014 alcanzó más del 4%, la tasa de crecimiento de la industria manufacturera lo hizo en menos de un 1% anual. Como resultado de ello, se ha registrado un desplome en la participación de la industria manufacturera en el Producto Interno Bruto, la cual ha pasado de un 14%  a menos de 11% en dicho lapso.  En ese sentido, la expectativa de los analistas económicos, de los industriales y del mismo Gobierno es que la devaluación ocurrida desde 2014 y que en el último año ha alcanzado más del veinte por ciento, en un ambiente de baja inflación, sería un estímulo para la recuperación o reactivación del crecimiento industrial. 
Los resultados de un artículo* recientemente publicado por el Fondo Monetario Internacional sugeriría que este muy probablemente no será el caso. El estudio analizó en detalle lo sucedido con las empresas manufactureras  colombianas desde el año 2000. Encuentra que si bien es cierto que las empresas intensivas o especializadas en exportaciones registraron menores utilidades durante el período 2000-2012 en razón de la revaluación, no se encontró  evidencia importante que la revaluación hubiese afectado negativamente la rentabilidad de las empresas manufactureras y, más bien, por el contrario, se identificó  que la apreciación real pudo haber aumentado la rentabilidad de las empresas al reducir el costo de los insumos importados, toda vez que en Colombia las empresas manufactureras se han venido orientando hacia la venta de sus productos en el mercado interno. En ese período de más de una década, de otra parte, surgieron factores estructurales no relacionados con la tasa de cambio como lo ha sido la caída del comercio y en consecuencia de las exportaciones de manufacturas a Venezuela y  las importaciones de la China los que parecen explicar, más bien, el debilitamiento de la industria manufacturera colombiana registrado desde 2008.
La realidad es que en 2014,  un año en que la tasa de cambio se comenzó a depreciar en términos reales, mientras la economía registró un crecimiento de 4,6%, la industria manufacturera registró un crecimiento de tan solo 0,2%. Esto tampoco está sucediendo en el año en curso. La encuesta manufacturera de la Andi señala que la producción industrial cayó 2,7% en el primer bimestre de 2015, al tiempo que las ventas lo hicieron en 3,1%, no obstante que la tasa de cambio real se viene depreciando en términos reales, lo que se esperaba fuese un incentivo para sustituir importaciones y estimular la exportación de manufacturas. Estos resultados deben abrir los ojos del Gobierno Nacional y de la Andi. La devaluación de la tasa real de cambio no va a ser el factor o la variable clave que contribuya a la recuperación de la actividad manufacturera nacional. 
Otros factores de tipo estructural que tradicionalmente han reducido la competitividad de la industria manufacturera colombiana incluyen los altos costos laborales, la mala infraestructura del país y las altas tasas de tributación a las empresas. En la solución de dichas barreras, en el cambio tecnológico y en una mayor productividad se deben fundamentar las políticas para promover el crecimiento de  la industria manufacturera nacional.