La
tasa de cambio. La revaluación, la devaluación, el futuro de la industria
manufacturera colombiana, analizados por Roberto Junguito, en esta columna del
diario La República.
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Industria
manufacturera y tasa de cambio
Roberto Junguito
En Colombia existe la
percepción generalizada que la revaluación o apreciación de la tasa de cambio
de los últimos años fue uno de los principales factores que explica el lento
crecimiento que ha registrado la industria manufacturera de nuestro país. Al
respecto, cabe resaltar que mientras la tasa anual real de crecimiento del
Producto Interno Bruto entre 2008 y 2014 alcanzó más del 4%, la tasa de
crecimiento de la industria manufacturera lo hizo en menos de un 1% anual. Como
resultado de ello, se ha registrado un desplome en la participación de la
industria manufacturera en el Producto Interno Bruto, la cual ha pasado de un
14% a menos de 11% en dicho lapso. En ese sentido, la expectativa
de los analistas económicos, de los industriales y del mismo Gobierno es que la
devaluación ocurrida desde 2014 y que en el último año ha alcanzado más del
veinte por ciento, en un ambiente de baja inflación, sería un estímulo para la
recuperación o reactivación del crecimiento industrial.
Los resultados de un artículo*
recientemente publicado por el Fondo Monetario Internacional sugeriría que este
muy probablemente no será el caso. El estudio analizó en detalle lo sucedido
con las empresas manufactureras colombianas desde el año 2000. Encuentra
que si bien es cierto que las empresas intensivas o especializadas en
exportaciones registraron menores utilidades durante el período 2000-2012 en
razón de la revaluación, no se encontró evidencia importante que la
revaluación hubiese afectado negativamente la rentabilidad de las empresas
manufactureras y, más bien, por el contrario, se identificó que la
apreciación real pudo haber aumentado la rentabilidad de las empresas al
reducir el costo de los insumos importados, toda vez que en Colombia las
empresas manufactureras se han venido orientando hacia la venta de sus
productos en el mercado interno. En ese período de más de una década, de otra
parte, surgieron factores estructurales no relacionados con la tasa de cambio
como lo ha sido la caída del comercio y en consecuencia de las exportaciones de
manufacturas a Venezuela y las importaciones de la China los que parecen
explicar, más bien, el debilitamiento de la industria manufacturera colombiana
registrado desde 2008.
La realidad es que en 2014,
un año en que la tasa de cambio se comenzó a depreciar en términos
reales, mientras la economía registró un crecimiento de 4,6%, la industria
manufacturera registró un crecimiento de tan solo 0,2%. Esto tampoco está
sucediendo en el año en curso. La encuesta manufacturera de la Andi señala que
la producción industrial cayó 2,7% en el primer bimestre de 2015, al tiempo que
las ventas lo hicieron en 3,1%, no obstante que la tasa de cambio real se viene
depreciando en términos reales, lo que se esperaba fuese un incentivo para
sustituir importaciones y estimular la exportación de manufacturas. Estos
resultados deben abrir los ojos del Gobierno Nacional y de la Andi. La
devaluación de la tasa real de cambio no va a ser el factor o la variable clave
que contribuya a la recuperación de la actividad manufacturera nacional.
Otros
factores de tipo estructural que tradicionalmente han reducido la
competitividad de la industria manufacturera colombiana incluyen los altos
costos laborales, la mala infraestructura del país y las altas tasas de
tributación a las empresas. En la solución de dichas barreras, en el cambio tecnológico
y en una mayor productividad se deben fundamentar las políticas para promover
el crecimiento de la industria manufacturera nacional.
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