Las tasas bajas beneficiarán a Colombia.
Es lo que dicen los expertos: “la economía mundial de los
próximos años se caracterizará por una lenta recuperación, baja inflación y,
sobre todo, tipos de 0% o incluso negativos”.
Pero no hay que confiarse, porque
los que saben también anotan:
“No obstante, como resaltan los expertos, esta situación, que en principio
beneficia al país, puede convertirse también en un riesgo”.
El mundo es un negocio. Ganan los que saben jugarlo.
RADAR,luisemilioradaconrado
Colombia, beneficiada por bajas tasas de interés
Los bancos centrales mantendrán sus tipos en 0% hasta 2023 o 2024, lo que hace más atractivo el país, pero también genera retos.
El reciente anuncio de la Reserva
Federal de EE.UU., en el que aseguró que mantendrá su tasa de interés en 0% al
menos hasta 2023, llegó para confirmar lo que muchos esperaban: la economía
mundial de los próximos años se caracterizará por una lenta recuperación, baja
inflación y, sobre todo, tipos de 0% o incluso negativos.
Y es que esta situación,
denominada como la ‘japonización’ de la economía, se ve reflejada en los
grandes emisores. La Fed tendrá sus tasas entre 0% y 0,25% hasta finales de 2023
o 2024, mientras que el Banco Central Europeo tiene su indicador principal en
0% y el de depósitos en -0,5%, el Banco de Inglaterra las mantuvo en 0,1% y se
plantea llevarlas a negativo en caso de un ‘Brexit duro’, y el Banco de Japón
lleva años con su indicador en -0,1%.
Ante esto, la pregunta es qué
implicaciones tiene esta situación para economías como la de Colombia, y lo
cierto es que aunque la situación abre grandes oportunidades para el país,
también pone ante sí importantes desafíos.
El principal beneficio es que las tasas bajas en las principales economías del
mundo pone a países como Colombia en el mapa, y les otorga un mayor atractivo
para la llegada de capitales.
Como explica José Ignacio López, jefe de Investigaciones Económicas de
Corficolombiana, “ahora que estamos frente a un periodo prolongado de tasas
bajas, eso tiene implicaciones importantes en los mercados, y para países como
Colombia fue generar que los inversionistas tendrán que buscar cómo
diversificar sus portafolios, buscar retornos mayores en países
emergentes como el nuestro, y eso si bien no asegura como tal un flujo de
recursos, sí incrementa el interés de invertir en TES, bonos o acciones. Es
decir, llegarán más recursos globales”.
Esto se traduce en un beneficio importante, sobre todo en época de pandemia,
pues significa que Colombia podrá financiarse de una forma más barata.
Según Camilo Pérez, gerente de estudios económicos de Banco de Bogotá, “mientras que un inversionista antes lograba un 2% en Alemania, hoy ese país tiene tipos negativos, por lo que se tienen que buscar países más riesgosos como Colombia para tener esa misma rentabilidad, y esto para nosotros es menor costo de financiamiento. A principio de siglo, el país pagaba 12% en pesos y 8% en dólares; ahora eso es 7% y 4% respectivamente, es un descenso importante, y con este panorama de tasas podría ser más bajo”.
No obstante, como resaltan los expertos, esta situación, que en principio
beneficia al país, puede convertirse también en un riesgo.
El primer reto, según Pérez, es que esta toma de riesgo puede desembocar en
burbujas o en preocupaciones por los precios de los activos, como se ha visto
con algunos mercados. También, en un caso extremo, a una crisis financiera.
Pero no es el único desafío. Otro relacionado con el anterior es que los
mercados de la región se vean envueltos en una mayor volatilidad, “pues estas
inversiones no son estructurales, sino que entran y salen y eso podría crear
grandes cambios durante los próximos años”, apunta López.
Y el experto de Corficolombiana resalta otro riesgo del país, y es que el bajo
costo de la financiación desincentive a Colombia de realizar reformas
estructurales y generar mayores desórdenes fiscales en medio de la
recuperación, o que impulse proyectos menos productivos.
En twitter: @rlopezper
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