Con él tuve una relación muy respetuosa y amigable.
Paz en su tumba.
Un abrazo para su familia.
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Pd: La Cháchara lo registra
Por Rafael Sarmiento Coley /Fotos archivo Jairo Buitrago.
Roger Araújo Ensuncho, quien falleció
este martes en Barranquilla a los 72 años de edad, fue una de las
estrellas de la radio deportiva colombiana en la época más destacada de
este medio de comunicación, cuando, inclusive, se imponía a la
incipiente televisión.
Roger nació en Sincelejo, pero al año
sus padres retornaron a Barranquilla, en donde tenían su residencia
permanente. Su mamá, aunque nació en Sampués (Sucre), siempre vivió en
Baranquilla.
Araújo Ensuncho contrajo matrimonio con
la barranquillera Judith Mazilli, la querida ‘Coqui’, con quien tuvo
cuatro hijos, uno antes del matrimonio y tres con ‘Coqui’: Ana Paola,
Alexandra y Roger Jr.
El sepelio será este miércoles 13 de mayo a las cuatro de la tarde en Jardines de los Olivos, en la Vía al Mar.
La voz de Araújo Ensuncho era brillante,
nítida, neutra y con matices. Comenzó muy joven en Medellín, en una
emisora independiente. Pero su escuela radial fuerte fue en el Circuito
Todelar de Colombia, sede Barranquilla, que contaba en ese entonces
(años 1960) con dos emisoras, Riomar y Emisoras ABC.
Sus primeros pasos como narrador los dio
en un evento que se inventó el propietario de las emisoras de Todelar
en Barranquilla, Leonidas Otálora Gómez, ‘La Vuelta a Colombia para
Niños’. Esta ‘Vuelta Infantil’ se realizaba en los alrededores del
parque Tomas Suri Salcedo y Roger las narraba con todas las de la ley a
bordo del transmovil que tenía Todelar en la Costa.
De esa experiencia juvenil en la radio le quedaron amigos y colegas
para toda la vida como Gustavo Castillo García, Sergio Ramirez, Jairo
Pava, Rafael Sarmiento Coley, José Cervantes Angulo, y su primer
director de transmisiones, Álvaro Ruiz Hernández, todo un maestro para
aquella cochada de primíparos. Un inolvidable maestro de todos también
lo fue el desaparecido Leonidas Otálora.
El sepelio de esta consagrada figura de
la radio deportiva del país será en Funeraria Los Olivos. No se ha
fijado hora y día debido a que uno de sus hijos vive en el exterior y se
está a la esperada de su llegada.
Luego de aquella grata experiencia en
Todelar, Roger Araújo se convirtió en una de las principales voces de la
radio deportiva colombiana.
Anécdotas con Roger
Por esas gratas circunstancias de la
vida, nos correspondió laborar al lado de Roger en dos ocasiones: cuando
comenzaba en Todelar, y cuando ya era estrella que lo contrató RCN para
Barranquilla. Nunca perdió su sencillez. Siempre fue el amigo leal, el
compañero solidario. Nos quedan de él los mejores recuerdos de nuestro
paso por la radio colombiana, especialmente en eventos como Vueltas a la
Costa, Vueltas a Colombia y Juegos Centroamericanos y del Caribe de
Medellín. En esos Juegos también se fogueó el hoy Concejal de
Barranquilla Lao Herrera, coequipero de Roger en narraciones de fútbol, y
del difunto Marcos Pérez Caicedo.
En esa época teníamos una columna en el
desaparecido Diario del Caribe denominada ‘El Rincón del Búho’. Y Roger
nos decía en sus transmisiones, “Y ahora con ustedes ‘El Búho’ Rafael
Sarmiento Coley”.
Su momento cumbre y de consagración como
narrador deportivo fue con ocasión del Mundial de Alemania 1974.
Sobresalió a todas las estrellas que lo rodeaban. Se destacó tanto, que
lo consagraron como “El Mundialista Roger Araújo”.
Por considerarlo de apreciable valor,
este portal reproduce la recopilación de Raúl Fernando Maya Aguirre
[raulfernandomaya@gmail.com]: Otro personaje de la radio en Colombia
desfila por esta sección. Como casi todas las estrellas, pasó por esta
región. El invitado es Roger Araújo presentado por Giovanni García
(G.G.) y Óscar Restrepo (O.R.).
Roger, goles largos
G.G. Hablar de Roger es hablar en primer
lugar de la voz radiofónica más bien manejada de Colombia: Casi nunca
subió su volumen pero al aire, siempre pareció fuerte y sonora. Su voz y
su narración alegre, rápida y goles largos en el remate lo hicieron
brillar desde que comenzó en finales de los 60 y comienzos de los 70.
Era la alternativa de Édgar Perea que brillaba en Todelar. Roger en
Caracol Barranquilla era voz mientras Perea era controversia.
Ambos muy rápidos pero con estilos
diferentes. El maestro de escuela chocoano triunfaba por algo que no
tenía Roger, polémica y comentario. Roger apenas narraba y siempre fue
él mismo. Su consagración definitiva sería en el Mundial de Alemania en
1974 junto a Armando Moncada Campuzano. Recuerdo que mientras yo estaba
estudiando ingeniería industrial en la incipiente Universidad
Federalista, arriba en Robledo, escuchaba todas las mañanas y por ratos
con un pequeño transistor todo el Mundial a Armando haciendo el relato
en unos partidos y Roger de comercial y en otros a la inversa.
Todo un compacto de alegría y emoción
aplacadas por Hernán Peláez que era el único comentarista del torneo
enviado por la cadena. Y fue el primer mundial en directo con
trasmisiones satélites y sonidos limpios que recibió Colombia, gracias a
la primera ¡exclusividad! radial que obtuvo la cadena de don Fernando
Londoño y Alfonso López Michelsen por aquella época. Caracol fue pionera
de las trasmisiones mundialistas y Roger fue el primero en contarlo
desde Alemania 74 en vivo y en directo.
Ensuncho, apellido
O.R. Araujo Ensuncho, así se presentó en
una aula de la Universidad de Antioquia, uno de los más increíbles
personajes de la radio colombiana. Yo no lo tomé en serio cuando me dio a
conocer los apellidos, pensaba que era Araújo, su primer nombre. Pero
no. Eran sus apellidos, su nombre Roger. Nunca pudo terminar la carrera
de Comunicación que inició en esa época.
Era un narrador en ciernes, pero con
aspiraciones políticas, sociales, con enorme conciencia de las
dificultades del país, y de lo que deberían hacer los medios y los
periodistas para tratar de resolver los asuntos que 30 años después
siguen siendo los mismos para dolor de Roger y todos los que soñamos que
hay que aspirar a un mejor país, más justo, con más compromiso con toda
la gente desvalida.
Roger era un líder natural en aquella
época. Pero esas ideas las fue cubriendo con su afición al micrófono.
Primero en Medellín, luego en Cali, más tarde en Bogota, y luego una o
dos vueltas a Colombia más. La inestabilidad lo mató. Roger nunca se
pudo acomodar a una plaza sólida. Su entorno real era Barranquilla, pero
le dio tantas rondas a sus aspiraciones que terminó sin saber para
donde quería marchar.
Triunfador de jornadas
G.G. A Roger hay que abonarle siempre el
relato deportivo; nunca leyó noticias generales, ni presentó discos
excepto en Barranquilla en sus comienzos, ni hizo programas deportivos
con polémicas, ni se vio en otras actividades propias de los locutores
de la época como maestros de ceremonia en eventos musicales o en
programas de televisión.
Siempre hizo radio y se le encuadró en
el ámbito deportivo, aunque escasamente en fútbol y algo en ciclismo. Su
voz la pudo proyectar lejos en cualquier campo pero se limitó como buen
costeño a la fácil, o sea, a hacer fútbol y brillar en este deporte.
Fue un gran suceso en Caracol hasta que en comienzos de 1978 se va Perea
a Caracol, allí tiene que crear una doble transmisión para no relegar
al barranquillero, propio de la tierra.
Perea es el boom por todo lo que
políticamente ya representaba en la capital currambera, pero Roger era
el hijo de la tierra. Y Caracol los mantiene algunos años con doble
transmisión, hasta que Roger siempre perdedor ante Perea decide salir y
buscarse rumbos en el interior.
Por Bogotá y Medellín estuvo y su suceso
no fue grande pues había llegado a la tierra donde los narradores eran
tan buenos o más impactantes como él. Había llegado tarde a competir con
la generación de los Campuzano, Pastor, Sergio Ramírez, Rafael Araújo
su símil en Cali que no eran ni familiares así mucha gente lo creyera:
el uno es ñero y el otro samario; Jairo Aristizábal Ossa, Benjamín
Cuello rescatado de Venezuela donde estuvo varios años y allí compartí
tanto con él como con el mismo Roger en la Copa Libertadores del 82, los
Londoño, Paché y muchísimos más de este corte.
Por eso Roger va al interior pero pasa
sin mayor suceso: En Medellín comparto en 1982 todo el año con él. Me
gustaba su narración pero perdía sintonía por su despreocupación al aire
de todo lo antioqueño, frente a Sergio y Campuzano metidos de lleno con
el público y la audición más regionalista de Colombia.
Esa era la gran diferencia. Para los
otros un gol de los equipos de la tierra era todo un suceso para
festejar y para Roger era igual uno del local o del visitante. Allí
radicó su destierro de Antioquia. Pero relatando no tenía ningún reparo y
era un narrador que me impactaba por su precisión en las jugadas, pues
casi nunca se colgaba.
Varios matices
O.R. Voz prodigiosa, llena de matices,
con un precioso gol, con una velocidad innata para llevar al oyente tras
la acción. Roger, amen de todo era descriptivo y audaz en sus
posiciones como relator. En el final de los 60, desde Medellín en
Todelar comenzó la proyección de su marca, más tarde fue a Cali, desde
allí logra meterse en el grupo de Caracol para torneos de jerarquía
entre ellos dos mundiales.
La suerte le volvió a sonreír, porque
dio el salto a RCN, donde forjó mucha parte de su mejor desarrollo, pero
siempre dando bandazos. Sin tener una base fija, pareciera que el
destino le hubiera marcado ese vaivén permanente. Entre todos esos
giros, casi siempre retornaba a Barranquilla, donde como una ave de
estación pasaba bien, pero iba armando un nuevo vuelo hacia al interior
del país. Esa fue su vida profesional en los medios. Una rueda suelta.
De paso por Medellín
G.G. Todo el año 82 lo viví a su lado:
viajes, convivencias en muchos sitios y compañerismo total. Buen amigo y
buen compañero de viaje. Se cuidaba al máximo de beber y fumar, no
trasnochaba y su garganta la protegía extremadamente. Fue un año difícil
por la competencia que teníamos enfrente pues nos había en RCN
contratos fijos a un año para un grupo totalmente nuevo en donde el
único veterano en la cadena era Julio Arrastía Brica junto al comercial
Néstor Armando Alzate.
Se le dio la oportunidad a disjokeys de
Radio Cristal como César Augusto Tobón (gran persona y amigo), un
apasionado del ciclismo y las estadísticas, y Arnulfo Vera (hoy en
Miami) que laboraba en Radio Calidad, la emisora deportiva de la época y
hoy llamada Antena dos. Habíamos llegado Guillermo Montoya Callejas,
Jorge Enrique Vanegas, Roger Araújo y yo a reforzar ese grupo por la
idea ganadora de Enrique Olano Asuad, hoy gerente de Todelar.
Armó un grupo con especialistas en cada
campo (con grandes salarios para la época) que denominábamos el Plantel
Deportivo, y con prestigio para tratar de competir con Campuzano en
Todelar y Múnera en Caracol que había reemplazado a Sergio Ramírez que
se había ido a Bogotá. Múnera tenía al lado al maestro Muñoz Ceballos
mientras Campuzano con Javier Hernández ominaban la sintonía en el
estadio. Era difícil y si todo nos salía muy bien en la semana con un
gran trabajo periodístico en equipo fraguado por Guillermo Montoya
Callejas como director, los domingos las cosas se nos complicaban.
Además teníamos la fuerza del ciclismo
con don Julio y César Augusto Tobón que comenzó allí sus primeros pasos
junto a Roger y Néstor Alzate. Pero Roger se nos perdía en la semana (se
iba a Barranquilla o a Bogotá a ver su familia) y sólo aparecía en los
domingos a la hora del fútbol aún sin saber quienes jugaban y
desactualizado hasta de las plantillas de los equipos en contienda lo
que nos hacía la cosa más difícil. Por eso creo que no logramos más
teniendo un narrador con un gran perfil y un gran nombre a nivel
nacional….
Con muchas anécdotas
G.G. Quizá lo que más nos impactaba era
su frialdad o frescura para hacer y decir las cosas: como buen costeño
parecía folclórico. Llegaba antes de los partidos y preguntaba quiénes
jugaban y cuando sonaba el silbato apenas estaba mirando la lista de
jugadores; lo gracioso es que por esa falta de preparación, a veces, se
encaminaba siempre sobre el mismo jugador y llegaba a confundir muchas
veces por ejemplo que quien llevaba el balón era Libardo Vélez en el
Medellín a quien apodó el “Activan” Vélez por aquello de sus rumbas y
guayabos, y hasta lo confundía con jugadores rubios.
Lo mismo en Nacional con el Chumi
Castañeda. Era un caso simpático y gracioso pero cuando preparaba con
tiempo los partidos, o llegaba a vestuarios dos horas antes, o estaba en
semana en Medellín concentrado en su relato era casi perfecto y sin
equívocos. Lo lamentable era que no solía suceder siempre…
Paz en su tumba, querido e inolvidable Roger Araújo Ensuncho.
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