Y
se espera que este año 2018, mejore un poco el asunto, pero el crecimiento será
restringido.
Hay
que invertir más.
Y
no es hacerlo locamente, sino con inteligencia y puntualmente.
Ese
fue uno de los mensajes que nos dejó hoy, en su informe en esta Asamblea 59 del
BID, el vicepresidente de Sectores y Conocimiento Santiago Levy en una rueda de
prensa que acaba de terminar en Mendoza, Argentina.
Levy
dijo: “América
Latina lleva muchas décadas acumulando un déficit de crecimiento”, expresó
Santiago Levy, Vicepresidente de Sectores y Conocimiento del BID. “La
estabilidad macroeconómica es un buen punto de partida para lograr que la economía
avance. Pero para crecer más vigorosamente, necesitamos invertir más y más
productivamente, y atacar los cuellos de botella que limitan el crecimiento,
incluyendo el diseño de sistemas impositivos, bajos niveles de ahorro,
restricciones crediticias y carencia de mercados competitivos que recompensen
la productividad”.
Vamos
a leerlo con calma, porque él, todo el tiempo, nos está enseñando y poniéndonos
tareas…
RADAR,luisemilioradaconrado
@radareconomico1
Nuevo informe del BID propone ambiciosa agenda de crecimiento para América Latina
y el Caribe para superar brechas
Son necesarias políticas que ayuden a cerrar la brecha de inversión y
productividad en regiones de crecimiento veloz
MENDOZA,
Argentina – Los países de América Latina y el Caribe requieren una ambiciosa
agenda de crecimiento para superar las significativas brechas de inversión y
productividad, según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo.
Mientras que
la economía mundial enfrenta potenciales riesgos de mayores tasas de interés y
una corrección a los precios mundiales de los activos, la perspectiva general
de la región es positiva, con un índice de crecimiento esperado de 1,9% este
año. Sin embargo, esto se encuentra muy por debajo del índice mundial previsto
en 3,9% y América Latina y el Caribe seguirá a la zaga a menos que se
promulguen sustanciales cambios de política en el frente económico.
Los factores
que impulsaban el crecimiento anteriormente – como tendencias demográficas
positivas, el aumento de los precios de materias primas y los estímulos
fiscales disponibles – se han revertidos o restringidos, según La Hora del
Crecimiento, el informe presentado en la Reunión Anual de la Asamblea de Gobernadores
del Grupo BID.
Inversiones:
cantidad y calidad
América
Latina y el Caribe decididamente necesitan más inversiones, especialmente en
infraestructura. La tasa de inversión promedio del período comprendido entre
1990 y 2017 fue 17% del PIB, por debajo del 26% correspondiente a Asia
Emergente. Asimismo, la región es 40% menos efectiva que Asia Emergente en la
generación de crecimiento del PIB por cada dólar adicional invertido. La
economía de América Latina sería tres veces mayor si hubiera logrado igualar
las tasas de inversión y eficiencia de Asia Emergente desde 1990.
Entre los
desafíos de la región se encuentran bajos índices de ahorro con sistemas
financieros reducidos e ineficientes, sistemas de pensión con poca cobertura, y
en el frente fiscal, poca recaudación y sesgos contra la inversión pública en
relación con el consumo.
América
Latina también presenta un desempeño productivo deficiente. La mayor parte del
crecimiento de la región desde 1960 se debe a la acumulación de capital,
capacitación y crecimiento de la fuerza de trabajo. Tras el ajuste por la
capacitación, el impulso adicional producto del desarrollo productivo fue nulo.
De hecho, la región redujo en cierto grado su productividad en las últimas seis
décadas.
En el centro
del déficit productivo se encuentran la magnitud y carencia de dinamismo de las
empresas de la región, según el informe.
Existen
muchas compañías muy pequeñas que no son productivas, las no productivas
sobreviven más de lo que deberían, y las que sí son productivas no crecen tan
rápidamente como serían capaces. En México y Perú, por ejemplo, el 95% de las
empresas tiene menos de cinco empleados. En los Estados Unidos, esa cifra es
del 40%. En México, las firmas parecen dejar de crecer tras diez años y las
empresas productivas son tan propensas a abandonar el mercado como aquellas que
son improductivas.
Las causas
destacadas en el informe incluyen imperfecciones del mercado financiero,
impuestos desiguales, bajo cumplimiento de las regulaciones del mercado
laboral, elevados costos de ingreso y otras barreras para la competencia.
Los mercados
financieros requieren sistemas legales que ofrezcan una adecuada protección a
los acreedores y un uso más efectivo de colaterales y garantías, como así
también más información sobre los prestatarios. Estos problemas impiden que las
empresas productivas financien buenas ideas y alcancen el tamaño ideal. Las
autoridades tributarias tienden a centrarse en las empresas mayores, por lo que
aquellas más pequeñas poseen un incentivo para seguir siendo chicas y evitar
pagar impuestos. Este problema se ve agravado cuando los regímenes impositivos
otorgan excepciones especiales a las empresas pequeñas. Las regulaciones del
mercado laboral dificultan los despidos y los programas de seguro social hacen
que las contrataciones resulten costosas, especialmente a medida que una
empresa crece.
“Los países
deberían revisar sus políticas impositivas y laborales para garantizar la
competitividad que otorga un campo de juego equilibrado en el que puedan
prosperar empresas más productivas”, dijo Eduardo Cavallo, un economista líder
del BID y coautor del informe. “Estas reformas son complejas, por supuesto,
pero a cambio la región obtendría grandes beneficios imprevistos de
crecimiento”, añadió.
El Banco Interamericano de
Desarrollo tiene como misión mejorar vidas. Fundado en 1959, el BID es
una de las principales fuentes de financiamiento a largo plazo para el
desarrollo
económico, social e institucional de América Latina y el Caribe. El BID
también realiza proyectos de investigación de vanguardia y ofrece
asesoría sobre políticas, asistencia técnica y capacitación a clientes
públicos y privados en toda la región.
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