Algo quiere el ministro que revisemos... Y efectivamente. Su columna en el diario en el que explica lo que va a pasar con Isagen y con los dineros que se conseguirán con esa venta.
Ya había comentado en el RADAR en radio y por este medio virtual, que se presentaron tres compradores, que garantizaron su interés.
Vamos a leer al ministro, que seguramente nos explicará mejor qué pretende el gobierno con esa venta de ISAGEN.
"Vender la participación accionaria de la Nación en Isagén es una buena decisión para el país. El Estado cambiará un activo rentable desde el punto de vista privado por una infraestructura acorde con las necesidades de desarrollo del país, que tendrá una rentabilidad económica y social varias veces superior. Isagén seguirá en Colombia, pero Colombia se transformará gracias a esta operación", dice el ministro...
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
En pocos días se
llevará a cabo la subasta que definirá el futuro comprador de la
participación accionaria que tiene la Nación en Isagén. Será el último
hito de un proceso transparente y totalmente apegado a la normatividad
vigente. Terminada la subasta, la segunda generadora eléctrica del país
pasará a ser controlada por una de las tres compañías que han cumplido
con los requisitos: GDF Suez, Brookfield Asset Management y Colbún. Los
tres interesados poseen la capacidad financiera y han certificado
ampliamente, en cada caso, las credenciales técnicas para operar en
Colombia bajo altos estándares en materia ambiental y social.
Es natural que este proceso de enajenación
haya despertado el mayor interés de los órganos de control y el
Congreso, así como de la opinión pública en general. Isagén es una
empresa que los colombianos admiramos y que deseamos ver crecer con
éxito en los años venideros. Sin embargo, en ese proceso de
fortalecimiento futuro, la compañía no requiere a la Nación entre sus
accionistas. El sector cuenta con un número amplio de empresas en el
frente de generación eléctrica, en el que el mercado opera y continuará
operando en competencia, en el marco de una regulación fuerte.
Lo anterior da un parte de tranquilidad frente
al temor de que las tarifas de la energía de los usuarios finales se
vean afectadas como resultado de la venta de la participación accionaria
de la Nación en Isagén. Además, la compañía seguirá invirtiendo, como
lo ha hecho en los últimos años, en proyectos de generación necesarios
para el país y rentables para sus accionistas.
El flujo promedio anual de recursos que recibe
la Nación proveniente de los dividendos que paga Isagén ha estado
alrededor de 100.000 millones de pesos en los últimos 10 años, esto es
una milésima parte de los ingresos del Gobierno Nacional. En este
sentido, la enajenación de la participación de la Nación en Isagén no
compromete la viabilidad presente y futura de las finanzas públicas. Por
el contrario, los recursos para la Nación provenientes de la
enajenación de su participación en Isagén, que no podrán ser inferiores a
los 5,3 billones de pesos, jugarán un papel fundamental en el
financiamiento del programa de concesiones viales más ambicioso de la
historia del país, conocido como 4G. La Financiera de Desarrollo
Nacional (FDN) está preparada para administrar estos recursos con los
mismos estándares de gobierno corporativo que hoy tiene Isagén. Las
operaciones de crédito y de otorgamiento de garantías que estructurará
la FDN permitirán multiplicar hasta cinco veces los recursos producto de
la venta de Isagén. Además atraerán otras fuentes adicionales de
financiación, locales e internacionales, que le cambiarán la cara a la
infraestructura vial del país.
Desde distintas orillas han llegado múltiples
propuestas que sugieren mecanismos financieros alternativos a este
proceso de venta de acciones de la Nación. Entre ellas está, por
ejemplo, que la Nación se endeude para entregarle los recursos a la FDN,
propuesta que iría en contra del compromiso de responsabilidad fiscal
que hemos adquirido frente a los mercados. También se ha hablado de la
posibilidad de titularizar los flujos futuros de dividendos que pagará
la empresa. Esto es lo mismo que endeudarse, solo que con una garantía
de pago. Endeudarnos puede parecer un atajo fácil para resolver nuestros
problemas actuales de necesidad de recursos. Pero no es la decisión
correcta: como lo muestran los resultados recientes de la economía
colombiana, al restringir el endeudamiento hemos logrado mejorar las
calificaciones de riesgo y reducir el costo del financiamiento para el
Gobierno así como para las familias y las empresas. Este manejo
responsable de las finanzas públicas es el que nos ha permitido mostrar
un excelente desempeño económico, reconocido la semana pasada en el Foro
Económico Mundial, que nos permitirá afrontar la desaceleración que se
prevé para la región.
Otra propuesta para financiar las inversiones
en infraestructura sugiere que los entes territoriales entreguen a la
FDN, para su administración, los recursos que tienen ahorrados en el
fondo de ahorro con que cuenta el Sistema General de Regalías (SGR).
Dicho fondo tiene como propósito complementario al ahorro, darle
liquidez a los entes territoriales en caso de necesidad; si estos
recursos se invierten a largo plazo en infraestructura vial, no contarán
con la liquidez que el mecanismo de ahorro del SGR requiere.
Vender la participación accionaria de la
Nación en Isagén es una buena decisión para el país. El Estado cambiará
un activo rentable desde el punto de vista privado por una
infraestructura acorde con las necesidades de desarrollo del país, que
tendrá una rentabilidad económica y social varias veces superior. Isagén
seguirá en Colombia, pero Colombia se transformará gracias a esta
operación.
MAURICIO CÁRDENAS
Ministro de Hacienda y Crédito Público
Ministro de Hacienda y Crédito Público
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